Entrevista a Carmen Calles Moraza, gerente de Gilsa
22 de mayo de 2009
Gilsa se creó en 1993 para estimular la inversión industrial en Vitoria, donde gestionan el parque empresarial Júndiz. ¿Cómo ha cambiado el mercado en estos 16 años?
A la hora de elegir un emplazamiento para nuevas inversiones, además del precio, las ayudas o subvenciones institucionales y la proximidad a vías de comunicación principales, factores que pesaban y siguen haciéndolo, en la actualidad la mayoría de las empresas tienen en cuenta la calidad del entorno en el que se ubica el espacio, la proximidad, variedad y calidad de los servicios disponibles y la facilidad para garantizar la movilidad de los trabajadores entre el punto de trabajo y el lugar de residencia.

¿Cuál ha sido el principal escollo con el que se ha encontrado Gilsa en cuanto al desarrollo de nuevo suelo empresarial?
Sin ninguna duda el proceso expropiatorio que ha sido necesario llevar a cabo y que supone una tramitación larga en el tiempo y complicada desde el momento en el que se inicia hasta aquel en el cual el suelo está disponible para ser transmitido ya urbanizado y convertido en suelo industrial. La elaboración y aprobación de las normas urbanísticas y la recalificación del suelo también es un proceso complicado aunque en ambos casos se ha trabajado en colaboración con el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, nuestro socio principal.
¿Qué papel juega Sprilur, la Sociedad Pública para la Promoción de Suelo y Construcciones del Gobierno Vasco, que participa en más del 40% de Gilsa?
La gestión de Gilsa es independiente tanto de Sprilur como del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, el otro socio de Gilsa, pero gracias a ellos es posible facilitar la interlocución a las empresas con los departamentos necesarios cuando estas tienen que realizar cualquier tipo de gestión en su aventura para implantarse en el parque empresarial de Júndiz.
Uno de los principales problemas en este mercado es la falta de suelo disponible para grandes emplazamientos industriales, pero Júndiz cuenta con 7 millones de metros cuadrados...
Efectivamente, y de la superficie total del parque se encuentran disponibles en estos momentos alrededor de 650.000 metros cuadrados de parcelas productivas para nuevas implantaciones a partir de 2.500 metros cuadrados de superficie.
Gilsa desarrolla y comercializa las parcelas industriales. ¿Qué otras funciones ejerce en este parque?
Gilsa fundamentalmente realiza, cuando se requiere, labores de intermediación entre las empresas y las instituciones, principalmente Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y Gobierno Vasco y mantiene contacto con las asociaciones empresariales locales para detectar las necesidades existentes y tratar de dar respuesta a las mismas.
Júndiz es un proyecto que intenta dar cabida a todo tipo de empresas, con necesidades de espacio distintas… ¿Qué limitaciones existen?
Las únicas limitaciones existentes, a priori, en cuanto a usos se encuentran en la última ampliación del parque que se ha realizado al Oeste, el sector 21 y en el Centro de Transportes de Vitoria (CTVi). En el sector 21 no se admiten actividades de logística o almacenaje puras, tan solo si están asociadas a una actividad productiva principal debido a que precisamente en el Centro de Transportes de Vitoria (CTVi) el espacio está reservado expresamente para dichos usos.
Cada vez más, los antiguos polígonos se están reconvirtiendo a parques empresariales, con servicios complementarios como banca, talleres, etc. Y Júndiz no es una excepción…
Efectivamente, en la actualidad, además de algunos servicios dispersos localizados fundamentalmente alrededor del Centro de Transportes de Vitoria (CTVi), que se ubica dentro de Júndiz, se encuentra ya en una fase bastante avanzada de consolidación el Centro de Servicios Júndiz, un espacio de 136.000 metros cuadrados dentro del parque que ofrece todo tipo de servicios, desde hotel, entidades financieras, empresas de asesoría, de servicios informáticos, arquitectura, instalaciones deportivas que se completarán próximamente con un campo de prácticas de golf, restaurante-cafetería y guardería de próxima apertura, servicios médicos también en proyecto, locales comerciales para servicios diversos,etc.

En ocasiones, la promoción de suelo industrial y logístico por parte de las administraciones se ve, desde la empresa privada, más como una competencia que como un impulso al sector... ¿Qué opina usted?
Es posible que así sea para los promotores privados que hacen de la venta de suelo su negocio, pero la experiencia de la ciudad de Vitoria-Gasteiz, y en general de la provincia de Álava, donde las instituciones desde mediados de los años cincuenta asumieron la responsabilidad de la gestión del suelo industrial, es que gracias a la gestión pública del suelo industrial y logístico las empresas que lo necesitaban han dispuesto siempre de suelo de gran calidad, en emplazamientos estratégicos y a precios muy asequibles para la ejecución de sus proyectos de inversión.
Finalmente, tras la actual ampliación del sector 21, ¿qué proyectos más contempla Gilsa para los próximos años?
En estos momentos se están dando los primeros pasos para la revisión del Plan General de la ciudad que determinará las ubicaciones y dimensiones de los nuevos desarrollos de suelo para actividades económicas del municipio.
Parece lógico que la gestión de esos nuevos desarrollos se instrumentalice a través de Gilsa como ya se viene haciendo desde 1993 aunque lógicamente será el Ayuntamiento quien decida el modelo de gestión.
Por otro lado, desde nuestro punto de vista, existe un importante campo de trabajo en la regeneración de los espacios industriales más antiguos de la ciudad en cuyos estudios ya estamos participando y consideramos prioritario incluso antes de acometer nuevas recalificaciones de suelo.