El proceso de limpieza en la almazara Molino de las Torres, una garantía de calidad y seguridad en sus AOVE
La almazara Molino de las Torres, ubicada en Alcaudete, Jaén, tiene una larga historia en la producción de aceite de oliva de alta calidad. Fundada en 1919 y renovada por la familia Rosales en 2014, combina tradición con tecnologías avanzadas para obtener aceites premium. Las variedades principales que procesan incluyen Picual, Arbequina y Arbolada cultivadas y molturadas en frío para preservar sus características. Destacan por su enfoque en la calidad del producto final y su compromiso con el mantenimiento de instalaciones modernas y limpias.
Manuel Caravaca, director de procesos de la almazara Molino de las Torres y presidente de la Asociación Española de Maestros y Operarios de Almazara (AEMODA), ha destacado por su orientación innovadora en la producción de aceite de oliva virgen extra de alta calidad. Bajo su dirección, la almazara ha adoptado diversas prácticas clave para mejorar la eficiencia en la extracción del aceite y asegurar la sostenibilidad del proceso. Caravaca también ha implementado estrictos protocolos de limpieza en esta almazara para seguir garantizando la excelencia en la calidad de lo que produce.
Importancia de la limpieza entre campañas
Una limpieza adecuada elimina estas biopelículas, reduciendo el riesgo de contaminaciones que comprometan la calidad y la seguridad alimentaria del producto final
Además, la presencia de biopelículas y otros microorganismos en las superficies de los equipos de la almazara puede generar defectos indeseados en el aceite, como sabores mohosos, avinagrados o rancios.
Una limpieza adecuada elimina estas biopelículas, reduciendo el riesgo de contaminaciones que comprometan la calidad y la seguridad alimentaria del producto final. Por tanto, este procedimiento es una etapa esencial en la cadena de producción del aceite de oliva virgen extra, porque una mala praxis no solo afectaría la calidad sensorial y las propiedades saludables del aceite, sino que también podría impactar negativamente en la reputación de la almazara, reduciendo su competitividad en un mercado global exigente.
Pasos habituales para el proceso de limpieza en almazaras
El segundo paso es la limpieza con agua a alta presión. En esta etapa se utilizan chorros de agua a alta presión para eliminar los residuos más adheridos en los equipos, como molinos, decantadores y centrifugadoras. Este paso es crucial para retirar los restos de aceite que pueden oxidarse y afectar el sabor del siguiente lote.
Después de la aplicación de los productos químicos, se lleva a cabo un enjuague minucioso con agua potable para eliminar cualquier residuo químico que pueda quedar en las superficies, y se procede a la inspección visual y, en algunos casos, un control microbiológico para verificar que la maquinaria está completamente libre de contaminantes y en condiciones óptimas para la siguiente campaña.
Mantenimiento preventivo de la almazara
El mantenimiento preventivo en la almazara comienza con una inspección visual y mecánica de todas las piezas críticas, como los decantadores, centrifugadoras y molinos.
Este mantenimiento se realiza de forma paralela al proceso de limpieza, lo que permite identificar posibles problemas mecánicos o de desgaste antes de que afecten la producción.
Otro aspecto clave es la lubricación de componentes móviles. La fricción constante entre las piezas de las máquinas puede generar desgaste prematuro si no se lubrican adecuadamente. “Aprovechamos el momento de la limpieza de la almazara al finalizar la campaña para eliminar restos de aceite y suciedad acumulada, y luego aplicamos lubricantes adecuados para garantizar el funcionamiento suave de los equipos”, ha explicado Caravaca.
Además, el mantenimiento preventivo incluye la sustitución de piezas desgastadas. Las correas, rodamientos y filtros que muestran señales de deterioro se reemplazan antes de que puedan causar fallos durante la campaña. Caravaca ha señado que “es preferible prevenir que esperar a que la maquinaria se deteriore durante el proceso, lo cual sería mucho más costoso”.
Este enfoque de mantenimiento preventivo no solo optimiza el funcionamiento de la maquinaria, sino que también garantiza que Molino de las Torres mantenga su estándar de calidad en la producción de aceite de oliva virgen extra. Como ha destacado Caravaca “nuestra prioridad es que cada campaña se desarrolle sin contratiempos, y que el aceite que producimos mantenga su pureza y excelencia reconocida”.