Recuperación y conservación de variedades autóctonas de olivo

El olivo (Olea europea L.) es uno de los frutales que el hombre ha cultivado desde épocas más remotas. El hallazgo de huesos carbonizados en Palestina que datan del IV milenio A.C. (Zohary and Spiegelroy, 1975) hizo suponer que el cultivo se había originado en esa área, aunque los últimos estudios en genética sugieren orígenes diversos y simultáneos en la cuenca mediterránea del cultivo del olivar (Besnard et al., 2001). El origen del olivo cultivado es el acebuche (Breton et al., 2006). Con la aparición de la agricultura el hombre empezó a seleccionar aquellos individuos con características destacables que fueron retenidas por reproducción sexual. Estas selecciones se expandieron desde sus orígenes, dando lugar al proceso conocido como 'domesticación' y que dio como resultado la aparición de características morfológicas y fisiológicas diferenciadas: en el caso del olivo se obtuvieron árboles más productivos, con frutos con un mayor rendimiento en aceite o bien más grandes.

Las variedades locales son el resultado de la selección del hombre desde tiempos remotos. Su valor es incalculable y su pérdida es un proceso irreversible que supone una grave amenaza para la estabilidad de los ecosistemas, el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria del mundo. La diversidad genética del olivar, constituida por un enorme número de variedades y genotipos locales caracterizados por su adaptación a las necesidades humanas y al medio ambiente, se mantuvo hasta fechas relativamente recientes.

Sin embargo, con el abandono de la actividad agraria por falta de rentabilidad y la intensificación en las prácticas agrarias substituyendo muchas plantaciones tradicionales de olivo por plantaciones superintesivas, que imponen el cultivo de pocas variedades con un alto rendimiento (Tous et al., 2011), se abandonaron muchas variedades locales sustituidas por la variedad 'Arbequina', la cual supone más del 50% del total de la superficie de olivo en Cataluña (Ninot et al., 2015). La pérdida de esta variabilidad genética supone una limitación de la capacidad de responder a nuevas necesidades y un incremento de la vulnerabilidad frente a cambios ambientales o la aparición de factores bióticos.

Los métodos de conservación de los materiales fitogenéticos pueden clasificarse en dos sistemas: conservación in situ y conservación ex situ. En el primer caso las variedades se conservan en su hábitat natural, mientras que en el segundo la conservación se realiza en lo que llamamos Bancos de Germoplasma (FAO, 2009). Ambos métodos deberían considerarse como métodos complementarios y no excluyentes con el objetivo común de preservar los recursos fitogenéticos del olivar.

El IRTA inició en 1984 trabajos de prospección que permitieron identificar 4 variedades principales y hasta 33 variedades locales (Tous, 1990; Tous y Romero-Aroca, 1993). La cifra de variedades se ha ido incrementando con la ampliación de zonas de prospección y actualmente se cuenta con 67 variedades autóctonas catalanas. Las variedades se reúnen en un Banco de Germoplasma localizado en IRTA-Centre de Mas Bové, Constantí (Tarragona). Los objetivos del mismo son los de introducir y preservar los recursos genéticos del olivar catalán y, a la vez, estudiar y evaluar en las mismas condiciones de cultivo la variabilidad genética y los caracteres de interés agronómico y tecnológico, además de la caracterización morfológica y molecular. La colección contiene 3 árboles por variedad en un marco de 7 x 5 m. La relación de variedades existentes en el Banco de Germoplasma de l’IRTA se muestra en la tabla 1.

Tabla 1. Relación de variedades existentes en el Banco de Germoplasma del IRTA

Cataluña es un territorio rico en variedades autóctonas. Hasta el momento, el IRTA tiene identificadas 81 variedades (Ninot et al., 2019), algunas de ellas todavía pendientes de introducción en el Banco de Germoplasma. Las características de las variedades pueden consultarse también, en forma de ficha, en https://ruralcat.gencat.cat/web/guest/oficina-de-l-oli/olivicultura. Desde hace unos años el interés por las variedades locales es elevado y una parte del sector oleícola ha manifestado interés en recuperar y cultivar variedades locales, apostando por la estrategia de la calidad diferencial y de identidad del territorio. Las variedades locales además de soportar mejor las condiciones climáticas del entorno forman parte de la identidad cultural de cada territorio. Asimismo, las variedades locales pueden ofrecer unas características de calidad organoléptica muy diversas que son valoradas cada vez más por un sector de población. Además, esta práctica supone la preservación del conocimiento, la tradición y el patrimonio vinculado a los cultivares autóctonos, valores en alza en nuestra sociedad.

Estructura genética

El análisis de la diversidad y estructura poblacional de las variedades de olivo catalanas, utilizando marcadores moleculares de ADN, ha estratificado estas variedades en 2 grandes subgrupos (Figura 1). Un primer grupo mayoritario (representado en rojo) cuenta con el 51% de las variedades estudiadas. En este grupo están presentes variedades ancestrales como 'Farga', 'Carrasquenya' o 'Negret'. Este tipo de grupo genético se localiza en toda Cataluña, aunque principalmente lo encontramos en el sur y en la parte central (Figura 2). Un segundo grupo de variedades, formado entre otras por ‘Arbequina’ y sus similares, representa el 30% del total de variedades (representado en verde en la figura). Este grupo genético lo encontramos principalmente en el pre-Pirineo y Camp de Tarragona, aunque también en Lleida y norte de Girona. Aparte de estos 2 grupos hay un pequeño número de variedades que presenta una mezcla de ambos grupos genéticos (representado en gris en la figura).

Características fenotípicas

Existen diferencias notables entre variedades en cuanto al crecimiento de los primeros años. Así, durante los primeros cinco años, se ha observado un rango de variación en el crecimiento medio anual que va de 8 cm²/año (‘Blanc’) hasta los 47 cm²/año (‘Lo Parot’) (Figura 3). Lo mismo sucede en cuanto a productividad, aunque no se presentan los resultados.

Figura 3. Crecimiento medio del tronco durante los cinco primeros años de plantación en regadío (cm2). n: indica el número de variedades en el que se basa el gráfico; (??): extremos máximos y mínimos observados; x: valor medio; (o): valores atípicos; la caja indica los percentiles 75% y 25%, entre ambos límites quedan incluidos el 50% de las observaciones.

Una particularidad de las variedades autóctonas catalanas es que muchas de ellas presentan androesterilidad, es decir que no producen polen en sus anteras (Rovira y Tous, 2005). Es una mutación que está codificada en el ADN mitocondrial y se hereda a través del parental femenino. Sólo una pequeña parte de las variedades comerciales mundiales presentan esta mutación (se estima en un 1%). En cambio, la proporción de variedades catalanas que presentan esterilidad masculina es muy alta (más de una tercera parte) (Figura 4). Todas ellas pertenecen al grupo genético mayoritario. No se ha encontrado esta mutación dentro del otro grupo genético ni en el grupo mosaico.

Respecto al tamaño de los frutos y su contenido graso, las figuras 5 y 6 muestran los rangos de variabilidad observados. El peso del fruto oscila entre 1,4 g (variedades ‘Joanenca’, ‘Arbosana’ y ‘Manubenca’) y 6,4 g (variedad ‘Blanc’), aunque el 50% de variedades está entre 2,2 y 3,4 g (fruto de tipo medio). El contenido graso expresado en seco oscila entre el 27% (variedad ‘Vigor’) y el 61% (variedades ‘Negral’ y ‘Siurona’), aunque la mitad de variedades está entre 44% y 52%, siendo la media 47,5%, valores muy característicos de las aceitunas para producción de aceite.

Figura 5. Peso del fruto en gramos. n: indica el número de variedades en el que se basa el gráfico; (: extremos máximos y mínimos observados; x: valor medio; (o): valores atípicos; las cajas indican los percentiles 75% y 25%, entre ambos límites quedan incluidos el 50% de las observaciones.

La variabilidad existente en cuanto al porcentaje de ácido oleico también es muy amplia, existiendo variedades que se muestran fuera del límite legal con valores inferiores a 55% (‘Morrut de la faldeta’) y otras con valores que se acercan al límite máximo permitido (‘Albacarro’, ‘Mançanenca de Batea’, ‘Plans’ y ‘Valentins’) (Figura 7). Hasta 52 variedades presentan un contenido superior a ‘Arbequina’ (66%) en este parámetro. Al igual que con los otros parámetros, el porcentaje en ácidos grasos poliinsaturados (Figura 8) presenta un amplio rango de valores que van desde el 3% (‘Mançanenca de Batea’) hasta el 31% (‘Morrut de la faldeta’). Variedades con elevados porcentajes serán muy susceptibles de presentar enranciamiento, a no ser que tengan en su matriz altos contenidos en polifenoles. Por el contrario valores muy bajos indican, a igualdad en polifenoles, que tienen un buen comportamiento en cuanto al enranciamiento.

Figura 7. Porcentaje del ácido graso oleico (C18:1), expresado en porcentaje. n: indica el número de variedades en el que se basa el gráfico; (??): extremos máximos y mínimos observados; x: valor medio; (o): valores atípicos; las cajas indican los percentiles 75% y 25%, entre ambos límites quedan incluidos el 50% de las observaciones.

Figura 8. Porcentaje de los ácidos grasos poliinsaturados (C18:2 + C18:3 + C20:2), expresado en porcentaje. n: indica el número de variedades en el que se basa el gráfico; (??): extremos máximos y mínimos observados; x: valor medio; (o): valores atípicos; las cajas indican los percentiles 75% y 25%, entre ambos límites quedan incluidos el 50% de las observaciones.

El rango de polifenoles expresado en ppm de ácido cafeico también es muy amplio (Figura 9). Encontramos variedades con cantidades inferiores a los 100 ppm (‘Llei valero’) y variedades que se acercan a los 1000 ppm (‘Cua de cirera’). El 50% de las variedades están entre 216 y 448 ppm, situándose la media en 346 ppm. Hasta 27 variedades tienen un contenido superior a la media. Por encima de los 500 ppm hay 12 variedades, y 4 de ellas incluso superan los 700 ppm. Entre estas últimas tenemos, a parte de la variedad albina ‘Marfil’, variedades procedentes del pre-pirineo catalán (‘Cua de cirera’, ‘Roieta’ y ‘Verdal de la Ribagorça’).

Consideraciones finales

El Banco de Germoplasma de variedades de olivo de Cataluña cuenta con 67 variedades procedentes de todas las zonas olivareras de Cataluña.

La estructura genética indica dos orígenes diferentes, posiblemente relacionados con la evolución histórica de cada territorio.

Las características fenotípicas son muy diversas, lo que permite seleccionar variedades bien adaptadas a diferentes condiciones de clima y suelo así como elaborar aceites de muy diversas características.

Agradecimientos

El Banco de Germoplasma de Cataluña cuenta con el soporte del Departament d’Agricultura de la Generalitat de Catalunya (DARP) y de la empresa VYTRUS BIOTEC

Referencias bibliograficas

Besnard, G., Baradat, P., Chevalier, D., Tagmount, A. and Berville, A., 2001. Genetic differentiation in the olive complex (Olea europaea) revealed by RAPDs and RFLPs in the rRNA genes. Genetic Resources and Crop Evolution, 48(2): 165-182.

Breton, C., Medail, F., Pinatel, C. and Berville, A., 2006. From olive tree to oleaster: Origin and domestication of Olea europaea L. in the Mediterranean basin. Cahiers Agricultures, 15(4): 329-336.

FAO, 2009. Tratado internacional sobre los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura (http://www.fao.org/pgrfa-gpa-archive/hnd/files/Tratado_internacional_sobre_los_recursos_fitogeneticos_para_la_alimentacion_y_la_agricultura.pdf)

Ninot, A. et al., 2015. Recuperació i conservació de varietatas autòctones d'olivera. Dossier Tècnic, 80: 6-16.

Ninot, A., Howad, W. and Romero, A., 2019. Les varietats catalanes d’olivera. Quaderns Agraris (Institució Catalana d’Estudis Agraris)(núm.46 (juny 2019), ): 7-36.

Rovira, M. and Tous, J., 2005. Producción y viabilidad del polen. In: P. Rallo et al. (Editors), Variedades de Olivo en España. Libro Primero: Elaiografía Hispánica. Libro Segundo: Variabilidad y Selección. Libro Tercero: Mejora Genética y Biotecnología. Junta de Andalucía. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Ediciones Mundi-Prensa, Sevilla, pp. 293-300.

Tous, J., 1990. El olivo. Situación y perspectivas en Tarragona. Excma. Diputació de Tarragona.

Tous, J. and Romero-Aroca, A., 1993. Variedades del olivo. Fundación “La Caixa”. AEDOS S.A., Barcelona, 172 pp.

Tous, J., Romero, A., Hermoso, J.F. and Ninot, A., 2011. Mediterranean clonal selections evaluated for modern hedgerow olive oil production in Spain. California Agriculture, 65(1): 34-38.

Zohary, D. and Spiegelroy, P., 1975. Beginnings of fruit growing in old world. Science, 187(4174): 319-327.