El coche, un puzle al milímetro
Un coche está formado por unas 4.000 piezas procedentes de casi un centenar de proveedores de distintos países. Se trata de un complejo puzle que el departamento de Técnica de Medición de Seat se encarga de encajar a la perfección… gracias a las diferentes tecnologías de medición que emplean para lograrlo.
Un mecano para el encaje perfecto
Unas estructuras de aluminio sirven como maquetas a tamaño real que simulan las distintas partes del coche. Diferentes moldes permiten analizar las piezas más importantes, tanto interiores como exteriores. Durante los nueve meses previos al lanzamiento de un nuevo modelo, el equipo de este taller trabaja para que “el cliente, al ver su coche, lo sienta como un todo compacto, preciso, perfecto y de calidad”, explica Pedro Vallejo, gerente de Técnica de Medición y Meisterbock de Seat.
De 1 a 200.000 puntos por segundo
Hace unos años, la tecnología táctil permitía medir un punto por segundo. Actualmente, esta herramienta de medición se complementa con la fotometría y el escaneado láser para llegar a los 200.000. Con estos avances “no sólo tenemos mucha más información, sino que somos capaces de entender el comportamiento de cada una de las piezas del vehículo en menos tiempo, siendo así mucho más efectivos en la introducción de mejoras”, asegura Vallejo.
El futuro, con la realidad virtual
Estos avances en las técnicas de medición permiten obtener un modelo virtual de cada vehículo. “La virtualidad ya nos permite multiplicar de forma exponencial los puntos de análisis y, gracias a un personal cualificado, podremos ser todavía más rápidos y ágiles”, explica Vallejo. “Estamos transformándonos del análisis reactivo al preventivo”, añade.
El trabajo del equipo de Técnica de Medición no sólo se centra en la fase previa al lanzamiento de un coche, sino durante todo el proceso de producción hasta la entrega final del vehículo.
Precisión milimétrica del grosor de un folio
La unión de cada pieza del coche se analiza con un nivel de detalle de 1 décima de milímetro. Este trabajo no sólo “garantiza una percepción uniforme que puede apreciar el cliente, sino que asegura cuestiones puramente funcionales”, aclara Marc Vidal, ingeniero del departamento. De esta manera, se asegura que no haya ninguna entrada de agua, por ejemplo. También se estudia el tacto de cada uno de los botones, posibles ruidos molestos o, incluso, partes del coche que influyen en la aerodinámica, como el encaje entre el parabrisas y el montante.
Revisión constante
El trabajo del equipo de Técnica de Medición no sólo se centra en la fase previa al lanzamiento de un coche, sino durante todo el proceso de producción. En este sentido, una vez validadas las piezas en este taller, se revisan y se hace un seguimiento para asegurar que los requisitos de calidad se mantienen a lo largo de la fabricación de un coche. “El control se efectúa hasta la entrega al cliente final”, añade Vallejo.
Meticulosos y detallistas por deformación profesional
Estas son algunas de las aptitudes que estos expertos también trasladan a la vida personal. Trabajar siempre con niveles de precisión milimétrica hace que “cuando me compro unas gafas, por ejemplo, miro el encaje de las patillas”, comenta Marc. “Todos somos así. Yo, incluso, miro si las piezas de los juguetes de mi hija están bien acopladas”, añade Vallejo.
Medio millar de personas implicadas
Para el encaje de todas las piezas, no sólo intervienen los ingenieros y especialistas del departamento de Técnica de Medición, sino también profesionales de otras áreas de la compañía y más de 90 proveedores de 12 países de Europa, Asia y Norte de África.