La recuperación no será total sin obra pública
En estas páginas de la revista Canteras y Explotaciones que tiene en sus manos publicamos una amplia entrevista con Ramón Ruberte, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Áridos (Anefa), en la que hace un repaso al sector y a cómo llega a la gran cita del Congreso Nacional.
Esta quinta edición del congreso llega bajo un contexto sensiblemente más optimista que la que tuvo lugar en Madrid en 2015. Así, el consumo empieza a dar síntomas de recuperación, con un crecimiento del 10,5% en 2017, tendencia que se ha mantenido en el primer semestre del año.
Teniendo en cuenta que este crecimiento se produce sobre una base muy debilitada por los años de la crisis, desde el sector se alerta de amenazas que aún no han desaparecido; así, las previsiones para este año se han moderado ante la incertidumbre política y la parálisis en la toma de decisiones que se lamenta desde el sector.
Desde Anefa señalan la inversión en obra pública y especialmente la rehabilitación de firmes como medidas clave para la recuperación definitiva del sector, ya que el 95% de su composición son áridos.
La obra pública continúa siendo el mecanismo de activación al que muchos sectores están esperando. Si bien se suele asociar la inversión pública con grandes infraestructuras de autopistas y kilómetros de AVE, hay mucho por hacer en materias como energía, ciclo del agua o la gestión de residuos. La recuperación de unos niveles adecuados de inversión pública no solo reactivaría numerosos sectores que viven directa o indirectamente de ella; los gobiernos locales, autonómicos y central tiene la obligación de garantizar una serie de servicios y derechos para la ciudadanía y en los que las infraestructuras y su correcta conservación juegan un papel fundamental.
El consumo privado ha sido el primero en recuperarse. El sector de los áridos llega a su quinta edición en un clima bien distinto al de pasadas ediciones celebradas en plena crisis. Lo que es seguro es que continuará demostrando que estos años de parón económico no han frenado ni mucho menos los avances de un sector que se ha modernizado como pocos en las últimas décadas.