Liderar en PRL: un reto constante
- Los líderes deben tomar en serio su responsabilidad en materia de seguridad y salud. Debe encargarse personalmente de asegurar la seguridad y la salud de los empleados. Un buen líder no debería desentenderse y dejarlo en manos ajenas.
- Los líderes deben predicar con el ejemplo. Deberán respaldar su liderazgo adoptando las medidas de salud y seguridad ellos mismos. Son los primeros responsables en demostrar que la prevención es importante.
- Los líderes deben trabajar para crear una cultura de seguridad. Ésta deberá irse incorporando a la actividad diaria del lugar de trabajo “sin prisa pero sin pausa”.
- Los líderes deben asegurar el compromiso de mandos intermedios y de la alta dirección. El compromiso directivo y la responsabilidad pueden reforzarse con la asignación de responsabilidades específicas de seguridad y salud a los directores individuales.
- Los líderes deben garantizar una participación ostensible de la alta dirección. Fomentando las visitas e inspecciones y utilizándolas para abordar con el personal las preocupaciones sobre salud y seguridad.
- Los líderes deben garantizar que las políticas se apliquen de forma coherente. Los trabajadores deben poder ver un compromiso continuo por su parte.
- Los líderes deben proporcionar recursos suficientes para la SST. Tanto en términos económicos como de tiempo. Los costes a largo plazo de una política de prevención débil pueden ser mucho mayores.
- Los líderes deberían aprender de las buenas prácticas de terceros. El estudio que hemos enlazado al principio, por ejemplo, contiene buenos casos de liderazgo eficiente.
- Los líderes deben poner en práctica medidas que sean apropiadas a las circunstancias específicas. Para ello deben tener siempre en cuenta las implicaciones de seguridad y salud de la introducción de nuevos procesos, nuevas formas de trabajar o trabajar con nuevas personas o grupos.
- Los líderes deben asegurarse de que las evaluaciones periódicas de riesgos se llevan a cabo. En caso necesario, se impartirá formación sobre la puesta en práctica de evaluaciones.
- Los líderes deben propiciar la participación del trabajador. Los trabajadores a menudo tienen la visión más clara de los riesgos que enfrentan y son susceptibles de poder sugerir soluciones simples y rentables.
- Los líderes deben garantizar una comunicación abierta continua sobre la SST. Además de ocuparse de la comunicación vertical de las políticas de seguridad y salud, cambios y mejoras, también debe incluir la comunicación ascendente desde los trabajadores a la dirección, y un diálogo entre todas las partes de la empresa.
- Los líderes deben promover la colaboración. Trabajadores y administración trabajarán conjuntamente con cierta regularidad.
- Los líderes deben facilitar la formación adecuada dotando a las personas en todos los niveles con los conocimientos y habilidades que necesitan para llevar a cabo sus responsabilidades de seguridad y salud.
- Los líderes deben asegurar el acceso a la experiencia y habilidades que la compañía exige aplicando métodos de aseguramiento de la calidad para garantizar que todos los que desempeñan puestos de responsabilidad están bien capacitados.
- Los líderes deben efectuar un monitorizado, análisis y revisión con regularidad, comparando el rendimiento de las prácticas pasadas y actuales.
- Los líderes deben incentivar, reconocer y premiar los comportamientos seguros. Por ejemplo, elogiando el trabajo bien hecho en las comunicaciones corporativas.
Cuando el liderazgo es débil
La falta de un buen liderazgo en materias de salud puede llevar a la desmotivación de los trabajadores y al estrés que afectará al clima laboral. Estos son los errores más comunes, que reflejan cuándo el liderazgo va en una dirección inadecuada.
- Autoritarismo de los mandos intermedios o superiores. El estilo de dirección es determinante, pudiendo detectarse sus errores mediante encuestas de clima laboral.
- Déficit o errores de comunicación. Los empleados necesitan conocer explícitamente sus funciones, autonomía (si la tienen), a quién pueden recurrir cuando surge un problema y a quién dar las explicaciones, llegado el caso.
- Falta de reconocimiento. El trabajador necesita verse valorado, sentir la empresa como un equipo al que pertenece y le necesita (compensación o retribución emocional).