Un año de intensa actividad marcado por la inflación

Las empresas de excavación y movimiento de tierras han cerrado el año con una intensa actividad. No obstante, sus márgenes se han visto lastrados por el incremento del precio de las materias primas y del combustible. Además, este aumento de actividad está poniendo de relieve otro de los grandes problemas a los que se está enfrentando el sector: las dificultades para encontrar trabajadores y operarios de la construcción.

En cuanto al mercado de la maquinaria de movimiento de tierras, va íntimamente ligado a la marcha de la construcción. Los datos difundidos por el grupo de trabajo MMCE, Mercado de Maquinaria de Construcción España, de Anmopyc, mostraron crecimiento en la maquinaria de producción del 20% en el primer semestre del año pasado respecto al mismo periodo de 2021, tendencia que se espera se mantenga al cierre de 2022. Todos los productos analizados en este segmento tuvieron un comportamiento positivo, encabezado por las motoniveladoras (16 unidades, +60%), seguidas de los dumpers articulados (+30%, 13 unidades), retrocargadoras (+28%, 339 unidades), excavadoras de cadenas (+19%, 285 unidades), excavadoras de ruedas (+18, %, 151 unidades), dumpers rígidos (+17%, 14 unidades), cargadoras de ruedas (+14%, 303 unidades) y tractores de cadenas (+13%, 17 unidades).

Desde 2022, los excavadores cuentan con una nueva representación a nivel nacional para la defensa de sus intereses. El pasado mes de julio la Asociación Vizcaína de Excavadores - Bizkaiko Induskari Elkartea (AVE-BIE), la Asociación de Excavadores de Aragón (Aexar) y la Asociación de Excavadores de Cantabria (Aexca), constituían Fenaex, la Federación Nacional de Excavadores. Como señalaban las asociaciones firmantes, el nacimiento de Fenaex se producía “fruto de muchos años de trabajo en un clima de total confianza entre las tres organizaciones”.

En su carta fundacional, Fenaex habla de “sumar para reivindicar unas mejoras de gran importancia para nuestro futuro, de una forma planificada y mediante un despliegue de acciones enfocadas en el cumplimiento de los fines para los que la nace la Federación”. Entre dichos fines se encuentra la promoción y defensa de la imagen del sector, la representación, gestión y defensa de sus intereses económicos y profesionales, la defensa de la ética profesional, la promoción de acciones de fomento del autónomo y las pymes en el sector o el establecimiento de acuerdos de cooperación “con toda clase de entidades públicas y privadas en la búsqueda de sinergias que dinamicen el sector”.

Una de las primeras reivindicaciones lanzadas por la Federación es la puesta en marcha de un ‘plan renove’ de maquinaria a nivel nacional para “apoyar a las empresas en la adquisición de maquinaria más amable con el medio ambiente y para que estas sigan contribuyendo a la recuperación económica”. Una demanda que que está siendo defendida no solo por los excavadores, sino también por distribuidores y fabricantes de equipos, representados por Anmopyc, y que está siendo liderada por la CNC. Según señalaba recientemente su presidente, Pedro Fernández Alén, el parque de maquinaria español tiene una media 18,5 años de antigüedad, el 80% de las máquinas tienen más de diez años y el 24% de las mismas, que carecen de límites de contaminación por su antigüedad, son responsables del 98% de las emisiones totales del sector.

Otro de los principales problemas a los que está haciendo frente el sector es el del encarecimiento de las materias primas y, especialmente, del combustible. En abril, y tras una huelga de transportistas, el Gobierno aprobó una bonificación de 20 céntimos por litro de combustible, medida que sirvió para paliar los efectos de su encarecimiento tanto a profesionales como a particulares. Sin embargo, el cambio de año ha traído consigo el fin de esta bonificación, a excepción del transporte por carretera y los sectores agrícola y pesquero, que sí la mantienen.

La exclusión de la maquinaria de movimiento de tierra de esta prórroga ha generado malestar en un sector que, desde la Federación, denuncia un trato discriminatorio frente a aquellos que sí continúan con la bonificación. “El combustible supone cerca de un 40% de los costes de producción para el sector, prácticamente el mismo porcentaje que para los sectores que siguen amparados por esta bonificación”, lamentan. Además, advierten de que esta situación agrava la exclusión del combustible de la revisión de precios en la contratación pública, lo que, según Fenaex, “hace recaer los costes en las empresas sin tener en cuenta que, en lo relativo a las fases de preparación y movimientos de tierras, estas son principalmente realizadas por pymes y autónomos”.

Representantes de algunas de las principales asociaciones regionales del sector nos dan sus claves sobre la situación que afrontan las empresas y trabajadores.

María José Robledo, presidenta de Aexar (Asociación de Excavadores de Aragón)

¿Cómo ha sido el 2022 para vuestro sector y particularmente para vuestros asociados?

En general ha sido un ejercicio con una actividad productiva importante, del mismo modo que afectada por la coyuntura económica general, provocada principalmente por la crisis del conflicto de Ucrania. Especialmente ha afectado a nuestros asociados el constante incremento del precio del combustible, suministros y materias primas. Ello ha generado un clima de incertidumbre, que evoca a la pequeña empresa las dificultades que tuvieron que atravesar en la anterior crisis económica, que afectó de pleno al sector de la construcción, con la consecuente llamada a la prudencia a fin de no revivir escenarios pasados.

¿Qué previsión de actividad tenéis para el 2023?

Enlazando con la cuestión anterior, un aspecto diferencial con la denominada 'crisis del ladrillo', que azotó a todo el conjunto del sector de la construcción, es que, en esta ocasión, las políticas de impulso económico cuentan con el sector de la construcción. Si esto se suma al hecho de que el sector está teniendo un crecimiento moderado en cuanto al número, tamaño y medios de las empresas, por las consecuencias de la anterior crisis, se produce una saturación de los medios productivos existentes en momentos puntuales, no tanto por exceso de actividad sino por dificultades para acometerla.

¿Cuáles son los principales problemas a los que os enfrentáis actualmente los excavadores?

Además de los problemas que pueden considerarse endémicos (morosidad, falta de personal cualificado, atomización y posicionamiento de las pequeñas empresas, …), es el incremento de los costes, principalmente el de los carburantes, suministros y medios productivos, los que cabe poner de relieve. Estamos en una economía en el que los márgenes de rendimiento/beneficio están cada vez más reducidos, lo que supone que, ante la volatilidad excesiva del mercado requiera de una continua negociación de los precios, con la dificultad que ello supone para las pequeñas empresas del sector. Esto se hace más complejo con los actuales sistemas de licitación, en los que sigue primando la oferta económica más baja por encima de otros criterios de valoración. Esto lo podemos observar tanto en la licitación pública como en la privada, a pesar de las mejoras normativas habidas en este sentido. Cada vez que reflexiono sobre esta cuestión, me viene a la mente la carta del ingeniero Vauban al Ministro de Guerra de Luis XIV francés que, datando del siglo XVII (1683), sigue siendo de plena actualidad:

"[…] hay algunos trabajos en los últimos años que no han terminado y que no se terminarán, y todo, Monseñor, por la confusión que causan las frecuentes rebajas que se hacen en sus obras, lo cual no sirve más que para atraer como contratistas a miserables, pillos e ignorantes, y ahuyentar a aquellos que son capaces de conducir una empresa. Y digo más, y es que retrasan y encarecen considerablemente las obras, porque esas rebajas y economías tan buscadas son imaginarias, y lo que hace un contratista que pierde es lo mismo que un naufrago que se ahoga: agarrarse a todo; y eso en el oficio de contratista es no pagar a los suministradores, dar salarios bajos, tomar peores obreros, engañar sobre todas las cosas y siempre pedir misericordia contra esto y aquello.

Y de ahí bastante Monseñor, para hacerle ver la imperfección de esa conducta; abandónela, pues, y en el nombre de Dios, restablezca la buena fe: encargar las obras a un contratista que cumpla con su deber será siempre la solución más barata que podréis encontrar."

¿Qué demandas tenéis hacia la Administración en relación a estos problemas?

Respecto al combustible, desde el sector seguimos reivindicando la inclusión del sector de excavación y movimientos de tierra en el gasóleo profesional, así como la aplicación de las prórrogas de las ayudas de 20 céntimos al igual que se ha hecho para otros sectores, entre ellos el transporte. También en relación al combustible, demandamos fórmulas de indexación automática de los incrementos del coste del carburante, al igual que se implantaron en el transporte por carretera. Asimismo, fórmulas de revisión de precios eficaces y automáticas, que afecten tanto a suministros como a combustibles.

Es necesario favorecer la renovación de los parques de maquinaria, con maquinaria más moderna y respetuosa con el medioambiente.

El favorecimiento de la formación profesional en el sector, haciendo atractiva esta profesión a las nuevas generaciones, instrumentándolo desde la licitación pública.

Para la defensa de esta problemática el sector precisa de interlocución, es por ello que, junto con otras asociaciones hemos constituido la Federación Nacional de Excavadores (Fenaex), con el objetivo de poner en valor al empresariado de la excavación y movimientos de tierra.

En relación a la maquinaria para el movimiento de tierras: ¿a qué avances dan más valor los operarios?

En general, los avances tecnológicos implantados en la maquinaria son aspectos que, tanto empresas como trabajadores, valoran positivamente. Nada tienen que ver equipos con cierta antigüedad, a los actuales equipos, tanto a nivel de aporte de seguridad al operario y a la obra, como a la relación producción-rendimiento de los mismos.

Juan Antonio Lantarón, secretario general de Aexca (Asociación de Excavadores de Cantabria)

¿Cómo ha sido el 2022 para vuestro sector y particularmente para vuestros asociados?

Ha sido un año en el que ha habido una intensa actividad pero muy condicionada por las subidas de las materias primas y derivados del petróleo, fundamentalmente, los combustibles. Y ello, habida cuenta de que la Administración dejó fuera de la revisión excepcional de precios a estos últimos, con lo que ello representa.

¿Qué previsión de actividad tenéis para el 2023?

Prevemos un año de gran actividad, suelen serlo aquellos que coinciden con periodos electorales. Estamos muy preocupados por la posible salida de nuestro sector de los sectores favorecidos por los 20 céntimos de descuento en los combustibles. Una auténtica tropelía para lo que representa nuestro sector en el PIB nacional, autonómico y para el empleo que genera.

¿Cuáles son los principales problemas a los que os enfrentáis actualmente los excavadores?

Fundamentalmente, la escasa rentabilidad devenida de una competencia atroz que, en demasiadas ocasiones, nos lleva a trabajar con unos beneficios paupérrimos en el mejor de los casos. Los sistemas de licitación, las subastas que fundamentalmente valoran el precio por encima de cualquier otra cuestión, no ayudan en absoluto.

Por otra parte, y no podemos olvidarnos de ello, la falta de profesionales cualificados o personas que, al menos, tengan 'hambre' de aprender e ilusión para el trabajo. Un mal endémico en todos los sectores del que el nuestro, sin duda, no está al margen.

¿Qué demandas tenéis hacia la Administración en relación a estos problemas?

Fórmulas de revisión de precios eficaces y automáticas, que afecten tanto a suministros como a combustibles, medidas contra el intrusismo y la competencia desleal y cierta dosis de humildad para escuchar a los representantes de nuestras federaciones y sus razonables planteamientos.

Ayudas a la renovación de maquinaria a una más moderna, segura y amable con el medio ambiente. Incentivar la formación profesional y la cualificación de nuestros profesionales. Y el fortalecimiento de las organizaciones empresariales.

En relación a la maquinaria para el movimiento de tierras: ¿a qué avances dan más valor los operarios?

Esa es una cuestión muy particular. Desde el punto de vista de la empresa, la máquina tiene que ser, sin duda alguna, confiable y eficaz, en todos los sentidos. También, y sin duda alguna, en el del consumo.

Manuel Lyon Morán, secretario general de Amaexco (Asociación de Empresarios Excavadores y Transportistas de la Comunidad de Madrid)

¿Cómo ha sido el 2022 para vuestro sector y particularmente para vuestros asociados?

El sector en el pasado año 2022 ha seguido en la línea ascendente de los años anteriores y confirmándose una muy buena salud gracias a los proyectos a corto, medio y largo plazo que existen en la Comunidad de Madrid, tanto en la iniciativa privada como en la pública.

¿Qué previsión de actividad tenéis para el 2023?

Los asociados de Amaexco han recuperado una parte muy importante de lo perdido en la crisis y afrontan con optimismo los próximos años. Lo que más ansían es la estabilidad, de modo que les dé tranquilidad para afrontar futuras inversiones en maquinaria y así dar un gran paso en la renovación de las flotas y parques de maquinaria.

¿Cuáles son los principales problemas a los que os enfrentáis actualmente los excavadores?

El sector se sigue enfrentando todavía con problemas heredados del pasado y que no se han resuelto a pesar de la inclusión de gente joven en la dirección de las empresas. Los problemas nos surgen por herencia de costumbres que hoy en día hay que erradicarlas. La gestión de trámites administrativos y el desconocimiento de dichos tramites llevan en algunos casos a problemas de difícil solución y que las empresas contratistas se aprovechan dando también la sensación de dicho desconocimiento. El sector necesita una mayor profesionalización, entendida en el ámbito de gestión. Por todo ello el trabajo de las asociaciones es vital en su divulgación y puesta en conocimiento antes de que el problema estrangule los recursos de una pyme.

¿Qué demandas tenéis hacia la Administración en relación a estos problemas?

Las demandas hacia la Administración son las mismas de siempre, que con el paso de los años no se resuelven. Entendemos que todo ello viene por la falta de unión del sector, de no ser así ya estarían resueltas. A la Administración le está costando mucho entender que el sector de la construcción está basado en las subcontratas, sin ellas las grandes constructoras no podrían desarrollar los grandes proyectos.

Las asociaciones nos desgañitamos solicitando el reconocimiento de las subcontratas con el fin de paliar las grandes diferencias de trato y sobre todo de plazos de pago. Solicitamos la aplicación urgente del marco sancionador de la ley de morosidad como paso prioritario para solucionar el grave problema de la liquidez en las pymes, así evitaremos los abusos del grande hacia el pequeño.

En estos momentos se le está pidiendo a la Administración la solución a un grave problema existente y que puede llevar al cierre de muchas empresas: la falta de personal cualificado. Nosotros somos un sector donde es necesario el operario cualificado, algo que cada día es más difícil de encontrar y que de no poner remedio en un futuro y no muy largo, puede llevar al cierre de empresas.

Algo que sí sería por parte de la Administración un paso adelante y que daría reconocimiento a todas nuestras demandas y generaría un sector mucho más dinámico y fuerte a la vez, sería la inclusión en los pliegos de contratación de maquinaria con estándares más ecológicos y de eficiencia energética. Que no se basaran en los precios, si no en la calidad de la maquinaria y del operario. De ese modo solucionaríamos varias demandas tanto nuestras como de los fabricantes.

En relación a la maquinaria para el movimiento de tierras: ¿a qué avances dan más valor los operarios?

En un mundo mucho más tecnológico nosotros no somos menos. La maquinaria ha sufrido grandes cambios los cuales van en beneficio tanto de la empresa como del trabajador. Por ello, la ergonomía y los consumos, así como los mantenimientos, son lo más apreciado tanto por el empresario como por los trabajadores

Amando Astorga Grandoso, presidente de AVE-BIE (Asociación Vizcaína de Excavadores)

¿Cómo ha sido el 2022 para vuestro sector y particularmente para vuestros asociados?

Podemos decir que, a pesar de todos aquellos aspectos que están afectando a la economía, como la guerra de Ucrania y el encarecimiento de las materias primas debido a la alta inflación, el año 2022 ha sido un año aceptable en cuanto a proyectos de obra pública y privada que ha permitido al sector de excavación y obra civil del territorio de Bizkaia a seguir siendo un referente en cuanto a la contribución al crecimiento de la economía y el empleo.

AVE-BIE, constituye una organización que representa a empresas de diferente tipología, desde aquellas que son adjudicatarias directas de proyectos, como de aquellas que son subcontratadas. En este sentido sí hemos podido apreciar que nuestros asociados, en mayor o menor medida, han tenido una actividad continuada y en determinados momentos han necesitado de medios materiales externos, a través de alquiler de equipos, bien a empresas que se dedican a ello, como a otros asociados que les han facilitado estos.

¿Qué previsión de actividad tenéis para el 2023?

Vivimos momentos de incertidumbre y todo apunta a que en la primera mitad del año la economía va a experimentar en Europa una contracción. En el caso del País Vasco la previsión es de un crecimiento del PIB de un 2,1% y ello nos hace, siempre desde la prudencia, ser moderadamente optimistas. No debemos olvidar que en mayo tenemos elecciones municipales y antes de esa fecha muchos municipios ejecutan inversiones previstas.

Por otro lado, los presupuestos, tanto autonómicos como territoriales, contemplan importantes inversiones en infraestructuras, que muchas de ellas se van a empezar a ejecutar en este año, entre las que destacamos la Línea 5 del Metro, la mejora de la red viaria, la apuesta por la movilidad sostenible con nuevos carriles bici, la culminación de la Variante Sur Metropolitana con la conexión a la AP-68, la variante de Markina y la avanzada. A todo ello sumamos los proyectos de obra privada que requieren de nuestra participación.

¿Cuáles son los principales problemas a los que os enfrentáis actualmente los excavadores?

Nuestro sector no es ajeno a aquellos aspectos que están afectando a la economía con carácter general, como es el incremento del coste de las materias primas, imprescindibles para poder llevar a cabo las obras programadas, y los costes energéticos, destacando el precio del gasóleo, fundamental para el funcionamiento de nuestros equipos. Asimismo, el fuerte incremento del IPC ha generado en las empresas una importante subida en los costes salariales (en 2022 se han ajustado las tablas con un incremento del 6,5%), que hace que nuestras empresas estén en desventaja a la hora de competir con otras que tiene unos costes salariales menores. Esperemos que esta situación sea coyuntural y volvamos a niveles razonables en breve.

Ahora bien, existen otros problemas que también nos preocupan y que pueden tener un carácter estructural, como la falta de operadores de maquinaria de movimiento de tierras. Esto, por un lado, dificulta el relevo generacional y por otro promueve que personal sin experiencia y sin la formación en prevención exigida para ello pueda manejar un equipo de estas características, con lo que ello supone tanto a nivel de accidentes como de posibles averías que derivan en mayores costes para las empresas.

Finalmente, debemos hacer mención a nuestro parque de maquinaria, que debido a la crisis de 2008 y a la generada por la covid-19 no ha podido ser renovado, dejando unos equipos obsoletos y que necesitan ser sustituidos por otros más sostenibles, digitalizados y seguros.

¿Qué demandas tenéis hacia la Administración en relación a estos problemas?

Estos problemas han venido reivindicándose desde las diferentes asociaciones de excavadores en los últimos años y recientemente hemos constituido la Federación Nacional de Excavadores, Fenaex, para hacerlo de forma más centralizada y porque es necesario tener una voz que nos represente ante la administración. Respecto a los precios del gasóleo, se ha solicitado que nuestro sector sea incluido tanto en la prórroga de la bonificación de los 20 céntimos como en aquellos colectivos que puedan acogerse al gasóleo profesional, como ya lo hacen sectores como el transporte, la agricultura y taxistas.

Referente al parque de maquinaria reivindicamos la creación de un ‘plan renove’ que, como hemos comentado anteriormente, permita al sector disponer de equipos nuevos que faciliten a las empresas afrontar con garantías los nuevos proyectos que, gracias a los fondos europeos, requieran de recursos materiales sostenibles, seguros y punteros.

Asimismo, desde la Administración se deberían apoyar planes para poder formar a nuevos operadores de maquinaria con itinerarios amplios de formación y ayudas a la contratación, de manera que puedan ir adaptándose poco a poco a la actividad. Por otro lado, entre todos deberíamos apoyar el nuevo certificado de profesionalidad que se aprobará en 2023 'Operaciones con maquinaria de arranque y carga de tierras en construcción', para que se pueda convertir en el requisito para poder manejar una máquina.

En relación a la maquinaria para el movimiento de tierras: ¿a qué avances dan más valor los operarios?

No cabe duda que la maquinaria de movimiento de tierras ha dado un paso de gigante en cuanto a su evolución en los últimos años y nuestros operarios son testigos de los avances que ha experimentado esta. Nuestros operarios han podido apreciar que con maquinaria más digitalizada, menos contaminante y más segura la productividad es mayor y en esto tiempos de dura competencia poder sacar adelante más trabajo en menos tiempo es fundamental.

Además, el disponer de una cabina más confortable con elementos como aire acondicionado y asientos antivibratorios, facilita el trabajo, evitando posibles distracciones debido a condiciones de calor extremo y evita posibles lesiones, algo que ponen en valor a la hora de poder operar esta maquinaria.

Javier Solís, secretario técnico de Unexma (Unión de Excavadores de Madrid)

¿Cómo ha sido el 2022 para vuestro sector y particularmente para vuestros asociados?

Lo primero, quiero dar las gracias por la difusión que dais a nuestro sector. El 2022, como viene sucediendo con los sustos de los últimos años, empezó con la huelga de transporte que llegó a paralizar las obras y creó dudas e inquietud. A ello hay que sumar los incrementos de precios que en las máquinas también aplicamos, entre otros motivos, por el incremento de los carburantes. Pasado esos meses de marzo y abril seguimos con la tendencia de los dos últimos años de más demanda que oferta, al no disponer de personal cualificado suficiente para poder atender a los clientes.

¿Qué previsión de actividad tenéis para el 2023?

Nuestra tendencia es buena, continuando con más obras que disponibilidad. Pero hay incertidumbre. Al quitar la ayuda para la bonificación de combustible y dejar fuera de nuevo a nuestro sector, hace que los precios sigan su escalada también en maquinaria. También hay que añadir las dudas de los nuevos tramos de autónomos y el aumento de cuotas a nivel general.

¿Cuáles son los principales problemas a los que os enfrentáis actualmente los excavadores?

Los principales problemas pasan por los gastos de combustible y su precio actual. El no tener un ‘plan renove’ de maquinaria, como si las maquinas no contaminasen, quedando fuera de la tendencia actual de mejora de medio ambiente. Además, debido a la antiguedad del parque de maquinaria aumenta la posibilidad de riesgo de accidentes en obra.

¿Qué demandas tenéis hacia la Administración en relación a estos problemas?

Actualmente, tener interlocución con el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, y en nuestro caso concreto con las administraciones de Madrid y zona centro, que son nuestro ámbito de actuación. Consideramos fundamentales las ayudas en la bonificación de combustible y controlar los pagos del contratista principal al subcontratista. Tenemos la necesidad de aplicar un régimen sancionador aprobado ya por mayoría en el Congreso y con 88 enmiendas que lo retrasan de una forma cruel ante el alto riesgo de impagados en este año 2023. También existe la necesidad de renovación de flota de maquinaria, con un ‘plan renove’ como ya han hecho en Italia con éxito. Además, hay que tener en cuenta el aumento del precio de las máquinas nuevas.

En relación a la maquinaria para el movimiento de tierras: ¿a qué avances dan más valor los operarios?

El confort y la tecnología son fundamentales para evitar enfermedades profesionales y mejorar el rendimiento, así como mejorar los consumos de las máquinas. Sin ayudas es muy difícil llegar a la renovación de maquinaria eléctrica e híbrida, pero en un futuro cercano podría ser muy interesante. La incorporación de láser e instrumentos para medidas de cotas o trabajar desde la máquina sin ayuda de operarios externos es algo fundamental en la nueva maquinaria.