Entrevista a Alberto López, Director de Fima
29 de marzo de 2008
Ustedes hablan de la mejor Fima de la Historia y las cifras así lo corroboran. ¿Cuál ha sido el secreto de este éxito?
Uno de los motivos por los que yo me incorporé a Feria de Zaragoza fue para crear un Área Agroalimentaria que tenía que enfocar hacia el futuro a Fima y a los otros diez certámenes que englobaba. En el caso de Fima, estamos hablando de una feria que tiene 44 años de antigüedad, durante los cuales ha tenido un gran éxito pese a que el sector ha sufrido innumerables vaivenes. Hay que recordar que venimos de una crisis importante en 2004, 2005 y principios de 2006, debido a la sequía y al bajo precio de las producciones. Pese a ello, Fima es una feria que no sólo no ha ido hacia abajo sino que se ha modernizado, ha cambiado su imagen orientándola hacia el futuro y, respetando el pasado, ha creado una estrategia con vistas hacia delante.
Esta edición de Fima ha superado a las anteriores tanto en metros cuadrados de exposición como en número de expositores y de visitantes, y lo que es más importante en su proyección internacional, con más expositores y visitantes internacionales que nunca.
Hemos logrado que Fima sea un punto de encuentro entre la oferta y la demanda, un punto de encuentro en el que el fabricante y el distribuidor, así como el productor y el comprador tienen absoluta confianza en Fima. Teníamos que seguir manteniendo ese criterio de fidelidad hacia la feria por parte de expositores y de visitantes sin olvidarnos que teníamos que adaptarnos a unas estructuras modernas y, sobre todo, a una agricultura de futuro.
¿Cree que tienen la misma impresión las empresas expositoras y los visitantes profesionales?
Las estadísticas nos demuestran que sí: han sido abrumadoras en cuanto al éxito de la edición. Fima se ha consolidado como la feria internacional con mayor contenido para la agricultura mediterránea.
¿Cuál ha sido la acogida de actividades como el encuentro de Misiones Comerciales, con más de 150 delegaciones procedentes de 29 países?
Hemos trabajado mucho en esa política de internacionalización de Fima. Con entre un 50 y un 60 por ciento de expositores extranjeros, este año hemos tenido empresas que no habían participado nunca en la feria de países como India, China, Turquía y de los Países del Este, entre otros países árabes y asiáticos. Hemos llevado a Fima mucho más lejos. En su momento hicimos una presentación internacional a la que asistieron medios de Estados Unidos, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, por supuesto todos los países europeos, Argentina, Brasil, Chile...
¿Y que interés pueden tener esos países en Fima?
Los equipos que se exponen en la feria son muy adecuados para ciertos cultivos de esos países, con zonas de clima cálido que tienen mucho que ver con la agricultura mediterránea. Me consta que varios países árabes han adquirido aquí equipos de una manera muy importante. De esta línea de trabajo de la feria orientada al exterior, hemos recibido muchas alabanzas por parte de las empresas españolas exportadoras.
En esta edición de Fima se respiraba más optimismo que otros años y más interés por invertir en equipos...
El sector está cambiando y este año se ha visto un visitante mucho más profesional, que demostraba, en efecto, un gran interés por los equipos. El sector ahora mismo va bien porque se encuentra en un momento álgido, en el cual las producciones están adquiriendo un precio de venta importante. Esto hace que el agricultor invierta, con lo que hay mucha más rotación de maquinaria, mucha más voluntad de compra. Cualquier agricultor que haya visitado Fima este año ha podido encontrar todos los equipos que necesitaba y no sólo eso, ha encontrado todas las marcas, y ha podido comparar precios, calidades y desarrollo de la maquinaria.
¿Tienen ya datos sobre la intención de los expositores de volver en la próxima edición de 2010?
Estamos en ello y, aunque no tengo los datos definitivos, sí puedo decir que una grandísima parte de los las empresas que han participado este año nos ha pedido más metros cuadrados para la próxima edición. Lo bueno que se ha visto en esta Fima es que, aparte de las grandes marcas, que han tenido espacios superlativos, pequeñas y medianas empresas han hecho un enorme esfuerzo en imagen y en presencia en el certamen porque querían mostrar aquí toda su potencialidad. Estas compañías han mostrado un nivel de satisfacción alto con la feria y nos han pedido ya más metros. Esto garantiza que Fima 2010 pueda alcanzar metas superiores a este año.
Entonces, ¿cuáles son sus previsiones para 2010?
En 2010 nos vamos a encontrar con una ciudad con más plazas hoteleras y con mejores estructuras, mejores accesos a la feria y mejores servicios para el expositor. Además, El salón contará con 15.000 metros cuadrados más de superficie disponible. Nuestro mensaje ya desde hoy, a dos años para la celebración de la feria, es que nadie que desee exponer en Fima se va a quedar sin exponer en Fima: haremos los imposible para que exponga.
Por su experiencia, ¿cree que las empresas españolas son competitivas a nivel tecnológico?
Por supuesto que sí. No sólo son competitivas tecnológicamente sino que pueden competir en precio y en calidad. Una vez introducido en los mercados, el producto español tiene mucho éxito. La fabricación española es pequeña en producción y en número de empresas que exportan en comparación con otros países como Italia, Francia o Alemania. La cuestión, y es un tema de mentalidad que las empresas que llevan años exportando lo saben, es que las compañías tengan imagen en ciertos mercados. Estamos realizando estudios en algunos países para ver los nichos de mercado a los que tenemos que dirigir el interés de los fabricantes españoles y nos encontramos con que aprecian la calidad del producto pero lo desconocen porque tanto compañías francesas como alemanas e italianas llevan muchos años llegando a esos mercados. Por tanto, llevamos un cierto retraso en implantación de mercado pero no en calidad o en I+D.
¿Se invierte lo suficiente en innovación tecnológica?
Creo que nunca es suficiente. Estamos viendo que hoy en día la agricultura se maneja en unos parámetros tecnológicos importantísimos. La introducción del GPS, sin ir más lejos, en las labores agrícolas ha supuesto una verdadera revolución en muchos sentidos. Actualmente, manejar una gran máquina es muy complejo para poder sacarle todo el rendimiento que ofrece. Se está invirtiendo mucho en el sector fitosanitario, en el sector semilla... Creo que ninguna inversión es suficiente para hacer mejorar el producto.
A su juicio, ¿fomenta y apoya suficientemente estas inversiones la administración?
Vuelvo a decir lo mismo: cualquier inversión en investigación nunca es suficiente, siempre hay que ir a más. Si bien es cierto que la administración debe apoyar al cien por cien al sector y darle lo que necesita con las herramientas de que dispone, también tengo que decir que los fabricantes deben tener en cuenta que un producto que no sea competitivo en el mercado no tiene posibilidades de continuar. Por muchas subvenciones que reciba no podrá sobrevivir.
¿Cuál es el grado de implicación de la empresas y los agricultores en temas tratados en Fima como la agricultura sostenible o la agroenergética?
De las empresas, bastante. Del comprador final, poco. Es decir, en el tema agroenergético, que ahora está tan de moda, todavía vamos muy por detrás de otros países de la Unión Europea.
¿Por qué?
Porque según qué tipo de productos en otros países han tenido mayor rentabilidad y eso ha permitido que el agricultor o el ganadero haya podido invertir en ese tipo de equipos. Sin embargo, aquí en España no se ha alcanzado todavía ese nivel de rentabilidad. En ganadería tenemos el ejemplo en el uso de energía a través de los purines. En España se invierte poco en bioenergía a partir de los recursos ganaderos porque el ganadero no le ve la rentabilidad necesaria. Es una cuestión a medio o largo plazo. Es algo imprescindible porque hay que crear una agricultura responsable, hay que respetar el medio ambiente. Yo soy optimista porque el agricultor siempre ha sido muy respetuoso con estos temas.
Dada la crisis por la que atraviesa el sector ganadero, ¿a qué retos se enfrentará la próxima edición de Fima Ganadera 2009?
Efectivamente, estamos pasando por una etapa de crisis en el sector pero tenemos experiencia como para poderle ofrecer tanto al expositor como al visitante el suficiente atractivo como para que confíe en nosotros. No en vano, Fima Ganadera se ha situado entre las tres ferias más importantes del sector en Europa.
Es muy pronto para hablar de número de expositores, pero sí puedo adelantar que la feria contará con 51 asociaciones nacionales e internacionales que celebrarán aquí sus jornadas. Por ello, todas las cabañas animales van a tener una representación para incidir en los problemas, con reuniones dirigidas con la administración, entre fabricantes, productores y sectores relacionados. Además, dispondrán de una exposición que no va a disminuir porque ahora la crisis está empezando a levantar el vuelo y seguirán mejorando la mayoría de sectores dentro de la ganadería en los próximos meses. Yo espero que en marzo de 2009 la situación sea mucho mejor y que los expositores puedan utilizar como punto de relanzamiento del sector la edición de Fima Ganadera.
¿Cree que la normativa española y europea en materia ganadera es lo suficientemente exigente con el bienestar animal?
Es un tema complejo. Afortunadamente, el sector mejora en todos los ámbitos. La administración actúa con conciencia y, sobre todo, con la opinión de expertos que determinan lo mejor para todos. Hay que tener en cuenta que el ganadero está sometido a unas leyes de mercado determinadas y que trabaja con la dinámica que marca el sector. Los cambios, cuando son cambios traumáticos y a corto plazo, son muy complicados porque revierten directamente en la rentabilidad de las explotaciones. Tenemos pequeñas granjas en España de diferentes cabañas que difícilmente pueden soportar una reestructuración de su explotación. Creo que, como en todo, el mercado se equilibra. Unas no sobrevivirán y otras serán más competitivas y generarán una mayor confianza en el consumidor, los compradores y los intermediarios. De todos modos, quiero destacar que el bienestar animal que hay ahora en la Unión Europea es muy superior al que había hace unos años e infinitamente mejor que en la mayoría de países del mundo. Estamos en el camino. Creo que hay que tener en cuenta lo que necesitan los ganaderos y cómo hay que ayudarles a seguir por ese camino.
Con 191.061 visitantes, 1.307 firmas 115.000 metros cuadrados de superficie expositiva y 25.000 de áreas exteriores de exhibición en Fima 2008, ¿con qué se daría por satisfecho en la próxima edición de 2010?
Nunca me doy por satisfecho. Nos halagan mucho los cumplidos y las críticas positivas que nos hacen, y nos motivan para seguir trabajando, pero valoramos en igual medida las críticas negativas y los déficit en los que vemos que hemos incurrido. Nuestra voluntad de mejora es importante. Como objetivo me fijo que el grado del expositor sea lo más alto posible y que la confianza del visitante en la feria siga en el mismo nivel. No me canso de decir que Fima es un instrumento del sector y que nos adaptamos a éste. Por tanto, la feria no tiene otro interés que no sea el interés del propio sector.
Perfil
Alberto López, de 40 años, es Licenciado en Derecho y Técnico en Marketing Agrícola. Entre otros cargos, ha dirigido una empresa dedicada a la fabricación de implementos agrícolas y ha trabajado en medios de comunicación del sector agrícola. Desde finales de 2004, López asume la dirección del Área Agroalimentaria de Feria de Zaragoza.
“Por una cuestión de voluntad, desde que yo terminé mis estudios hasta mi cargo aquí en la feria, mi ciclo en todas las empresas para las que he trabajado ha sido de un máximo de 4 años”. Según explica López, ha estado en diferentes sectores que le han aportado “una experiencia importante” en distintas áreas para poder desarrollar ahora sus funciones de máximo responsable del Área Agroalimentaria de Feria de Zaragoza. “Ha sido siempre una voluntad propia: guardo una excelente relación con todas las empresas para las que he trabajado pero quería adquirir experiencia en diferentes áreas y sobre todo en diferentes sectores”, afirma. “Al fin y al cabo, en cuestión de dirección de equipos, la estrategia en general es muy parecida, lo único que cambia son las cuestiones específicas de cada sector”.