Engel vende su máquina número 60.000

04/07/2006

4 de julio de 2006

El 23 de marzo de 2006, el fabricante austriaco de inyectoras, Engel Austria GmbH, representada en España por Helmut Roegele, celebró una importante fecha en su historia corporativa: la venta de su máquina número 60.000 a la empresa holandesa Kellpla b.v., un inyectador para terceros ubicado en Venlo. La máquina en cuestión fue el modelo eléctrico Engel Victory 740/200, también denominada híbrida, con una unidad de cierre hidráulico sin columnas y unidad de inyección totalmente eléctrica de las series Engel E-motion. Esta nueva inyectora Engel ya se encuentra en servicio en Kellpla y actualmente se utiliza para la producción de piezas de precisión para conductos para cables de fibra óptica.

La primera inyectora de Engel que compró Kellpla en 1958 fue también la primera máquina que Engel exportó. La transacción la llevaron a cabo los respectivos fundadores de ambas compañías: Theo Kelleners, el padre de actual propietario de Kellpla y Ludwig Engel.

Theo Kelleners fue uno de los pioneros en la transformación de plásticos en los Países Bajos. Para la adquisición de la segunda inyectora que compró durante su trayectoria profesional confió en Engel, a partir de un anuncio publicado en un diario alemán. Aquella vez, la venta de esa máquina también resultó una fecha señalada, ya que resultó la primera vez que Engel exportaba uno de sus productos. Como curiosidad, la inyectora fue transportada en un carro tirado por caballos. A partir de ese momento hasta hoy en día, Kellpla se ha dedicado a la inyección para terceros. La compañía opera con 46 inyectoras Engel con fuerzas de cierre entre 250 y 6500 kN.

“Sólo los productos innovadores asegurarán la futura supervivencia de los transformadores de plástico en Europa occidental. Y para eso, necesitamos máquinas innovadoras. Engel siempre nos ha proveído de esas máquinas en el pasado, y podemos asumir con seguridad que lo seguirá haciendo en el futuro”, dijo Hay Kelleners en el discurso de cierre de la ceremonia celebrada por la venta de la máquina número 60.000.