Entrevista a Josep M. Serra, director de la división Robótica de Stäubli Española
Automatizar es ya una obligación. ¿Se observa esto, efectivamente, en la demanda de los clientes?
Si damos un vistazo a la situación del mercado podremos observar la marcha de parte de la producción a mercados asiáticos. Para mantener la competitividad de nuestra industria se debe automatizar para mantener los costes productivos en niveles adecuados y, al mismo tiempo, aportar valor al producto, ya sea en temas de calidad, complejidad o, incluso, en flexibilidad.
¿Cómo ve Stäubli la duda que en determinados momentos puede surgir al transformador de plásticos entre decantarse por un robot antropomórfico o uno cartesiano?
Posiblemente deberíamos ver al robot antropomórfico como una elección alternativa al cartesiano; para cuando éste último no dispone de capacidad técnica para realizar alguna operación. Pero hay dos factores que pueden inclinar la balanza hacia el antropomórfico:
El primer factor es la flexibilidad. La industria está en continuo movimiento buscando la mejora de calidad, la reducción de tiempos y la optimización de procesos. Dentro de este escenario parece lógico escoger un equipo que cumpla con las necesidades actuales pero que también sea capaz de cubrir las futuras. Sin duda el robot antropomórfico se presenta como el candidato ideal.
El segundo factor es el coste del equipo y de la propia integración. Con la generalización de los equipos antropomórficos se han reducido las distancias en el precio de adquisición y además hay que considerar que, como fabricantes de robots, ofrecemos una línea de robots pensada para la industria del plástico, reduciendo también los costes de desarrollo y simplificando su utilización.
¿Cómo espera que finalice este año para Stäubli en España?
Creo que el 2009 está siendo un año complicado, pero a pesar de ello estamos manteniendo un crecimiento sostenido. La diversificación ha sido nuestra mejor arma para combatir una crisis que, por sus características, creo que es desconocida por todos y por ello de difícil la predicción. Cosa distinta sería hablar de nuestros deseos de recuperación y de crecimiento del sector industrial.
Durante años España tuvo una industria necesitada de robots. ¿Esto sigue siendo así?
Durante muchos años los robots se han introducido en determinados sectores industriales en los que, a día de hoy, la robótica es de uso común.
Por el contrario todavía existe una multitud de industrias en las que la robótica no ha entrado y donde puede aportar el grado de competitividad necesario. Sin entrar en las ventajas sobre el propio producto, podríamos analizar el mejor comportamiento y menor sensibilidad de la industria automatizada frente a situaciones económicas como la actual.
Se dice que frente a los países de bajo coste la única salida para los que inyectan en Europa son las aplicaciones de alto valor. ¿Está de acuerdo con esta afirmación? ¿Qué papel juegan aquí las soluciones de automatización?
Parcialmente, sí. No cabe duda que una salida es producir algo que otro no puede hacer con la misma calidad. Pero también nos hemos de plantear la posibilidad de producir el mismo producto a menor coste. Para ello debemos agudizar el ingenio y reducir costes y tiempos. Desde reducir tiempo en el cambio de molde gracias a la instalación de una placa multiconexión a reducir el tiempo de descarga gracias a la instalación de un robot.
¿Qué prestaciones son las más valoradas por los clientes en un robot?
Un robot para una aplicación de plástico debe ser rápido para reducir el tiempo de carga / descarga, rígido para evitar vibraciones indeseadas y que merman el tiempo de ciclo, reducido para facilitar la convivencia con el equipo de mantenimiento, preciso para garantizar operaciones como la colocación de insertos en molde y si es ligero, nos permitirá desplazarlo de una máquina a otro.
Las soluciones automatizadas son rechazadas en ocasiones por su alto coste. ¿Qué puede decir al respecto?
¿Costosa respecto a qué? Deberíamos conocer los costes industriales y que valor nos aporta la automatización. Una aplicación de descarga es simple y está resuelta, no tiene que ser forzosamente costosa. Antes de considerar una automatización costosa deberíamos analizar el retorno de inversión.
¿Stäubli solamente vende robots o también realiza proyectos de integración en líneas de producción?
Para ello, y debido a la inmensidad de sectores en los que podemos aplicar nuestra tecnología, debemos coordinar nuestros esfuerzos con las ingenierías especializadas que son conocedoras de las particularidades y problemática de cada aplicación particular.
Formamos un tándem con la ingeniería, aunque deberíamos hablar de trío ya que la participación del cliente es imprescindible para definir la solución a sus necesidades y garantizar el éxito de la robotización.
Stäubli lleva décadas buscando y desarrollando soluciones eficientes para la industria del plástico. Nuestro objetivo ha sido reducir al máximo la pérdida de tiempo en los cambios de molde y por ello disponemos de una gama de productos al nivel de los clientes más exigentes. Desde conectores para fluidos, placas multiconexión y sistema de embridado de moldes (magnético, hidráulico o bayoneta).
Buscando la máxima eficiencia hemos desarrollado nuestros robots antropomórficos de la gama TX y RX capaces de trabajar a pie de máquina ocupando un espacio mínimo. Nuestra filosofía se basa en robots de peso y tamaño reducido capaces de entrar y salir de máquina con gran repetibilidad y a muy alta velocidad dando unos tiempos de ciclo muy reducidos gracias a su elevada rigidez.
Todos los equipos, independientemente de su tamaño, llevan un controlador de la familia CS8, al hemos unido un interface Euromap 12 / 67 para comunicar con la máquina inyectora y el software Valplast, pensado para programar fácilmente el equipo.
Nuestra extensa gama permite la automatización desde las pequeñas máquinas de microinyección gracias al TX40, pasando por gama media con los TX60, TX90 y RX160 y finalizando por el TX200, un equipo recién presentado capaz de manipular cargas de hasta 130 kg. Todo ello, en equipos para ambiente industrial y sala blanca.
Con este equipamiento no solo se puede fácilmente cargar insertos o etiquetas (IML - In Mould Labelling) en el molde y, a la vez, descargar la pieza recién inyectada sino que podemos pensar en añadir operaciones adicionales a pie de máquina; operaciones que hasta hace poco se debían de realizar a mano en naves anexas.
El objetivo, aprovechar la elevada destreza, velocidad y precisión del Stäubli para realizar las más variadas operaciones a pie de máquina (montajes, etiquetados, verificaciones con visión, desbarbados, embolsados, etc.).
