Nuevo proyecto residencial de bajo consumo energético de Arquima, diseñado por Calderon-Folch Studio
El cambio de paradigma provocado por el Covid-19 ha hecho que nos planteemos la necesidad de vivir en casas más naturales, más sostenibles y más saludables. La compañía especializada en construcción pasiva industrializada ARQUIMA ha construido esta vivienda de consumo energético casi nulo. La casa, situada en el municipio barcelonés de Cabrils, ha sido diseñada por el estudio barcelonés especializado en edificación pasiva Calderon-Folch Studio.
Se trata de una vivienda de 411 m2 proyectada según los criterios del diseño pasivo (gran aislamiento térmico, envolvente estanca al exterior, carpinterías de altas prestaciones y ventilación mecánica controlada con recuperador de calor). La casa abarca la superficie irregular del terreno con orientación a sur, aprovechando así su ubicación privilegiada y minimizando su impacto ecológico y visual, así como con las propiedades vecinas.
La residencia, está ubicada en una de las laderas del Maresme (Barcelona), una zona que se caracteriza por una superficie irregular y en la que las viviendas de la zona a menudo se colocan demasiado cerca una de otra sin tener en cuenta la relación entre ellas o con el entorno circundante. Esta vivienda busca superar el desafío de crear un espacio residencial que también cubra todas las necesidades de ocio, estudio y trabajo.
La casa, fabricada con el sistema propio de entramado ligero de madera de ARQUIMA, ha sido diseñada para ajustarse a los principios básicos de las viviendas pasivas: bajos niveles de demanda de energía y consumo casi nulo.
Para la fachada de este proyecto de ARQUIMA se eligió la técnica ancestral japonesa ‘shou sugi ban’ utilizada para proteger la madera de factores externos carbonizando el material. Esta apariencia natural permite que la vivienda se mezcle con el entorno minimizando así su presencia y haciendo que los árboles que la rodean destaquen sobre la casa cuando la vemos desde la distancia.
El color oscuro de la fachada contrasta con la claridad de los espacios interiores en los que se ha optado por una decoración funcional, sencilla y muy natural basada en colores claros, tanto en las paredes como en techos y suelos y por revestimientos de madera natural.
El diseño interior se basa en la superposición de espacios geométricos que generan cortes, simulando una mayor amplitud. Esos espacios internos geométrico forman un interior multinuclear que preserva la intimidad de los diferentes espacios privados como dormitorios y zonas de trabajo, creando rincones para que la biblioteca, un escritorio o simplemente una silla se vean desde la distancia.
El posicionamiento de las ventanas, realizado de manera estratégica, enmarca diferentes vistas hacia el exterior desde cada estancia, creando gratas experiencias a los habitantes de la casa.
El sistema de prefabricación de ARQUIMA sirvió a los arquitectos responsables de este proyecto para lograr un proceso de construcción ordenado, respetuoso con el medio ambiente y silencioso. Todos los paneles de muros y forjados fueron ejecutados en fábrica, incluyendo carpinterías y revestimiento exterior.
Los paneles fueron llevados a la obra en camiones, levantados mediante grúas y el montaje de la estructura y de la envolvente se realizó en pocos días.
Fuente: Arquima
Fotografías de José Hevia
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