La transición del ecosistema de los plásticos hacia un modelo circular y con cero emisiones netas
Beatriz Meunier, Directora de Comunicación en Plastics Europe España
31/10/2024Los plásticos, un activo clave para la economía europea y española
Como se ha descrito al inicio de este informe, en el capítulo de datos del sector, sin duda el nuestro es un activo esencial para la economía europea y española.
Un sector compuesto por productores de materias primas plásticas, transformadores, recicladores de plásticos y fabricantes de maquinaria. Un ecosistema industrial que según 'Plastics - the fast Facts 2023' está compuesto por más de 53.000 empresas en Europa y casi 4.000 en España. Un sector muy atomizado, tanto en nuestro país como a nivel europeo, con una altísimo porcentaje de pymes (99%) que están repartidas por todo el territorio. En España, además, esta distribución de la localización de las empresas ayuda a luchar contra el reto demográfico de la España vaciada, ya que podemos encontrar empresas del sector de los plásticos en prácticamente todas las provincias/comunidades autónomas del país.
En cuanto a su aportación en términos de empleo, este sector emplea de forma directa a más de 1,5 millones de personas en la UE27+3. En nuestro país son más de 90.000 los empleos directos generados por este sector de actividad, superando los 300.000 si se incluyen los empleos indirectos e inducidos. Cabe destacar la calidad del empleo generado por esta industria ya que un 96% del empleo es fijo.
Finalmente, si nos centramos en la contribución a la economía, estamos hablando de un sector que en Europa genera del orden de 400.000 millones de euros anuales y en España, unos 22.000 millones, con una aportación a las arcas públicas de más de 1.500 millones de euros.
Su versatilidad y capacidad de innovación son dos características fundamentales de los plásticos que permiten que se utilicen de una manera muy transversal en los diferentes sectores de la economía. Según los datos de 'The Circular Economy for Plastics – a European Analysis', en 2022, la transformación de plásticos por sectores de aplicación fue la siguiente: envases y embalajes (39%); construcción y edificación (22,9%); automoción (8,3%); equipamiento eléctrico y electrónico (5,7%); agricultura, ganadería y jardinería (4,4%); hogar, ocio y deportes (4,1%); otros sectores de aplicación (15,6%) como, por ejemplo, el cuidado de la salud o las energías renovables.
En cuanto al consumo final de productos plásticos terminados por parte de los consumidores en Europa, de 2018 a 2022, se observa una ligera disminución (3,8%), especialmente en el sector del envase y embalaje.
Beatriz Meunier, Directora de Comunicación en Plastics Europe España.
Acelerar la transición hacia un ecosistema circular y con cero emisiones netas
El Pacto Verde de la Unión Europea puso de manifiesto una clara ambición climática: ser el primer continente climáticamente neutro. En línea con esta ambición, y conscientes de que es necesario acelerar la transición de la industria, Plastics Europe, la asociación paneuropea de productores de materias primas plásticas y sus miembros publicaron en 2023 'The Plastics Transition', su hoja de ruta para rediseñar el ecosistema europeo de los plásticos y conseguir que sea circular y con cero emisiones netas en 2050.
En términos de circularidad, la hoja de ruta plantea que para 2050, el 65% de los plásticos usados por la industria podrían ser circulares y, como paso intermedio, que este porcentaje sea de un 25% en 2030.
Se definen también los 'plásticos circulares' como: aquellos procedentes de materias primas alternativas a los recursos fósiles; por ejemplo, plásticos reciclados (por vía mecánica o por vía química), plásticos de origen biológico o plásticos fabricados a partir de la captura de carbono.
En cuanto a los objetivos de descarbonización, para alcanzar un ecosistema con cero emisiones netas en 2050, 'The Plastics Transition' propone un objetivo intermedio de una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 28% en 2030 (comparado con los niveles de 2021).
Entendiendo que tanto la circularidad como la descarbonización son ambiciones climáticas compartidas por gran parte de los actores de nuestra industria, y de los decisores políticos, estos son dos de los drivers que marcarán las tendencias del sector de los plásticos en los próximos años.
Figura 1: Con el apoyo de los decisores políticos y una mayor colaboración con la cadena de valor, los plásticos circulares podrán crecer y sustituir de manera gradual a los plásticos de origen fósil. (Análisis de Deloitte, 2023).
Este aumento general de plásticos circulares –estamos hablando de 8 veces más- pone de relieve la magnitud de los cambios estructurales que tendrán que darse en el mercado en las próximas tres décadas.
Para que esta visión pueda hacerse realidad, es necesario que ciertas tendencias de mercado se confirmen:
- La apuesta porque el diseño y los modelos de negocios sean más circulares, impulsando también la reutilización, el rellenado, la reparabilidad y por supuesto el diseño para la reciclabilidad/circularidad.
- Mejorar e incrementar el reciclado mecánico, una tecnología que seguirá siendo la opción preferida para el tratamiento de muchos flujos de residuos. Al tener un alto nivel de madurez para diferentes tipos de polímeros y aplicaciones, ofrece también en el corto plazo, la capacidad de escalar aun más sus capacidades y eficiencias. Para ello, serán necesarias regulaciones más estrictas que fomenten la recogida de flujos de residuos de alta calidad
- Inversiones tecnológicas como la IA, para una mejor separación de los residuos e incentivos que impulsen la demanda de plásticos reciclados. Si estas tendencias se confirman, en 2050 el reciclado mecánico podría ofrecer 15,6 millones de toneladas de plásticos reciclados al mercado.
- Potenciar las tecnologías de reciclaje químico como un complemento necesario al reciclado mecánico para ser capaces de reciclar aquellos residuos que no se reciclan actualmente. Los productores de plásticos han anunciado inversiones de hasta 8.000 millones de euros de aquí a 2030 para el escalado de estas tecnologías. Si se dan los marcos reguladores, tecnológicos y económicos adecuados, estas tecnologías podría ofrecer más de 3 millones de toneladas de plásticos reciclados al mercado en 2030.
- Ampliar la producción a partir de biomasa sostenible ya que esta solución puede reducir notablemente las emisiones de gases de efecto invernadero. A día de hoy, los plásticos biobasados solo representan un 2% de los plásticos transformados -1,3 millones de toneladas producidas-. De nuevo, con los marcos regulatorios y económicos adecuados, la producción de plásticos de origen bio podría duplicarse cada década, alcanzando 2,7 millones de toneladas en 2030 y 11,4 millones de toneladas en 2050.
- Invertir en I+D+i en las tecnologías de captura y uso de carbono. La ampliación de la captura y almacenamiento de carbono (CAC) permitirá disponer de grandes cantidades de carbono disponibles. En este contexto, los científicos están redoblando esfuerzos para encontrar nuevos usos para este flujo y uno de ellos es la producción de polímeros. Producir plásticos con estas tecnologías podría significar un ahorro de hasta un 90% en las emisiones de CO2 comparado con la producción convencional. Estas tecnologías son prometedoras, aunque aún muy incipientes. 2040 podría ser la década de un despegue y para 2050, la industria podría ofrecer algo mas de 3 millones de toneladas de plásticos producidos a partir de la CAC.
Los progresos en circularidad serán fundamentales también para avanzar hacia un ecosistema de los plásticos con cero emisiones netas. Y es que, según el informe ReShaping Plastics de la consultora SystemIQ, la circularidad, a corto y medio plazo es la palanca más efectiva para acelerar la descarbonización de este ecosistema.
Una descarbonización del sector que, según el análisis de 'The Plastics Transition', pasa por reducir emisiones a través de la reutilización, el uso de materias primas circulares, evitar la incineración de los residuos, mejorar la eficiencia en los procesos de producción, el uso de combustibles renovables con bajas emisiones de carbono, la electrificación de los procesos de producción y la utilización de la captura y almacenamiento de carbono (CAC).
Finalmente, para que el ecosistema los plásticos pueda ser cero neto, no solo se requieren inversiones para reducir las emisiones de GEI en la fase de producción de los plásticos, sino también en otros puntos de la cadena de valor, como en la producción de las materias primas con las que se producen los plásticos, y en las etapas de transformación y de gestión de fin de vida de los mismos.
El sector de los plásticos, de la mano de la innovación y la tecnología, está apostando por su transición hacia un modelo más sostenible, circular y con cero emisiones. Estas ambiciones necesitan del esfuerzo combinado de todas las partes interesadas del ecosistema: cadena de valor, usuarios, gestores de residuos y, por supuesto, administraciones públicas.
Por eso, es muy probable que, en los próximos años, veamos cada vez más alianzas entre diferentes empresas de la cadena de valor, también con fabricantes de marca, para diseñar juntos esos productos y soluciones circulares y bajas en carbono.
En cuanto a las administraciones públicas, deseamos que nos acompañen y apoyen en esta transición. Los reguladores, nacionales y europeos, tienen en sus manos diseñar los marcos políticos que impulsen la transición del ecosistema de los plásticos e implementar las medidas que reclamamos desde el sector.
Tienen también un rol esencial para ayudar a la industria a mantener su competitividad nacional y europea. Una competitividad que en los últimos años se ha visto especialmente mermada debido a aún complejo contexto económico y regulatorio para la industria.
Sin una industria fuerte y competitiva, difícilmente se podrán invertir, de aquí a 2050, los 235.000 millones de euros necesarios para hacer evolucionar el ecosistema de los plásticos hacia ese modelo circular y con cero emisiones netas, que siga satisfaciendo las necesidades de la sociedad, ayude a otros sectores en su propia transición y tenga un impacto positivo en las personas y el planeta.
1. Según estimaciones de Deloitte – The Plastics Transition