“Los productores luchan con el precio, que a duras penas cubre los gastos de explotación”
Entrevista a Enrique Delgado, secretario general de Infaoliva
La Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva) es el organismo que vela por la integración empresarial, que lucha por los intereses generales y específicos de la industria del aceite y representa al sector ante todas las instancias públicas. Conocedores de los últimos datos de las campañas de aceite, de la casuística de un peculiar sector en el cual España encabeza el ranking internacional de producción (aunque no de consumo), de la compleja situación que atraviesan los productores y de la alta calidad del producto, relatan en esta entrevista a Interempresas que los márgenes del agricultor son escasos, y que los actuales retos son “precios, precios, precios”.
¿Qué situación viven en la actualidad los fabricantes de aceites de oliva en nuestro país?
Como ocurre en casi todos los sectores industriales de este país, la fabricación no cuenta con la financiación suficiente para poder atender a todos sus clientes y disponer de un remanente de aceite en sus bodegas. Cuando el agricultor viene a liquidar hay que salir a vender sobre la marcha, este el mercado al precio que sea (el agricultor en las almazaras industriales siempre decide sus ventas), y ante la falta de financiación no se le puede dar el dinero a cuenta que necesitaría. Esto implica estar siempre a merced del envasador.
¿Cómo se ha cerrado esta campaña oleícola 2012/2013?
Ha sido una campaña muy atípica con muchos altibajos y, sobre todo, corta e inestable en los precios, en la cual se preveían unas subidas importantes que nunca se produjeron. Sin embargo, es cierto que hemos llegado a unos enlaces de campaña bajo mínimos y el sector se verá obligado a reponer.
¿Cuáles son los principales destinos de nuestros aceites?
La labor que en estos momentos está desarrollando el sector a través de la Interprofesional tiene como objetivo prioritario los países emergentes, donde la cuota de consumo es, viendo el potencial económico, bastante elevada. Dentro de estos países se sitúan Brasil, China, India, Japón y países emergentes.
El destino de nuestros aceites
Los principales países de destino de las exportaciones españolas de aceite de oliva durante la campaña 2010/2011 han sido los siguientes (en toneladas):
- Italia: 411.967,65
- Portugal: 80.229,59
- Francia: 66.346,11
- Estados Unidos: 50.311,98
- Reino Unido: 35.694,99
- Australia: 18.929,98
- China: 18.639,97
- Japón: 15.032,01
- Brasil: 14.385,08
- Bélgica: 8.496,52
- Países Bajos: 8.366,52
- Rusia: 8.289,44
- México: 8.154,12
- Corea del Sur: 7.828,50
- Alemania: 6.794,01
- Colombia: 4.572,85
- Israel: 4.352,97
- Suiza: 3.216,49
- Irán: 3.050,69
- Irlanda: 2.790,65
Resto de países: 53.226,65
Total Mundo: 830.676,77
Fuente: Agencia Tributaria. Base de Datos Estacom (Icex). Elaboración propia.
¿Qué tipo de aceite se consume más en nuestro país? ¿Y en el exterior?
El consumo de los hogares en 2011, en volumen, ha sido de 163.504,96 kilos de aceite de oliva virgen extra/ aceite de oliva virgen y 279.575,73 kilos de aceite de oliva. En cuanto al consumo exterior básicamente es de aceite de oliva, si bien con las campañas de información y animación al consumo hay ligeras tendencias al consumo de vírgenes extras.
¿Qué podría decirnos de la rentabilidad para el agricultor? ¿Con qué márgenes de beneficio cuenta el agricultor en España? ¿Y los productores de aceite de oliva?
La rentabilidad del agricultor medio-pequeño es casi nula. Sobrevive gracias a no tener horarios y realizar casi todas la tareas él mismo. Dentro de los márgenes en los que se encuentra, que son muy pequeños, en la agricultura tenemos un añadido como son las ayudas de la PAC, aunque, en términos generales, es poca la rentabilidad que obtiene. Los productores de aceite de oliva están en la misma situación, luchando constantemente con el precio, que a duras penas cubre los gastos de explotación.
¿Cuáles son las previsiones para la próxima campaña?
Desde nuestra organización, y no con los medios que pueda tener la administración, se efectúan sondeos entre las almazaras desde el inicio de la floración, pasando por el cuaje del fruto, etc… Y nuestras previsiones se encuentran en torno a 1,3/1,35 toneladas de aceite. Debemos tener en cuenta que en los últimos meses estamos sufriendo una crisis de lluvia que también está afectando al olivo y, por tanto, a la aceituna, con un estrés hídrico que hará disminuir las previsiones.
¿Somos profetas en nuestra tierra en cuanto a consumo?
España, pese a ser el mayor productor de aceite de oliva, no es precisamente el mayor consumidor, ni el mayor consumidor en cuanto a vírgenes ni vírgenes extra.
¿Cuál cree que es el nivel de nuestras empresas productoras en cuanto a tecnología y maquinaria se refiere? ¿Están a la vanguardia tecnológica? En términos generales, ¿gozan de instalaciones y equipos modernos y actualizados?
La industria oleícola se encuentra en un momento muy bueno en cuanto a modernización, lo que evidentemente está repercutiendo en la calidad de sus aceites. Baste decir que, en términos generales, cada vez se produce más aceite virgen extra. En parte es éxito del agricultor, pero parte del mismo es de la almazara.
Ustedes han criticado el anuncio de las previsiones de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. ¿Por qué? ¿Qué consecuencias puede traer consigo?
De momento no hemos visto que se lleve a cabo el segundo aforo que ya era tradicional en estas fechas. Además, por las entradas en almazaras estamos viendo menos cosecha de la esperada.
¿Cree que las diferentes normativas que regulan el sector se adaptan a las necesidades?
Creemos que, con pequeños retoques, sí se adapta a la necesidad.
¿En qué cree que puede mejorar el etiquetado de nuestros aceites?
De momento, el tema del etiquetado está bien, salvo que hay que cumplir la legislación y, en algún caso, se bordea. Hay que dejar de lado adjetivos confusos para el consumidor como “intenso”, “suave”, “ling”, etc…
Hace unos meses el Gobierno anunciaba su intención de prohibir las aceiteras rellenables en bares y restaurantes. ¿Cuáles cree que pueden ser las consecuencias para el sector de los fabricantes? ¿Y para la hostelería? ¿Y para el consumidor? Háblenos de los pros y contras.
No creo que tenga ningún contra, todo son pros. Al consumidor hay que darle lo que pide. Si alguien sirve oliva, virgen o virgen extra, quien lo toma debe saber realmente lo que es. La incidencia en la hostelería y los tapones inviolables es mínima. Cuesta más una jarra de agua que depositen en la mesa a la diferencia de precio del aceite que se consume entre un oliva y un virgen.
El del aceite de oliva es un sector estratégico, pero ¿cree que se defienden suficientemente nuestros intereses en Europa?
En cuanto a la labor de la Interprofesional y el Ministerio considero que sí. Sin embargo, también creo que se debe ser más contundente en acciones puntuales. Me refiero a determinadas informaciones procedentes de EE UU, Australia y Reino Unido. Creo que hay que mostrar más firmeza y desmentir muchos mitos que falsamente se crean alrededor del aceite. La última por parte de Reino Unido es poner un semáforo a los aceites. ¿Por qué no ponemos nosotros un semáforo a determinados productos procedentes de Reino Unido? Todavía tenemos presente el tema del vacuno...
¿A qué retos se enfrenta el sector en la actualidad?
Precios, precios y precios.
