Entrevista a Josep Miquel Aced, presidente de la UPIC – Unión de Polígonos de Cataluña
8 de febrero de 2011
El presidente de la UPIC señala que en la asociación aceptan tanto polígonos grandes como muy pequeños, “que merecen tanta atención como los grandes sino más”.
Hagamos un poco de historia... ¿Cómo surge la idea de la UPIC?
El origen está en la Comisión de Industria de la Cámara de Comercio de Barcelona, donde habían bastantes temas planteados por parte de los industriales respecto a la situación de nuestros polígonos. Tras unas encuentras con los industriales en diferentes polígonos, efectivamente se pudo observar que eran muchas, y coincidentes, las preocupaciones de los empresarios sobre temas como el estado del mantenimiento de dichos polígonos, los problemas en cuanto al suministro eléctrico y energéticos en general, de telecomunicaciones, de la seguridad y la movilidad, o las problemáticas urbanísticas que dificultaban su actividad. A partir de aquí observamos que aquellos polígonos en los cuales los empresarios se dotaban de cierta organización estaban en mejor disposición para resolver sus problemas. Por lo tanto, una parte de la solución pasaba por asociarse. Esta era la línea y creemos que no nos hemos equivocado.
¿El impulso definitivo vino de la administración o de la necesidad de trabajar juntos?
Claramente de la necesidad de los polígonos de trabajar conjuntamente. Como hemos dicho, el impulso surgió de la Comisión de Industria de la Cámara de Comercio de Barcelona, que, conociendo las experiencias existentes en determinados lugares, como el trabajo realizado por la ‘Agrupació d’Industrial del baix Vallès’, consideraron que el ámbito de los polígonos industriales en Cataluña estaba bastante abandonado.
¿Quién forma parte actualmente de la UPIC? ¿Cree que falta alguien?
Por un lado, las entidades representativas de los polígonos industriales, en concreto 35 entidades que representan 78 polígonos. También forman parte de la UPIC las 12 cámaras de comercio de toda Cataluña, más el Consejo General de Cámaras, entidades que asumen un papel bastante importante de cara a nuestro desarrollo en todo el territorio.
En cuanto a si falta alguien, lo cierto es que en la UPIC están los que quieren estar. Tenemos que tener en cuenta que la gran mayoría de los 1.900 polígonos de más de media hectárea que últimamente se han contabilizado, no tienen asociación y, por lo tanto, no pueden formar parte de la UPIC, puesto que somos una asociación de asociaciones. Una de las prioridades de nuestra organización es favorecer y desarrollar el asociacionismo de los polígonos para integrarlos. Lo mejor, creo, de nuestra entidad es que aceptamos tanto a grandes polígonos como a otros muy pequeños, que tenemos muchos en Cataluña, y que merecen tanta atención como los grandes y, en ocasiones más, claro.
¿Qué objetivos, de los marcados inicialmente, se han cumplido estos 5 años?
Sinceramente creo que hemos introducido en el debate la importancia que tiene contar con polígonos industriales ordenados, seguros, con infraestructuras de acuerdo con nuestra tradición industrial, con servicios avanzados y con la importancia contar con asociaciones que trabajen en beneficio de los polígonos. Además, hemos podido comprobar con satisfacción que otras entidades, como los entes municipales y otras organizaciones importantes, se han incorporado también a este debate. De ello nos sentimos plenamente satisfechos, hay que decirlo.
¿Cuáles son las funciones más destacadas de la UPIC?
Fomentar el asociacionismo en los polígonos, servir de correa de transmisión de las problemáticas específicas que aparecen en el día de nuestros polígonos y trasladarlo a los responsables respectivos, vehicular un discurso positivo aportando soluciones y mejoras en los diferentes ámbitos de afectan a los polígonos, ya sea en telecomunicaciones, seguridad, movilidad, etc. Además, en los últimos años hemos ido elaborando estudios de mejora de los polígonos y realizado un análisis de sus potencialidades y del territorio que lo acoge. En 5 años, poco a poco, nos hemos hecho un nombre en el ámbito de los polígonos industriales, con actuaciones que creemos de interés para el conjunto de la actividad económica.
Los polígonos, tradicionalmente están mal ubicados y peor considerados... ¿Se puede mejorar la percepción de éstos entre la ciudadanía?
Desde la UPIC creemos que cada vez más la sociedad ha entendido que las industrias, en general, están cumpliendo los deberes en cuanto a mejorar el impacto que tienen en aspectos medioambientales, a la vez que ha descubierto que existen actividades mucho más molestas, insalubres y perjudiciales que las actividades industriales. Y que son muchos los beneficios que pueden aportar, como estabilidad al sistema, garantizar puestos de trabajo y por lo que supone, para el municipio, la vía impositiva de las empresas que operan en estos polígonos y que al final revierte en la localidad. También es cierto que cada vez más las ubicaciones de los polígonos, desde un punto de vista de planificación, se fijan teniendo en cuenta las posibles incompatibilidades existentes y también el impacto ambiental que desde los diferentes aspectos supone promover u polígono industrial, donde no sólo se tienen que valorar las necesidades de los vecino, muy lógicas claro, sino también las necesidades de las empresas que se ubican.
Este es el cambio de mentalidad, entender que la ubicación de un polígono no es solamente la puesta a disposición de suelo calificado como industrial, sino que es un suelo dirigido a unas necesidades específicas según las necesidades de las empresas y de la sociedad en general.
Uno de los principales problemas, que todavía persiste, es el acceso tecnológico.¿Cuáles son los proyectos existentes actualmente para paliar dicha carencia?
Este es uno de los temas que más nos ha preocupado desde el principio. Por ello hemos trabajado con la Secretaria de Telecomunicaciones donde hemos colaborado para que el mayor número de polígonos posibles accedieran al programa Connecta, y que la red de fibra óptica llegara a nuestros polígonos. Pero no ha sido suficiente y todavía queda mucho camino por recorrer.
Por otro lado, todavía son muchos los problemas respecto a la telefonía convencional y, sobre todo, respecto a la recepción de la banda ancha y donde las compañías operadoras, pese a atender las incidencias puntuales que nuestros polígonos les trasladan, debemos pedirles un ‘plus’ de compromiso para solventar los problemas que muchas empresas tienen en su actuación diaria. Este es un déficit que no nos podemos permitir y donde nos jugamos nuestra competitividad.
Desde la UPIC venimos defendiendo desde nuestros inicios que se consideren las telecomunicaciones como un servicio básico, con un nivel de exigencia equiparable al suministro eléctrico o el abastecimiento de agua.
Entre las otras problemáticas de los enclavamientos industriales catalanes, ¿qué factor juegan los temas medioambientales?
Creemos que las normativas aplicadas hasta ahora dentro de este ámbito en Cataluña son las más exigentes de todo el Estado, en algunos casos incluso algunas empresas han deslocalizado a otros territorios por esta cuestión. Ello genera desequilibrios dentro del propio Estado Español. Pese a ello, las industrias han hecho los deberes y podemos decir que nuestros polígonos se ajustan medioambientalmente a la normativa, también desde el punto de vista de su seguridad.
Estamos en un momento de impasse en la escalada de proyectos inmobiliarios industriales por la crisis. Da tiempo para un análisis... ¿Faltan polígonos, hay demasiados, están mal repartidos?
Por ahora no faltan. Pero tampoco podemos decir que sobren. Los que sobran son aquellos polígonos que en encuentran en un estado indigno para acoger cualquier actividad, por sencilla que sea. De esto sí nos quejamos. Los tenemos identificados, no son muchos, pero perjudican al conjunto.
Pero también tenemos polígonos con dotaciones de servicios y perfectamente adecuados a las necesidades de las empresas actuales. Es cierto que algunos se tendrán que llenar y, sobre todo, evitar que se vacíen, pero hay que tenerlos a punto para cuando la reactivación de la industria sea un hecho. Y confiamos que ésta no tardará, y que entonces Cataluña tendrá un parque empresarial global competitivo y de acuerdo con nuestra cultura emprendedora.
En cuanto al reparto geográfico, éste ha sido un debate que ahora seguramente tendremos que superar. Es cierto que se han llevado a cabo una política de promoción industrial muy repartida, muy ligada a un municipio, con polígonos pequeños y sin que existieran grandes áreas de actividad de estructura municipal. Pero también lo es que ello ha llevado a un cierto equilibrio en todo el territorio y que ha favorecido el crecimiento de determinados municipios. Es lo que tenemos y ahora es el momento de mirar cómo podemos optimizar esta situación.
Para Josep Miquel Aced, la promoción industrial muy repartida “ha llevado a un cierto equilibrio en todo el territorio que ha favorecido el crecimiento de determinados municipios”. En la imagen, Camí dels Frares (Lleida), un proyecto de Incasòl.
La Generalitat de Catalunya ofrece una herramienta virtual como es el Sipae. ¿Cómo la valora?
Siempre hemos dicho que todo lo que contribuya a dotar de valor y poner sobre la mesa herramientas que favorezcan la información de los polígonos nos parece positivo. De hecho, en 2008, desde la UPIC, y con muy pocos recursos, pusimos en funcionamiento un mapa de áreas industriales de toda Cataluña que pensamos ha sido un referente como buscador hasta ahora. Posiblemente haría falta una mayor colaboración entre las administraciones públicas y las iniciativas privadas a fin de no duplicar herramientas y proyectos. Pero entendemos que las dos herramientas son complementarias y hay que buscar una gestión conjunta de ambas.
¿Cuál cree que será el futuro para las zonas industriales de Cataluña? ¿Cómo las ve dentro de 10 años?
La industria, pese a las transformaciones que pueden sufrir sus procesos, no se irá de Cataluña y, de hecho, será el impulsor más sólido y estable de nuestra recuperación. Hoy en día, los polígonos ya se están adaptando a las nuevas necesidades, a las necesidades logísticas, y donde se puedan desarrollar sin problemas las telecomunicaciones, con una conexión directa entre empresas y centros de investigación e innovación. Aquí, los nuevos polígonos industriales, o parques, o sectores de actividad económica, el nombre es lo de menos, tendrán mucho que decir y la transferencia de conocimiento a las empresas será, sin duda, un factor decisorio para nuestra competitividad.
¿Y a la UPIC?
Como entidad clave y con un papel decisivo en el mantenimiento y mejora de nuestros espacios productivos, sean cuales sean en el futuro, polígonos u otros. Y como aquella entidad pionera en el fomento del asociacionismo que siempre acogerá aquellas entidades representativas de polígonos industriales que quieran estar aquí y que, seguro, adquirirán cada vez más un mayor protagonismo hasta tener un papel fundamental en el desarrollo y estabilidad del país.