¡Sí, podemos!, o cómo ser 'Bob el Constructor'
La cantinela ¿Podemos hacerlo? ¡Sí, podemos! es, también, el lema de Bob the Builder, o Bob y sus amigos en la versión española, un constructor que, ayudado por Wendy y una pandilla de máquinas y herramientas para la construcción, hace las delicias de los niños. Cada episodio supone un nuevo reto, con reparaciones, construcciones y demás proyectos. Y la idea principal de la serie; la resolución de problemas, el trabajo en grupo y el aprendizaje; han sido también las bases de la campaña de Obama. Y quizá este debe ser el espíritu de ahora.
En un momento poco halagüeño en cuanto al futuro más inmediato, esta frase, además, puede tener un carácter terapéutico, en palabras del periodista Lluis Pastor, y servirnos a modo de autoayuda. ¿Estamos en crisis? ¡Podemos superarlo!
Y, como ocurre con Bob y sus amigos, mejorar los procesos productivos, optimizar los recursos y, por encima de todo, trabajar en nuevas tecnologías que permitan ofrecer un valor añadido al producto es lo que permitirá salir a flote de la situación en que nos encontramos. Empresas de extensa trayectoria empresarial ya están trabajando en ello, diseñando prototipos que, en cuanto la situación se estabilice, les permitan seguir estando en la primera fila de salida.
Porque cuando todo va bien, nadie mira los gastos. Da igual el coste de producción cuando todo se vende y los bancos dan créditos a destajo. Pero cuando llega el frenazo, nos damos de bruces con la realidad: hemos gastado pero no hemos invertido. Y ahí está el problema. En EE UU, aún y cuando la situación es extremadamente delicada y las hipotecas 'subprime' han colado un gol por la escuadra al sistema financiero, tienen lugares como 'Silicon Valley' que trabajan incansablemente en nuevas tecnologías.
Los momentos de crisis son los mejores para la refundación, empresarial, política o social: producen una sacudida tal que nos sacamos de encima todas las telarañas. ¿Podremos?