“The Festival” o el poder de Manitou
Reúnió en Huelva a más de 1.200 personas en una demostración del potencial del grupo francés y su decidida apuesta por ‘crecer juntos’.
Hubo alfombra roja, recepción estelar a los invitados, música de fondo, figurantes perfectamente caracterizados, todas las luces y cámaras imaginables, pero sobre todo hubo acción, mucha acción. El símil cinematográfico “The Festival” elegido por Manitou para el multitudinario evento celebrado en Punta Umbría, Huelva, reunió todo el glamur de los grandes festivales del celuloide gracias a una organización excepcional y unos contenidos de especial interés para conocer el presente y futuro de la manutención.
Todo lo que ocurrió en Punta Umbría a lo largo de la semana del “The Festival” Manitou tuvo un original sello cinematográfico, sugerente envoltorio que escondía un evento sin precedentes, grandioso en el fondo y en la forma. No se recuerda en España un acto de semejantes dimensiones, capaz de reunir en una semana un primer turno de 700 invitados y un segundo de alrededor de 1.200 procedentes de 80 países, con todas las salas de conferencias del hotel ocupadas por el organizador, más una exposición exterior de maquinaria de 12.000 m2 para la que fue necesario cortar una de las avenidas principales del pueblo onubense. Tampoco hay constancia de una jornada en la que un fabricante sea capaz de congregar durante toda una semana a su plana mayor, encabezada por Jean-Christophe Giroux, Director General, y mucho menos que todos ellos estén a disposición de los asistentes para mantener reuniones cara a cara, ya fueran usuarios, concesionarios, proveedores o periodistas. En definitiva, un concepto novedoso y sumamente atractivo, que supuso algo más que una primicia mundial de Manitou: fue un golpe de autoridad del grupo francés, una demostración en toda regla de su enorme potencial, toda una inyección de adrenalina para los numerosos distribuidores y clientes que a buen seguro regresaron a casa convencidos que están con las marcas perfectas (Manitou, Gehl y Mustang) en el momento adecuado.
Porque “The Festival” arrancó a lo grande, en plan estelar, con la presentación de la película más esperada por el público: una sesión plenaria con una puesta en escena impecable, muy al estilo americano, dirigida por una popular periodista de la televisión polaca que aportaba mayor credibilidad si cabe a todo lo que ocurría en el escenario. Y fue mucho.
El protagonista, como no podía ser de otra manera, fue Jean-Christophe Giroux, quien comenzó con una presentación general muy original y cuidada, apoyada en una enorme pantalla de cine situada al fondo del escenario en la que se alternaban imágenes del presente, pasado y futuro de la compañía, todo de un modo ágil y muy efectivo, a la vez que efectista. La premisa era clara y concreta: “Crecer juntos”, o como bien matizó, “madurar juntos” porque “es a la vez una oportunidad y un objetivo, y es necesario que todos los actores de esta gran película sean conscientes de cuáles son sus papeles respectivos. Así es cómo se interpreta este ‘Festival’ que vamos a vivir como una auténtica plataforma de intercambio y de adhesión a una ambición común" subrayó. “Después de tres años muy difíciles, ha llegado el momento de compartir nuestras convicciones y nuestra visión de futuro” explicó. “Estamos orgullosos de nuestra actividad de referencia que es la manutención y queremos movilizar a todos nuestros socios y colaboradores en una nueva etapa de la aventura”. No es casualidad que Giroux marcara el 3 como el número mágico de Manitou (3 divisiones, 3 marcas, 3 sectores) pero durante su alocución se mostró especialmente insistente en recordar a los distribuidores que son la pieza clave del Grupo Manitou.
Realmente interesante resultó la entrevista en formato mini que le realizó en directo la periodista polaca, en la que no dejó de lado las preguntas más comprometidas. Giroux reconoció sin tapujos que la compañía atravesó un momento crítico en 2009 y 2010, consecuencia directa de la operación de compra de la marca americana Gehl, “que tuvo el problema del momento y del precio”, en clara referencia a que coincidió con el inicio de la crisis económica mundial y sobre todo porque se compró a un precio elevado y en un momento en que el cambio euro-dólar no resultaba nada favorable para Manitou.
Tampoco esquivó la pregunta sobre si se sentía extraño al ser el primer máximo dirigente de Manitou que no llevaba la sangre de los fundadores, a lo cual respondió que precisamente no pertenecer a la familia “me ha permitido aportar una nueva visión de negocio, más amplia”. Una visión que de momento se ha concretado en 1.131 millones de euros facturados en 2011, más de dos tercios de los cuales en el extranjero, cantidad total que quiere duplicar de forma inmediata. “Ya lo hicimos en 2007 y 2008 y lo volveremos a hacer ahora” aseguró.
El final de la sesión plenaria alcanzó el punto álgido cuando Giroux se dirigió en solitario a los asistentes, avanzando por el escenario y lanzando consignas claras y directas, lo que permitió comprobar la fortaleza del discurso del Director General del Grupo Manitou, quien invitó al personal a que fueran “los protagonistas de la jornada, como ya son los protagonistas de Manitou”.
5 valores, 5 zonas
La música de cine sirvió de hilo conductor para que, entre notas de clásicos como 2011 Odisea del Espacio, James Bond, Misión Imposible, Transformers o la Guerra de las Galaxias, desfilaran por el escenario los distintos responsables de área del Grupo Manitou, coincidiendo además con las cinco zonas de la zona de exposición que agrupaba todas las soluciones y marcas en torno a los cinco valores corporativos: liderazgo, actividad centrada en el cliente, anticipación, diferencia y responsabilidad.
En el apartado de liderazgo intervino Dan Miller, presidente de la división Compact Equipment, quién declaró que “ser líder en sus mercados conlleva ciertas responsabilidades. Tanto a nivel interno como externo, estamos decididos a desplegar el liderazgo como una cualidad clave en la gestión de equipos”. Sólo con el conocimiento de los mercados y de las necesidades del cliente es posible ofrecer una solución máquina-accesorios-servicio directa y acorde, pero nada de eso sería posible sin tres factores determinantes: primero, la calidad del equipo, para lo cual se presta una atención especial a los componentes, sobre todo en los cerca de 100 puntos de control a lo largo del proceso de ensamblaje de la máquina; segundo, la proximidad y la competencia de la red de concesionarios en todo el mundo, que garantizan al cliente la optimización de su tiempo; y tercero, el valor del equipo usado, una maquinaria de ocasión clasificada y garantizada con cuatro niveles de certificación.
El capítulo correspondiente a la actividad centrada con el cliente corrió a cargo de Henri Brisse, vicepresidente de Ventas y Marketing, quien puso especial énfasis en recordar que “seguimos concentrados en las expectativas de los clientes para incluirlas mejor en nuestra actividad diaria. Se trata de concederles prioridad a través de la escucha activa y de la consideración de sus exigencias”. De ahí que considerara a este Festival “una ocasión más para dialogar con el conjunto de socios y colaboradores y recopilar sus puntos de vista sobre su uso actual de los productos y sobre sus futuras necesidades”, porque equipos como la plataforma articulada todo terreno Manitou 160 ATJ con una cesta accesible para tres personas, o la carretilla telescópica MT 625 “son una respuesta directa a exigencias expresadas por los clientes”. “En la actualidad ya no se trata de vender una máquina, sino de vender una solución máquina-servicios” apostilló, antes de anunciar la puesta en marcha de un club del usuario llamado “Mining” que se ha convertido “en un auténtico grupo de intercambio de procesos útiles, de nuevos usos o de comentarios de clientes sobre las mejoras de los productos”.
La zona correspondiente a “Anticipación” estuvo representada por Eric Lambert, presidente de la División de Manipuladores Todo Terreno. “La anticipación forma parte de nuestro ADN” destacó en la sesión plenaria, “siempre pendientes de las expectativas de los mercados, decididos a proyectarnos hacia el futuro, a tener iniciativa, a gestionar los cambios, ya sean estos impuestos o deseados en un afán de conciliar los requisitos con los plazos característicos de cualquier proyecto”. Expuestas en unas vitrinas en el hall del hotel, una carretilla de mástil, una carretilla telescópica con chasis fijo y una plataforma automotriz de concepto futurista avanzaban lo que puede ser el diseño de los equipos Manitou, pero en la realidad del día a día Lambert también anunció los cambios normativos en la elección de los motores que equiparán las máquinas del Grupo, porque “se trata de recurrir a los mejores socios comerciales para ofrecer la solución más adaptada en función de las aplicaciones del cliente”.
La penúltima zona del Festival se bautizaba como “Diferencia” y la presentación corrió a cargo de Jean-Louis Hervieu y Fabrice Beslin, presidente y vicepresidente respectivamente de la división de Manipuladores Industriales, quienes pusieron el foco en la “observación de forma constante del entorno” para distinguir así la diferencia entre lo bueno y lo malo que hay en el mercado o en los productos, pero sobre todo en una máxima: fabricar las máquinas a la medida del cliente. “Cada cliente es único y el uso que hace de las soluciones de manutención también lo es” afirmó Hervieu, antes de que Beslin pusiera en marcha una original solución informática que elegía la máquina del Grupo Manitou adecuada para las necesidades del cliente en función del modelo a elegir, la altura de trabajo, la capacidad de carga y la zona del mundo en la que iba a trabajar, ya que las normativas son distintas en cada país.
Por último, el secretario General, Hervé Saulais, incidió en la “Responsabilidad”, un valor corporativo que resulta imposible de cumplir si no hay una unión completa entre concesionarios, clientes y fabricante. “Debemos asumir mejor nuestras responsabilidades dentro del respeto de los compromisos adquiridos con ellos” afirmó. La garantía de Manitou de que todos sus equipos están concebidos según las normas de seguridad internacionales, los acuerdos cruzados entre marcas (Manitou/Terex, Gehl/Yanmar, Manitou/Tanfield) y los dos centros logísticos del grupo inaugurados hace cinco años para suministrar piezas de recambio originales a todo el mundo, son tres puntos básicos que, según Saulais, demuestran el compromiso de Manitou con el dealer y el usuario.
Conferencias y debates
Tras el espectacular cierre de la sesión plenaria por Jean-Christophe Giroux, se inició una jornada cargada de contenido, con una serie de 21 mesas redondas y 14 conferencias a cuál más interesante. En las mesas redondas, orientadas a los distribuidores y clientes, se plantearon asuntos de tanto calado como la identidad de las distintas marcas del grupo, las diferencias entre Gehl y Mustang, o las sugerencias para mejorar los nuevos productos en sectores como la agricultura o la construcción.
A la vez, los salones de conferencias acogieron ponencias muy atractivas que abarcaban todos los sectores de actividad del grupo y las distintas modalidades de producto. Especialmente interesante y con masiva asistencia de público resultó la conferencia “El Grupo Manitou y el mercado de la agricultura: hechos y perspectivas’, un nicho de mercado en el que la firma francesa tiene cada vez mayor presencia y que está resultando determinante para que en países como España, especialmente afectados por la caída de la obra pública y la edificación residencial, los manipuladores Manitou tengan una importante cuota de mercado gracias a su incursión en la actividad agrícola y ganadera. En Francia los manipuladores telescópicos ya representan el 7% del total de maquinaria agrícola, porcentaje que debe ir igualándose en el resto de países, de modo que se abre una gran oportunidad de negocio para todos, máxime cuando la FAO ya ha advertido que la agricultura y la ganadería deben crecer de forma exponencial en todo el planeta hasta el año 2050 para atender al crecimiento de la población mundial.
Olivier Boutte y Etienne Delavault desarrollaron un sugerente foro con una pregunta vital para los dealers y alquiladores que acudieron a la cita: ¿Debo comprar o debo alquilar? Tras exponer y comparar las ventajas de ambas opciones, la conclusión a la que llegaron es que en la decisión final influirán factores diversos como la liquidez de la compañía en ese momento, el interés por anticipar futuras actividades, las leyes de cada país o la cultura que haya en el mismo al respecto, pero incidieron en que si se opta por la compra es fundamental tener muy medido el coste total de la operación y el valor residual de la máquina. Como mensaje final a los alquiladores, una obviedad: ofrecer la mejor máquina en el momento justo y en el lugar adecuado, con especial atención a los nuevos mercados del alquiler sobre todo en el campo de la agricultura.
Para crecer juntos
“Es toda una primicia tanto por la diversidad de invitados como por el tono y el estilo, pero el mensaje es preciso y para todos: “crecer juntos”. La frase de presentación de ‘The Festival’ lanzada por Jean-Cristophe Giroux, Director General del Grupo Manitou, marcó la dinámica de un evento que se centró en favorecer las relaciones personales bien a través de las 14 conferencias sobre temas específicos, las 21 mesas redondas para cambiar impresiones, la zona de exposición de 12.000 m2 con cinco zonas diferenciadas para resaltar cada uno de los valores corporativos del Grupo, las citas exclusivas con sus dirigentes para conversaciones directas y sin concesión, o la convención de proveedores. Además, se organizó una cena distendida de recepción para favorecer la interrelación entre los asistentes, y se culminó con una cena de gala y un brillante espectáculo final que terminaron de unir a todos los presentes en torno al Grupo Manitou. Si, como dijo Giroux, “crecer juntos es a la vez una oportunidad y un objetivo”, tras el evento de Punta Umbría la sensación unánime de los presentes es que el fabricante francés salía tremendamente fortalecido.
Cine en estado puro
La dinámica de “The Festival” se centró en el mundo del cine para, según Manitou, “subrayar la pluralidad tanto de géneros como de públicos y la necesidad de reunir a una cadena de talentos a menudo únicos a lo largo de la concepción, de la producción y de la realización de una película”. Por ello no faltó el atrezo (la convención plenaria en una gigantesca sala de cine y el mobiliario por la zona exterior, con las típicas sillas plegables de los estudios cinematográficos), las bandas sonoras originales (desde Misión Imposible hasta La Guerra de las Galaxias) como hilo conductor en la presentación y después como música de fondo en la exposición de maquinaria, los figurantes (actores disfrazados de personajes ya clásicos en el celuloide) o el gran espectáculo final en una hacienda cordobesa donde tuvo lugar la cena de gala, una actuación soberbia donde había que recurrir a la imaginación para reconocer las simulaciones de clásicos del cine gracias a la habilidad de un actor y el grupo de actrices que le acompañaban, junto con los equipos del Grupo Manitou como protagonistas, bien fuera para simular un toro, un dinosaurio o una nave espacial. Un punto y final brillantísimo, en línea con la originalidad y capacidad de innovación que marcó todo el Festival.
