El encuestador chino

Con la resaca de la feria K’2004 todavía en nuestros cuerpos, tras comprobar en Düsseldorf que efectivamente China y otros países asiáticos existen y que existen tanto que hasta igual nos siguen dando unos cuantos disgustos en los próximos años, hemos sabido de una iniciativa que, valga el fácil juego de palabras, parece a priori un trabajo de chinos. A sabiendas de las cualidades de sus súbditos en estas labores que en occidente se nos atragantan con facilidad, se han comenzado a contar las empresas que existen en ese país. Entre más de mil millones de habitantes, con una densidad de población insufrible en algunos lugares, China es un país de realidad empresarial desconocida. Nadie sabe cuántas empresas operan allí. Sabemos que se están llevando muchos pedidos, sabemos que sus productos nos invaden, sabemos que alguna vez se les terminará este “chollo”, porque subirán sus costes laborales, ascenderán las exigencias de calidad y se aproximarán a este estándar occidental que tanto parece estar perjudicándonos ahora. Pero no sabemos cuántas empresas tienen. No lo sabe nadie.

Hace más de 20 años que el gobierno comunista autorizó las primeras iniciativas empresariales privadas en China. Desde entonces, es tal el número de proyectos y negocios que han nacido en suelo chino que a día de hoy no se sabe el número de sociedades que tienen su razón social en este país. Por primera vez China realizará una encuesta en todo el país para incluir los datos referentes a la tipología y número de empresas que compiten en su mercado. Los encuestadores deberán convencer a los empresarios chinos de que hagan públicos sus datos para tener una visión fiel de la situación económica del país. Se nos antoja, de todas formas, que alguien deberá convencer antes a un encuestador para que lo sea, puesto que no parece a priori que al empresario chino le vaya a hacer especial ilusión estar controlado. El polivalente y audaz encuestador deberá por lo tanto, primero encontrar las empresas chinas y luego convencer por métodos pacíficos a sus responsables de que no se hagan los suecos. En el sector de los plásticos, al menos, la cosa tiene su mérito, pero nos serviría para conocer más en detalle a este recién ascendido a primera que está poniendo en jaque a los países galácticos.

Lo dicho, un trabajo de chinos.