Trabajar de pie en una oficina el 40% del tiempo reduciría los problemas de salud por el sedentarismo
Un estudio de mercado elaborado por Lodhouse para Fellowes determina que trabajar de pie en la oficina el 40% del tiempo reduciría a menos de la mitad los problemas de salud por el sedentarismo. En él se hace hincapié en recoger aquellos aspectos más comunes relacionados con el sedentarismo y la opinión sobre la salud en el entorno laboral. De ahí que siete de cada diez trabajadores españoles considere necesario para su estado físico estar más activo en sus trabajos de oficina e introducir más movimiento diariamente.
Quizá por ello Fellowes informa que el 30% e los trabajadores españoles admite que se ha planteado cambiar de empleo por el impacto negativo del entorno laboral en su salud. Siete de cada diez creen que sus empresas deberían hacer más para evitar estos problemas posturales y de sedentarismo.
El estudio continúa afirmando que la prevención y la inversión en ergonomía sería la mejor manera de ayudar a que la mitad de los ‘trabajadores de cuello blanco’ de nuestro país dejara a un lado sus problemas cervicales (51% de ellos los padecen), hombros (34%), muñecas y brazos (26%) y hasta de visión (21%).
Actualmente existen medios para paliar no sólo estos problemas sino también los circulatorios con piernas y tobillos hinchados, dolores articulares en las extremidades inferiores e incluso incremento de presión sanguínea. En este sentido dos horas de trabajo reducen los beneficios de 20 minutos de ejercicio. Las estaciones de trabajo convierten los escritorios en espacios favorables para el sit-stand, elevándolos para permitir estar frente a la pantalla utilizando el ordenador tanto de pie como sentados.
Finalmente el estudio revela que España tiene el peor índice de Europa respecto a posturas deficientes a la hora de estar sentados en el escritorio (un 57%) junto con Alemania. Pero no sólo eso, tenemos el índice más bajo en concienciación sobre la alternancia de trabajar sentados y de pie entre los grandes países europeos, un 41% cuando la media es del 50%.