La tecnología de posicionamiento preciso es imprescindible para una construcción más sostenible, eficiente y rentable
Vivimos tiempos en los que existe una concienciación creciente y necesaria sobre la importancia de operar con la sostenibilidad y la eficiencia como elementos esenciales de la acción empresarial.
A diario nos llegan noticias sobre los esfuerzos realizados por empresas responsables para reducir emisiones y la utilización de recursos naturales con el fin de que sus operaciones sean sostenibles, o sobre la reducción de tiempos o esfuerzos de personal para mejorar su sostenibilidad y dar un mayor retorno a sus inversores. Estas mejoras, imprescindibles para el planeta y muy importantes para el crecimiento de las empresas, se consiguen casi siempre gracias a liderazgos fuertes que apuestan por el futuro incorporando nuevas tecnologías que, incrementando la eficiencia, consiguen impulsar la modernización en la forma de trabajar de los distintos sectores.
La construcción, incluyendo desde la edificación a la creación y mantenimiento de infraestructuras, supone un 12% del GDP global. Por tanto, es un sector clave para el crecimiento de las distintas economías y la mejora de las condiciones de vida de las personas a través de empleos de calidad, así como para la reducción del impacto medioambiental de la humanidad sobre nuestro planeta, ya que un 47 % de las emisiones de CO2 tienen su origen en la construcción.
En este contexto, la tecnología de posicionamiento preciso es imprescindible para una construcción más sostenible y eficiente. Además, dado su rápido retorno, es tremendamente rentable. La utilización de sistemas de geoposicionamiento de última generación para la topografía, el control de maquinaria o el levantamiento cartográfico a través de GPS, GNSS, permite siempre eliminar errores, reducir el empleo de materiales, producir menos residuos y limitar el consumo de energía. Y, sin embargo, en mi labor diaria como ejecutivo de Topcon, una de los mayores proveedores del mundo de sistemas de posicionamiento preciso, continúo escuchando a responsables de obra que ellos prefieren hacer las cosas “como siempre”.
Lo entiendo. Es fácil comprender que una inversión tecnológica es siempre una decisión que encuentra resistencia entre los gestores más tradicionales. A menudo, estas posiciones se deben sobre todo a la falta de información/concienciación y a la ausencia de ayudas, dos factores que dependen de gobiernos e instituciones, que a una preferencia real.
Organizaciones como Naciones Unidas, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) e iniciativas como la Business Ambition 1,5º para evitar que en 2030 el incremento de la temperatura del planeta sobrepase 1,5°C, que son accesibles para los pequeños y medianos empresarios, impulsan esta concienciación y proporcionan una guía para la implementación de mejoras para la sostenibilidad de sectores y empresas. Sin embargo, todavía es necesario realizar mayores esfuerzos de cofinanciación desde los gobiernos. Las ayudas post-covid de la Unión Europea, con el plan Next Generation, han conseguido acercar esta posibilidad en algunos países europeos, pero aún queda mucho que hacer en otras regiones del mundo.
En definitiva, el geoposicionamiento de precisión, en la topografía y en sus distintas aplicaciones, es una oportunidad para mejorar la sostenibilidad de sectores clave, como es la construcción. Estos sectores van a seguir creciendo en respuesta al crecimiento de la población global y necesitan aprovechar cada oportunidad que la tecnología aporte para limitar sus emisiones a través de la eficiencia. Adoptar estas soluciones debe pues considerarse prioritario para mejorar la rentabilidad de las empresas y para que las mismas puedan aumentar su contribución al cuidado del planeta y de las personas.
