Portugal se amolda a los nuevos retos
La potente industria portuguesa, compuesta por un total de 530 compañías, que emplean a 8.250 personas, está concentrada prácticamente en su totalidad en las zonas de Marinha Grande, situada a 140 kilómetros al norte de Lisboa, y Oliveira de Azeméis, región ubicada cerca también de la costa, a 60 kilómetros al sur de Porto. Con una producción de 404 millones de euros en 2011, este sector vive uno de sus mejores momentos. Difícil de explicar teniendo en cuenta que tres de cada cuatro moldes que se producen en Portugal se dirigen a la automoción, una industria en horas bajas en el continente europeo. Si a principios de la década de 1990, este sector tan sólo representaba el 14%, en la actualidad, el automóvil copa el 72% de la producción de moldes lusa. Y es que son muchas las compañías del país que pueden presumir de trabajar para las mejores firmas automovilísticas del mundo.
El relevo generacional
El sector está compuesto en gran medida por empresas de corte familiar con 25 ó 30 años de experiencia en el sector, que se enfrentan ahora al relevo generacional. Los hijos de aquellos emprendedores se ven ahora en la obligación de apostar por las nuevas tecnologías, de renovar su parque de maquinaria y de actualizar y optimizar su forma de trabajar para ser competitivos en un mercado cada vez más global y descentralizado. Se trata de una adaptación a los nuevos tiempos que la industria del molde portuguesa está acometiendo con éxito. “Somos líderes mundiales en este sector y no nos podemos quedar atrás”, comenta el director comercial de una compañía especializada en el desarrollo de moldes para la fabricación de pequeñas piezas de electricidad y electrónica.
Más de 800 profesionales y expertos del sector de países como Portugal, España, Italia, Grecia, Francia, Alemania, Suiza, EE UU, Bélgica o Dinamarca, se acercaron a Marinha Grande y Oliveira de Azeméis entre el 1 y el 4 de abril para conocer de primera mano las últimas novedades del sector de los moldes en Portugal. Durante las jornadas, gozaron de especial protagonismo la investigación y el desarrollo, y las tendencias de un sector que, aunque sigue apostando firmemente por la industria automovilística, se abre a otros sectores de valor añadido como el de los dispositivos médicos y la aeronáutica. La Semana de los Moldes, de carácter bienal, contó con seminarios técnicos, workshops, así como diversas conferencias, pronunciadas por destacados expertos del sector, y con un espacio expositivo donde algunas empresas presentaron sus novedades. El evento se cerró con la visita de António Almeida Henriques, secretario de Estado de Economía y de Desarrollo Regional, a una de las empresas de Oliveira de Azeméis, una multinacional portuguesa dedicada casi por completo al sector de la automoción. Tras el recorrido por las instalaciones de la compañía, el secretario pronunció un discurso en el que destacó el papel del sector del molde en la economía del país. “Es un referente internacional y un ejemplo a seguir para el resto de industrias de Portugal”. Al acto de clausura, celebrado en un restaurante a las afueras de Oliveira de Azeméis, asistieron también Hermínio Loureiro, presidente municipal de Oliveira de Azeméis, João Faustino, presidente de Cefamol, entre otras personalidades políticas y económicas, además de empresarios y profesionales del sector del molde y la prensa internacional.
Competencia leal
La mayoría de los gerentes y presidentes de las principales compañías de la industria moldista portuguesa trabajaron antes para otras empresas de este sector. Allí aprendieron el arte de crear moldes, una forma minuciosa de trabajar, comprometida con las necesidades del cliente, que ha marcado el estilo y el sello en la confección de moldes portuguesa, tan reconocida internacionalmente. Con el tiempo, aquellos aprendices del oficio se establecieron por su cuenta y hoy son competidores directos y vecinos de las empresas que los formaron.
En la visita a una importante compañía de moldes de Marinha Grande, el gerente señala a una nave situada al otro lado de la carretera y que puede verse a través de la ventana. “Ahí está nuestro competidor más directo. Lo tenemos ahí, a 100 metros”, explica. “Todos estamos concentrados en muy pocos kilómetros cuadrados. Por eso nos llevamos bien, e incluso, nos ayudamos y colaboramos”, añade. “En realidad, nuestra principal amenaza son empresas de otros países”, apunta el director comercial de otra compañía de la misma región especializada en moldes para la automoción. Y es que el 90% de la producción de la industria moldista portuguesa viaja al extranjero.
“Nunca le decimos que no a un pedido”, señala. “Sabemos que si nosotros no disponemos de la tecnología o del tiempo necesarios para finalizar un proyecto, podemos acudir a una empresa vecina. En otra ocasión, ellos harán lo mismo con nosotros”. El director de otra empresa de la comarca explica que la amenaza de países asiáticos como China, tan presente en Occidente, se está disipando en el sector del molde en Portugal. “Los clientes que probaron la experiencia china han vuelto con nosotros escarmentados. Saben que en Portugal trabajamos muy bien el molde, y a precios muy competitivos. Además, somos responsables, puntuales y estamos comprometidos por completo con las necesidades de nuestros clientes”, añade.
El tridente de Alemania, Francia y España
Alemania sigue siendo el principal mercado para la industria del molde de Portugal, según los últimos datos de exportación disponibles, facilitados por Cefamol, la asociación portuguesa de la industria del molde. En disputa por el primer puesto se encuentra Francia, posición que perdió en 2007 tras tres años al frente del ránking. En 2011, España volvió a ser el tercer país comprador de moldes lusos, seguido de lejos por países como Brasil, Polonia, Estados Unidos y México.
La industria del molde portuguesa cerró 2011 con una producción de 404 millones de euros, de los cuales 364,34 correspondieron a exportaciones, es decir, el 90%. Pese a la crisis generalizada, que ha afectado de manera especial al sector del automóvil, Portugal vivió el pasado año uno de sus momentos más dulces y registró la mejor cifra de los últimos años —a excepción de 2008, con una producción de 423 millones de euros.
El principal objetivo de Pool-Net, impulsor del clúster Engineering & Tooling from Portugal, es promover las industrias portuguesas del molde y del plástico y fortalecer su posición en el mercado nacional e internacional, basado en el I+D y en el desarrollo de un plan estratégico para ayudar a la empresas a alcanzar la excelencia en sectores como el de la automoción, la aeronáutica, el envase y el embalaje, la energía y el medio ambiente, así como los dispositivos médicos y la electrónica. Desde la concepción, el diseño, la ingeniería y el desarrollo de nuevos productos, hasta el prototipado, la selección del material y la fabricación de los moldes, sin olvidar servicios de ensayos y de producción, las empresas asociadas cuentan con el apoyo de Pool-Net, de Cefamol (Associação Nacional da Indústria de Moldes), así como del centro tecnológico Centimfe (Centro Tecnológico da Indústria de Moldes, Ferramentas Especiais e Plásticos) y de cuatro institutos de investigación de universidades portuguesas, todos ellos asociados al clúster.