Cinco claves para comprar una nave industrial
Invertir en una nave industrial garantiza en cierta medida el futuro de la empresa, ofreciéndole un espacio para crecer y adaptarse a los desafíos del mercado, enviando un mensaje claro a los clientes; la expansión del negocio. Además, es una excelente vía para construir un patrimonio sólido que se revalorice con el tiempo.
1. Una apuesta segura a largo plazo
Al comprar nave industrial en lugar de alquilarla, cada euro invertido construye patrimonio. A diferencia del alquiler, en el que dinero se va sin retorno, contar con una nave industrial propia proporciona estabilidad y ofrece la posibilidad de que el inmueble gane valor con el paso del tiempo.
Otra ventaja relacionada con la compra frente al alquiler es que no habrá que preocuparse por las subidas de los precios durante el periodo de arrendamiento, otorgando una mayor tranquilidad para la empresa a largo plazo.
2. Estar donde realmente importa
La ubicación de cualquier negocio representa una de las claves de su éxito. Las naves en venta suelen ubicarse en zonas industriales estratégicas, cerca de autopistas, puertos o grandes ciudades, lo que facilita tanto la logística como el contacto con proveedores y clientes.
Tener una nave en una zona concreta de interés para el empresario mejora los tiempos de entrega a la vez que reduce costos de transporte.
3. Adaptación total al negocio
Al comprar, el propietario tiene total libertad para diseñar el espacio exactamente tal y como lo necesita. En este sentido, una nave propia permite personalizar cada detalle sin depender de las restricciones típicas de un contrato de arrendamiento, debiendo pedir permiso para cada remodelación que se desee hacer.
4. Opciones de crecimiento
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los empresarios es contar con una visión clara que permita anticiparse al futuro, y una nave industrial facilita poder adaptarla o ampliarla según las necesidades del negocio.
Asimismo, si en algún momento se reduce la cantidad de espacio necesario, siempre se tiene la opción de alquilarlo a otra empresa y generar ingresos adicionales. Se trata de una manera flexible de aprovechar al máximo la inversión realizada.
5. Beneficios fiscales y mayor estabilidad financiera
Aunque no lo parezca en un principio, comprar una nave industrial optimiza las finanzas, ya que los intereses de la hipoteca o las reformas del inmueble suelen ser deducibles fiscalmente, lo que supone un alivio en la carga impositiva.
Además, tener este tipo de infraestructuras como activo fortalece la posición del empresario de cara a los bancos y/o inversores, ya que es una garantía de estabilidad y solvencia. Así mismo, con las condiciones de financiación actuales, comprar naves en venta es más accesible de lo que parece.
Finalmente, solo cabe añadir tras analizar estas ventajas, que adquirir una nave industrial para el negocio es una de las decisiones más inteligentes que pueda tomar cualquier empresario. Para que la compra sea un éxito, hay que tomarse el tiempo necesario para analizar el mercado, explorar las naves industriales en venta y seleccionar la que mejor se adapte a las necesidades de cada organización.