Bastoncillos reutilizables gracias a los elastómeros termoplásticos

Los productos plásticos desechables tienen sus días contados: hoy se requieren alternativas. El éxito de los bastoncillos reutilizables de LastObject muestra que el mercado está preparado para el cambio. Tanto en su versión clásica como en el modelo Beauty, estos bastoncillos están fabricados con materiales de alta calidad. Para cumplir todas las exigencias, los productos presentan la punta realizada con Thermolast M, un compuesto de Kraiburg TPE que se utiliza con frecuencia en el sector de la salud.

Cada día se fabrican en el mundo 1.500 millones de bastoncillos, y cada uno de ellos se utiliza por una única vez. Precisamente eso es lo que inicia la misión de LastObject: esta empresa danesa impulsa un movimiento de 'cero residuos' para que las futuras generaciones puedan crecer en un planeta limpio y saludable. En un primer paso, su proyecto pionero proporciona soluciones reutilizables e higiénicas que constituyen alternativas frente a los artículos desechables. Ya se han vendido más de 500.000 LastSwabs en todo el mundo. LastObject reacciona así de manera eficaz frente a la Directiva (UE) 2019/904, que adquirirá rango de ley a mediados de 2021 y que prohíbe los productos de plástico de un solo uso siempre que se disponga de alternativas.

La durabilidad y la limpieza rápida y sencilla son requisitos básicos para los bastoncillos reutilizables. Durante el proceso de desarrollo del LastSwab se dio mucho valor a estos atributos. De acuerdo con los datos proporcionados por el fabricante, el diseño permite que cada unidad se utilice hasta 1000 veces. Otra de las exigencias consistía en lograr un producto que asegurara una adecuada tolerancia y no provocara irritaciones en caso de un contacto repetido con la piel. De más está decir que esta condición también se cumple.

Kraiburg TPE TPE mantiene una estrecha colaboración en Dinamarca con Teknisk Agentur, distribuidor local y socio de confianza. A la hora de efectuar la selección para la punta suave y flexible, se optó por un compuesto perteneciente al grupo de productos Thermolast M. El material, superior a todos sus competidores en lo que respecta a la adhesión, al aspecto visual y a las posibilidades de procesado, presenta las siguientes propiedades:

• Dureza: aprox. 40 Shore A
• Resistencia a la tracción: 8,0 MPA
• Alargamiento a la rotura: 800%
• Resistencia al desgarro: 11,5 N/mm

El compuesto se adhiere a polipropileno y polietileno, tiene una alta resistencia a la abrasión, es soldable y no contiene sustancias de origen animal. Se procesa en inyección y extrusión. Para la parte estable del bastoncillo se utiliza polipropileno. La caja está fabricada en plástico oceánico (OWP) de la empresa danesa Zeaplast, que recoge el material de mares y ríos en el Sudeste Asiático y lo recicla. De la inyección del producto se encarga AMP, una conocida firma de Dinamarca que opera en ese sector.

Lo que aborda LastObject es más que una simple tendencia: el producto contribuye de manera eficaz y mensurable a ahorrar materias primas, a disminuir la cantidad de residuos y a reducir al mismo tiempo la huella de CO₂. "No solo el material de Kraiburg TPE nos ayudó a realizar el proyecto, sino que todo el proceso fue para nosotros muy atractivo: desde la identificación del producto hasta el servicio. Kraiburg TPE TPE, su distribuidor danés Teknisk Agentur y el especialista en inyección AMP son socios de confianza, que nos ayudan a configurar un futuro más sostenible", señala Nicolas Aagaard, cofundador de LastObject.