Entrevista a Víctor Pavón, responsable Filial España y Portugal de Sepro Robótica
¿Cuáles son las tendencias del sector de la robótica industrial?
Creo que la tendencia apunta hacia el suministro de células cada vez más complejas, reemplazar tareas con poco valor añadido y obtener una mayor rentabilidad al proceso de fabricación. La mentalidad está cambiando en el sentido de introducir la futura automatización de la producción en el proceso de desarrollo de los proyectos desde su estado embrionario, pues en la mayoría de los casos los fabricantes de robots nos encontrábamos con procesos ya establecidos y había que automatizarlos con altas dosis de ingenio y de tecnología. Cada vez más, la inmensa mayoría de los proyectos se crean y desarrollan pensando en la automatización del proceso, si no total, al menos parcial, haciendo que proyectos inabordables en el pasado por su dificultad, hoy se puedan automatizar.
¿Qué innovaciones son las más significativas?
La complejidad de las piezas a fabricar es cada vez mayor. También nos encontramos a menudo insertando en el molde tejidos, tornillos, chapas, circuitos eléctricos y, por supuesto, otros materiales plásticos como por ejemplo en procesos de sobremoldeo con elastómeros para cierres estancos, o procesos IML o IMD, cada vez más generalizados y con enormes campos de aplicación.
¿Puede citar alguna aplicación realizada por Sepro que destaque por su complejidad?
Estamos trabajando en proyectos en los que en la pieza de plástico final confluyen una variedad importante de procesos y de componentes durante su fabricación, desde tornillos de anclaje, pasando por estructuras conductoras de cobre, casquillos de refuerzo, juntas de elastómeros, encolados, aislamiento de ciertas zonas de la pieza, componentes electrónicos, etc. Son piezas compuestas de diferentes materiales inyectados, cada uno con sus propias características y funciones que permiten ahorrar costes de ensamblaje y montaje posterior a la inyección. Se trata de piezas extremadamente técnicas de empresas líderes en la industria del plástico y que nos marcan la tendencia de lo que será el futuro de la automatización.
¿Qué cosas se pueden hacer hoy gracias a los robots industriales que no pudieran hacerse hace una década?
Como he comentado anteriormente, integrar diferentes procesos simultáneamente a pie de máquina, minimizando la intervención humana, antes requería de enormes recursos. Ahora, por imperativos del mercado, se van reduciendo paulatinamente. Del mismo modo el control de calidad de las piezas a pie de máquina es una notable evolución de estos últimos años mediante los propios datos suministrados por la inyectora, el control de gramaje, la visión artificial, etc.
¿Ha habido alguna innovación en los robots dirigidos a la industria del plástico que marquen un antes y un después?
En la industria de la robótica es difícil hablar de revoluciones, más bien existe una constante evolución hacia máquinas más potentes, más económicas, más eficientes energéticamente y en definitiva más capaces de solventar la cada vez más exigente demanda del mercado. Sin duda en nuestro sector, el de la transformación de plástico por inyección, el robot cartesiano fue en sí mismo una novedosa herramienta. Poder extraer las piezas de la inyectora sin que se golpeasen o manchasen mejoró notablemente los procesos de inyección.
