Cómo preparar el jardín en primavera: tierras y sustratos de cultivo
Burés, marca pionera y de tradición familiar con más 45 años de experiencia en la fabricación de productos naturales para el cuidado del jardín, aconseja trabajos de jardinería para esta preparación.
En primer lugar, mejorar del suelo del jardín (parterres y alcorques) con la incorporación de productos enriquecidos, como el mantillo y el estiércol de caballo. Se trata de productos estabilizados y madurados mediante un proceso de compostaje que no incorporan fertilizantes químicos y son una fuente de materia orgánica y nitrógeno natural. Una vez mezclados con la tierra existente mejoran la retención de agua, la textura y el drenaje y aumentan la capacidad de fijación de los nutrientes en el suelo. La incorporación de mantillo y estiércol en el jardín y en el huerto favorecen el desarrollo de nuevas raíces de las plantas y la aparición de hojas, tallos y flores.
Otra tarea a realizar es la renovación del sustrato de macetas y jardineras o realizar un trasplante. La primavera, una vez transcurrido el periodo de riesgo de heladas, es una época ideal para renovar parte del sustrato de macetas. También es un momento apropiado para realizar el trasplante a contenedores de mayor capacidad. Para el trasplante o la renovación es aconsejable utilizar sustratos adaptados a las necesidades de las distintas plantas, bien sean plantas de exterior, plantas de interior, plantas de requerimientos especiales como las acidófilas (gardenias, azaleas, hortensias), las hortícolas y hierbas culinarias o aromáticas, las orquídeas, bonsáis, cactus y plantas crasas, etc.
Burés dispone de una amplia variedad de sustratos, todos ellos productos de diseño creados para adaptarse a las necesidades reales de cada tipo de planta y condiciones de cultivo. Destacan productos de tradición como el Sustrato Universal J-2 (producto de alta calidad a base de turba fertilizada ideal para todo tipo de plantas de interior y exterior exigentes), la tierra de exterior (adecuada para árboles, arbustos y plantas de flor); y distintos sustratos de especialidad como son la Tierra de Castaño (tierra ácida para plantas acidófilas), la Tierra para Bonsáis, la tierra para Rosales, Orquídeas, Cactus y la Tierra o Sustrato Hortícola, mezcla especial para el cultivo de plantas de huerta (tomates, pimientos, lechugas) preparada a base de fibra de coco enriquecida, de fácil manejo (rehidratación) e ideal para huertos urbanos.
También es necesario recebar el césped del jardín, resembrar o plantar un césped nuevo. La primavera temprana es un buen momento para los cuidados del césped del jardín.
Para céspedes ya existentes es aconsejable realizar un recebado que puede ir acompañado del aporte de nueva semilla (resiembra). Antes del recebado es interesante realizar una siega baja del césped, airearlo o escarificarlo según sea el estado en el que se encuentre y posteriormente, se puede aplicar el sustrato de recebo. Un rastrillado y un riego final son suficientes para lograr una buena penetración del producto. El Recebo Green 2000 es un sustrato de recebo de larga tradición de Burés. Se trata de una mezcla con un alto contenido en arena fina, enriquecida con materia orgánica y fertilizada con abono mineral que favorece el desarrollo de las raíces del césped estimulando la aparición de nuevos brotes, como resultado se obtiene un césped más verde, regenerado y más resistente.
Para la implantación de nuevos céspedes es aconsejable preparar unos 20-30 cm de tierra de buena calidad: esponjosa y enriquecida en materia orgánica que facilite el arraigue y garantice un buen drenaje. Se puede mejorar la tierra existente, trabajándola aportando un mejorador de suelo de jardín, como el mantillo o el estiércol de caballo, o se puede utilizar una tierra de jardín ya preparada. La siembra del césped debe realizarse sobre el suelo limpio de malas hierbas, piedras y bien nivelado.
Si se va a realizar una siembra, es importante lograr una distribución homogénea de las semillas y cubrirlas con un producto protector como el Cubresiembras de Burés, que mantiene la humedad del suelo y facilita la germinación de las semillas evitando su pérdida por acción del viento. Una alternativa interesante es utilizar tepes de césped, en este caso es recomendable utilizar una fina capa de sustrato de recebo para lograr un buen asentamiento del tepe en el suelo. El sustrato estimulará la aparición de nuevas raíces y aportará elementos nutricionales. Es muy importante no olvidar el riego en la fase inicial de cultivo y ajustar un programa de siegas para lograr un buen arraigue y cobertura del césped.
La obtención de un jardín sano comprende una serie de labores que pueden realizarse en distintas épocas del año. Es importante realizar los trabajos de preparación de la tierra de cultivo, que es el medio donde van a desarrollarse las raíces de las plantas. Esta actividad debe realizarse en momentos de parada vegetativa evitando épocas de calor excesivo, la primavera es un buen momento. Otras actividades que no deben olvidarse son las podas y limpiezas de vegetación excesiva, aporte de fertilizantes, riegos, siegas, aplicación de Cubresuelos y capas de material de protección en épocas de frio y calor, y tratamientos fitosanitarios.
Un jardín buen cuidado es un jardín más sano y mejor preparado para resistir condiciones adversas como pueden ser plagas, sequías, calores extremos, … y que permite un uso más racional del consumo de agua de riego, abonos, productos fitosanitarios, etc. y el beneficio que esta gestión más cuidada conlleva para todos.
