Empresas nacientes de alta tecnología revolucionan la ropa protectora
Por ejemplo, la empresa incipiente francesa de alta tecnología In&Motion está desarrollando sistemas inteligentes de protección activa para esquiadores profesionales y se plantea expandir el uso de esta tecnología a otros ámbitos. “Queríamos investigar si esta plataforma tecnológica podría ser útil para usuarios en otros sectores”, explicó Rémi Thomas, cofundador de In&Motion y coordinador del proyecto.
Los airbags integrados para la práctica del esquí de competición creados por esta empresa cuentan con tecnología de sensores y comunicación inalámbrica capaz de detectar caídas inevitables e inflarse en menos de cien milisegundos. Los usuarios pueden reactivar el dispositivo una vez desplegado mediante repuestos de fácil uso, garantizando así la rentabilidad del sistema.
Esta innovación se empleará en carreras internacionales de esquí durante la temporada 2015/2016. Thomas confía en que, con los socios adecuados, esta plataforma de sensores y tecnología inalámbrica puede ajustarse para la práctica del motociclismo.
Para lograrlo se llevó a cabo el proyecto de seis meses de duración INE IAPS, financiado con fondos europeos y recientemente finalizado, mediante el que la empresa realizó una evaluación de los retos técnicos y el potencial de mercado de la adaptación de los airbags a las necesidades de los motociclistas. El riesgo de muerte o de sufrir lesiones graves en los accidentes de moto no queda resuelto con los dispositivos de protección actuales, los cuales aún no cuentan con una correcta integración de tecnologías inalámbricas o de sensores.
“Dedicamos tiempo a hablar sobre estos temas con las partes interesadas, usuarios finales (motociclistas) y fabricantes de equipamiento y ropa”, informó Thomas. “Sus impresiones han sido alentadoras ya que existe una demanda patente de dispositivos de protección de alta tecnología y se aprecia una insatisfacción con los que ya hay en el mercado”.
Esta fue la primera fase del proyecto: determinar la viabilidad comercial de tal clase de ropa protectora avanzada en el sector del motociclismo. La segunda fase incluyó un análisis de los retos técnicos y la identificación de las adaptaciones que habría que introducir en la plataforma de la empresa para ajustarse a las necesidades de los motociclistas.
Las opiniones de la industria en este caso han resultado muy útiles. “Somos una empresa de comercio al por mayor, indicó Thomas. Es lógico combinar nuestra pericia tecnológica con los conocimientos de empresas que conocen el mercado mejor y saben con precisión las necesidades de los usuarios”. El paso siguiente consistirá en desarrollar y modificar la tecnología para que se adapte a las necesidades de este sector y dar con socios capaces de convertir la idea de ropa protectora inteligente para motociclistas en un producto comercial.
Thomas también desea poner en marcha ensayos de simulación con los que aportar pruebas científicas de los beneficios que supondría el airbag para los motoristas. Esta investigación aún no se ha realizado y sin duda reforzaría las opciones comerciales del producto cuando salga al mercado. “Hemos identificado varias instituciones que podrían colaborar, pero esta labor precisa de tiempo e inversiones”.