Pacto verde para la pavimentación e introducción al concepto Asfalto 4.0

La reducción de las emisiones de CO₂ forma parte de la política europea y mundial. El objetivo de la Comisión Europea, bajo la dirección de la nueva presidenta Ursula von der Leyen, es reducir un 55% las emisiones para 2030 y no limitarse al objetivo del 40% que recoge el Acuerdo de París. De hecho, von der Leyen quiere que Europa se esfuerce más y se convierta en el primer continente climáticamente neutro.

Juan José Potti, presidente ejecutivo de Asefma y vicepresidente de EAPA.

El sector del transporte es uno de los que mayor cantidad de CO₂ produce. Las carreteras europeas soportan el 81% del transporte de pasajeros y el 73% del transporte de mercancías. Considerando que más del 90% de ellas están cubiertas de asfalto, la industria europea del asfalto es un agente clave para alcanzar la neutralidad climática y, de hecho, ya está desarrollando varias líneas de actuación para conseguirlo.

Los principales desafíos, beneficios y propuestas de la industria del asfalto para la nueva administración de la UE se pueden clasificar en tres pilares fundamentales:

• Descarbonización del transporte por carretera
• Construcción y conservación sostenibles
• Investigación y desarrollo

Las emisiones del transporte por carretera han aumentado desde 1990 y actualmente representan una quinta parte del total de las emisiones de CO₂ de la UE. En los últimos años, la UE ha establecido objetivos vinculantes para automóviles y vehículos comerciales con el objetivo de reducir de forma constante y estable sus emisiones. Para cumplir estos objetivos, se ha asignado una cantidad importante de recursos económicos de fuentes públicas y privadas con el fin de desarrollar vehículos que produzcan emisiones cada vez más bajas. Sin embargo, se ha ignorado sistemáticamente una vía adicional para alcanzar reducciones significativas: la contribución de la propia carretera.

La superficie del pavimento de la carretera influye directamente en el consumo de combustible o electricidad de los vehículos a través de la resistencia a la rodadura entre la carretera y los neumáticos de los vehículos que por ella circulan. En la resistencia a la rodadura influyen la calidad y el estado del pavimento: irregularidades, roderas, baches y juntas deterioradas. Estudios científicos han demostrado que una conservación adecuada que sustituya las superficies del pavimento en malas condiciones o de bajo rendimiento por superficies en buenas condiciones reduciría el uso de combustible y las emisiones de CO₂ de un 3-13%.

Si consideramos sólo un 6%, esto significa que mejorar el pavimento de una tercera parte de la red viaria europea para 2030 supondría un ahorro anual de 14 millones de toneladas de CO₂, lo que equivale a eliminar las emisiones de 3 millones de automóviles. Además, una superficie bien conservada puede aumentar la autonomía de los vehículos eléctricos lo que los convertiría en una opción más viable. Además, una buena conservación reduciría la contaminación acústica procedente del tráfico, el tiempo de viaje y los costes de mantenimiento de los vehículos, a la vez que aumentaría la comodidad de la conducción. No se debe permitir que las carreteras en buen estado se deterioren hasta el punto de generar un impacto medioambiental, social y económico negativo.

El mayor porcentaje de emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del ciclo de vida de las carreteras es producido por los vehículos que por ella circulan. Por lo tanto, en una carretera de alta intensidad de tráfico y para un período de 30 años, las emisiones producidas durante las etapas de construcción y conservación representan entre el 1 y el 2% del total. Dicha cifra podría ser incluso inferior al 1% en los casos de mayor intensidad de circulación A la hora de analizar el impacto medioambiental de la carretera, no solo se debe considerar la emisión de gases contaminantantes: también es necesario valorar la explotación de recursos naturales y la producción de residuos, que pueden atentar contra los principios de la economía circular.

La industria del asfalto trabaja desde hace años en la reducción de las emisiones procedentes de la producción de mezclas bituminosas. En este sentido está desarrollando tecnologías cada vez más limpias, como plantas que funcionan con combustibles alternativos y biocombustibles y, en particular, a través de mezclas a baja temperatura (por ejemplo: mezclas bituminosas templadas y frías). El uso de estos procesos y materiales también promueve un entorno laboral más saludable.

Probablemente el mayor impacto ambiental se pueda lograr reutilizando el asfalto recuperado de las carreteras existentes para construir y conservar nuevas carreteras. La capacidad de ser reutilizado y reciclado al 100% ha convertido al asfalto en un material de construcción de carreteras altamente reutilizado en el mundo y ya se ha demostrado que es posible construir el 100% de ciertos tipos de carreteras solo con material recuperado. Los datos disponibles indican que el 68% del asfalto reciclado ya se está reutilizando en nuevas mezclas para construir y conservar carreteras y un 20% adicional se está reciclando en capas no ligadas y para otros proyectos de ingeniería en Europa.

La industria continúa trabajando para garantizar que, cuando sea técnica y económicamente viable, la reutilización de los materiales de las carreteras siempre sea la primera opción. Desafortunadamente, la errónea e histórica idea de que lo “nuevo“es mejor que lo”reutilizado” y la aplicación equivocada de las regulaciones (por ejemplo, los criterios para determinar cuando un residuo deja de serlo) siguen dificultando su mayor reutilización.

Es necesario fomentar y apoyar a las autoridades nacionales y regionales de carreteras para estimular la demanda del uso de soluciones sostenibles que optimicen los criterios de sostenibilidad, economía circular y calidad. Al mismo tiempo, se deben establecer planes regulatorios que fomenten la reutilización de materiales procedentes de pavimentos envejecidos tanto en la construcción de nuevas carreteras como en la conservación de las actuales.

La I+D+i debe ser el motor que impulse al sector de la construcción de carreteras a ofrecer una red de carreteras segura y fiable, que cumpla con todos los objetivos ambientales y de sostenibilidad destacados anteriormente. Sin embargo, la inversión en I+D+i es más baja que en otros sectores, como el de automoción, a pesar de que el desarrollo de vehículos sin la correspondiente mejora de la infraestructura resulta altamente ineficiente. En el pasado se han financiado grandes proyectos de investigación que no abordaban las necesidades reales o prácticas del sector de las carreteras sino las de los investigadores y, como consecuencia, no se han conseguido implementaciones prácticas.

En muchos estados miembros el marco regulatorio actual y las prácticas de contratación para la construcción y conservación de las carreteras están basadas en especificaciones rígidas y la adjudicación de contratos se basa en criterios económicos. Además, las autoridades de carreteras exigen innovación pero son reacias a asumir o compartir los riesgos que conllevan dichas soluciones innovadoras, lo que dificulta que los desarrollos con posibles impactos positivos en la sostenibilidad del sector de las carreteras lleguen finalmente al mercado.

Las soluciones innovadoras que se han desarrollado en los últimos años o están en desarrollo tienen el alcance suficiente para contribuir a la conservación y mejora de las infraestructuras viarias de la UE. Dichas innovaciones pretenden ofrecer una infraestructura más sostenible, facilitar la adopción de nuevas tecnologías como vehículos eléctricos, autónomos y de alta capacidad y abrir la puerta al rejuvenecimiento del sector de la construcción.

Por ello, es más que conveniente establecer un enfoque común en la contratación pública para toda la UE que favorezca las soluciones innovadoras, frente a aquellas que priorizan el precio, con un riesgo razonable compartido; y también crear programas equilibrados de I+D desarrollados y dirigidos a partes iguales por la industria y los dueños/operadores de las carreteras que se enfoquen hacia necesidades reales, reduzcan la duplicidad de esfuerzos en toda la UE y proporcionen soluciones reales.

Cada vez es mayor la importancia otorgada a la eficacia y calidad final de las obras, particularmente en trabajos de construcción y conservación de carreteras. Disponer de una red más eficiente y segura para viajar y transportar bienes y servicios es un requisito imprescindible. Satisfacer estas demandas de los usuarios es importante para disponer de infraestructuras de transporte de muy de alta calidad y reducir al máximo las necesidades de las operaciones rutinarias de conservación y rehabilitación del firme de las carreteras.

La respuesta a estos requerimientos está en el empleo de las mejores técnicas disponibles, a través de unos sistemas de contratación que estimulen el desarrollo de la tecnología Asfalto 4.0 y la experiencia de un personal “de oficio”. La experiencia de un personal actualizado en su formación combinado con el uso y aprovechamiento de las nuevas maquinarias, dispositivos y sensores disponibles abre la puerta a un nuevo horizonte en el que se puede ser capaz de ejecutar obras de pavimentación de una manera más eficiente, más solvente y más rentable, estimulando la innovación, contribuyendo al empleo de la última tecnología y bonificando la excelencia en las obras ejecutadas como se hace desde hace más de 10 años en varios países de la Unión Europea.

El sector de la pavimentación que representa Asefma en España junto a las administraciones responsables de las redes de carreteras de España colaboren estrechamente en esta iniciativa: Asfalto 4.0.

Asfalto 4.0 es hacer realidad y aplicar en las obras de rehabilitación de firmes las últimas tecnologías, dispositivos y sensores disponibles para mejorar sustancialmente el comportamiento de los firmes, la durabilidad de los pavimentos, disminuir el impacto ambiental en la fase de ejecución de las obras, mantener las carreteras durante más tiempo en un buen estado de conservación y disminuir, como consecuencia, el impacto ambiental asociado a las emisiones generadas por los vehículos que transitan por las carreteras de España.

El empleo de las Mejores Prácticas Disponibles (MPD), la sensibilidad ambiental bajo la óptica de la economía circular, la formación y la actualización del personal de obras y el desarrollo de la tecnología digital y la transformación digital son esenciales para dar forma al concepto Asfalto 4.0. Por último pero no menos importante: el empleo de tecnología digital en el sector de la pavimentación también podrá conducir a crear un sector más atractivos para los nuevos trabajadores jóvenes de este sector.