Dicomol abre sus nuevas instalaciones e incorpora la unidad productiva de Moldes Barcelona
Dicomol es conocida como la Clínica del Molde. Pero es mucho más. Algo que podrán comprobar sus clientes a partir de ahora con las nuevas instalaciones. En ellas encontrarán toda una amalgama de servicios desde la ingeniería de producción, diseño y fabricación de moldes, hasta la reparación y adecuación de ellos. Servicios que ya venían dando desde hace años pero que a veces no se han hecho todo lo visibles que desearían. Estela Sánchez, directora general de la compañía, en la que lleva más de 20 años, pone como ejemplo el diseño de piezas: “sabemos cómo hay que diseñar un molde porque también lo sabemos fabricar. Hay muchas empresas que diseñan piezas, pero sin una ingeniería detrás que sepa cómo hay que fabricarla. En Dicomol tenemos la ingeniería necesaria y el conocimiento práctico que nos permite diferenciar lo que puede diseñarse en 3D y lo que es ‘fabricable’ en el mundo real”.
Y su servicio se completa además con la unidad productiva de Moldes Barcelona —de la cual incorporan personal y maquinaria— con, por ejemplo, maquinaria para inyección, pudiendo ofrecer así series y preseries. “Antes también lo ofrecíamos a partir de colaboradores externos, pero ahora lo integraremos en nuestra propia oferta”.
Todo ello en las nuevas instalaciones, de 4.000 metros cuadrados útiles de planta, donde cuentan con puentes grúa para manipular moldes hasta 60 toneladas, “abiertos”, puntualiza Estela Sánchez. “Algo que pocas empresas pueden ofrecer hoy” y que les permitirá reparar piezas de muy grandes dimensiones y de alturas que hasta ahora no podían trabajar. Al igual que seguirán potenciando la llamada economía circular, “algo que ahora está muy de moda pero que ya veníamos haciendo y que consiste en reaprovechar moldes, cambiando piezas para generar uno nuevo y sin generar residuos”. Y es que Estela lo tiene claro: “Somos soluciones industriales con la especialidad de reparación y fabricación de moldes”.
En las nuevas instalaciones las oficinas ocupan 200 metros cuadrados y, entre otras ventajas —como es la luz natural, cada vez más apreciada— les permite tener la oficina técnica a pie de taller, lo que elimina muchas barreras. La administración y zona de formación, en cambio, se encuentran en el primer piso.
1+1=3, con permiso de los matemáticos
Dicomol se ha hecho con la unidad de producción de Moldes Barcelona después de que ésta entrar en concurso de acreedores y tras ser designados adjudicatarios del proceso. De la firma se incorporarán a Dicomol algunos empleados y maquinaria: “No se incorporan todos los trabajadores de Moldes Barcelona ya que, durante el proceso que ha tardado el concurso, buscaron empleo en otras empresas. Otros se han jubilado y, en algún caso, suponía una duplicidad en nuestra propia organización”. Y claro está, una cartera de clientes que les permitirá diversificar la oferta de Dicomol: “Moldes Barcelona estaba más dedicada a la fabricación de molde nuevo y nosotros, estábamos más focalizados en reparación. Así nos complementamos y podremos dar un servicio más integral dando las dos opciones, molde nuevo y la posibilidad de repararlo cuando lo requieran. Hemos buscado que 1+1 fuera 3”.
Dicomol se instaló en las dos naves de alquiler de La Llagosta el pasado 7 de septiembre y, durante la construcción de las mismas, tuvieron la ocasión de incidir en su diseño, lo que les ha permitido instalar los dos puentes grúa para piezas de grandes dimensiones, por ejemplo. “Estaban previstas como naves logísticas y participar en el desarrollo nos ha permitido eliminar aquello que no nos era necesario y en cambio, introducir refuerzos en la cimentación”. Unas instalaciones que triplican el espacio que ocupaba Dicomol hasta ahora.
Las nuevas instalaciones permiten la organización más eficiente de las zonas de trabajo y podrán albergar también las máquinas de la recién incorporada Moldes Barcelona.
La crisis por la COVID-19, ¿una oportunidad?
Como especialista en reparación de moldes, e incluso a veces en rehacer un molde nuevo, Dicomol ha detectado en los últimos años una cierta recuperación de demanda interna, aunque tímidamente. La crisis generada por la COVID-19 y las restricciones de movilidad de productos y personas parecía favorecer el retorno de esta industria “pero en mucha menor medida de lo que algunos preveían. Aunque sí es cierto que han tomado consciencia que la industria europea en general no puede depender tanto de proveedores tan alejados y piden alternativas por lo que pueda pasar. Lo que está claro es que quién marchó por precio y no por la calidad, no somos una opción. Hay empresas que requieren de un molde para hacer un producto de muy bajo coste, por lo que es una mera herramienta para obtenerlo. Diferentes son las empresas que necesitan un molde que añada valor al producto, que sí pueda aportar diferencia. Aunque la combinación precio, rapidez, calidad… es compleja”.
Dicomol actualmente trabaja en más del 50% de su producción para el sector del automóvil, pero la crisis del COVID-19 ha volatilizado todas las previsiones, “vamos día a día y en cualquier momento la situación puede dar un vuelco”.
Y conscientes de la versatilidad del sector, están también atentos al mundo de la fabricación aditiva, una tecnología que ven como un complemento muy interesante. “En algunos casos nosotros mismos lo recomendamos al cliente, según la funcionalidad de la pieza, por ejemplo, o por necesidad de estética. Y en este sentido contamos con colaboradores especializados en los que nos apoyamos para dar también este servicio, ya sea en plástico o metal”.
Formación y mujeres, otros campos de batalla de Dicomol
Dicomol también apuesta por fomentar la formación entre los jóvenes e incentivar su incorporación a un mundo laboral que tiene mucho que ofrecerles. Así, en enero acogerán alumnos de una escuela de Granollers que están haciendo lo que se conoce como Formación Profesional Inicial para realizar prácticas de la teoría que dan en la escuela. “A ellos, les da una segunda oportunidad tras dejar la ESO y entrar en el mercado laboral y, a las empresas, nos permite dar a conocer qué es el mundo industrial y las oportunidades que les puede ofrecer”.
Del mismo modo, Estela también es una firme defensora de ampliar la presencia de la mujer en la industria: “suponen el 50% de la población y están perfectamente capacitadas para estar al pie de un torno o una fresadora. Y del mismo modo que los jóvenes no se sienten atraídos por la industria, las mujeres igual. Por ello es necesario darles a conocer este mundo desde su más temprana edad y fomentar su incorporación al taller, a ensuciarse las manos, no solo en puestos directivos”. Algo que Estela ha vivido y, sin duda, lo siente con pasión y que explica su implicación en el proyecto IndustriaMESdona.