4 Cadires transforma un antiguo almacen de Sabadell en la nueva Coffee Store de Cafés Pont
Situado en el centro de Sabadell, en un edificio protegido del siglo pasado, se encuentra la nueva tienda – cafetería de Cafès Pont, un espacio totalmente reformado por el estudio 4 Cadires, destinado a ser el establecimiento insignia de la marca.
El establecimiento ocupa el mismo emplazamiento que en sus inicios, un antiguo almacén situado en el bajo de una antigua casa de la calle St. Antoni nº5 de Sabadell.
Este establecimiento que puede parecer una cafetería más es, sin embargo, para los amantes del café un espacio lleno de exquisitos aromas provenientes de diferentes cafetales del mundo, un espacio en el que el incesante sonido de las cafeteras y el molido de café se mezcla con las tertulias en sus mesas y ese calor tan especial del buen café tostado.
El objetivo era reconvertir un añejo almacén, que se fue convirtiendo en un espacio dedicado a la venta de café en grano, en un rincón acogedor impregnándolo de aroma a historia y café. Todo esto recuperando y apoyándose en la esencia industrial del espacio.
El espacio debía ser intimista, un factor que se tuvo muy en cuenta durante la selección de materiales: maderas tintadas, suelos y revestimientos cerámicos emulando mosaicos hidráulicos, colores tostados y rojizos y sofás en capitoné negro enfatizan este espacio y aportan un carácter elegante y cálido.
La iluminación ha sido una partida importante en el diseño. Cuatro grandes lámparas, diseñadas específicamente para el proyecto por 4 Cadires, ayudan a aportar un aire industrial, sus pantallas globo emiten una luz muy tamizada. Como efecto decorativo, estas mismas lámparas incorporan dos apliques con bombillas de filamentos que resaltan con tonos cálidos la pared de ladrillo.
Objetos decorativos (molinillos de café, sacos, jarrones, cestos…) que estaban presentes en la primera tienda, vuelen a lucir sobre las paredes del local.
La distribución, limitada por las características del espacio y de la actividad que debía acoger, intenta ordenar las diferentes actividades del local: funciones de venta a granel de café, barra y zona de degustación.
Como elemento unificador entre los espacios se diseñó una gran librería de madera que viste todo el local y que además se ha utilizado para esconder los accesos a baños y almacén.
El suelo es uno de los grandes protagonistas del local. Los tonos elegidos para el parquet cerámico ha sido muy premeditado: el contraste entre marrones envejecidos que recuerdan a las diferentes tonalidades que coge el café en su proceso de tostado y el rojo vivo, color corporativo de la marca. Su colocación alternando piezas en horizontal y piezas en vertical simulan los carriles por los que se transportaba el café en su proceso de tostado en las grandes plantaciones.
Al fondo del local, en una pared complicada y sin luz natural se ha colocado un jardín vertical sobre fondo oscuro. El objetivo es aportar luminosidad, vida y profundidad al conjunto, además de crear un punto de atención que refuerce el carácter natural a la marca.
Fuente: 4 Cadires
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