La importancia de los áridos
Con motivo de la celebración de su Asamblea General anual, Anefa, la Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Áridos, realizó un evento muy especial para conmemorar su 40º aniversario. Cuatro décadas defendiendo y promocionando un sector del que parten todos los demás, el que suministra materias primas para la construcción de todo lo demás.
La Asamblea General de Anefa permite, entre otras cosas, conocer el estado de un sector al que la crisis ha golpeado como al que más y que, al estar al inicio de la cadena de suministro, es uno de los mayores perjudicados por impagos y morosidad. Los datos adelantados por la Asociación reflejan que tras la leve recuperación en 2015, el consumo de áridos volvió a caer en 2016 (un 2,7%) y continúa por debajo de los 100 millones de toneladas. Un “año perdido”, como lo calificó el presidente de Anefa, que habla de “encefalograma plano” en un sector que lleva años estancado entre las 95 y 100 millones de toneladas y que tiene uno de los consumos per cápita más bajos de toda la Unión Europea. Se trata de cifras que están muy lejos de unos niveles de consumo razonables que desde el sector sitúan entre 200 y 250 millones de toneladas y que han obligado a las empresas a hacer enormes esfuerzos para mantener su actividad.
Como se señalaba anteriormente, la Asamblea tuvo un carácter especial por coincidir con el 40 aniversario de la fundación de Anefa, que tuvo lugar en 1977. Así, se hizo un repaso por estas cuatro décadas en las que el sector se ha modernizado y ha incorporado criterios de innovación y respeto medioambiental cada vez más severos. Se trata de una actividad fundamental para la sociedad y su desarrollo pero que, como lamentan desde el sector, “no da votos”.
Aquí entra de nuevo la importancia de la comunicación, tan importante –y dejada de lado durante mucho tiempo- por parte de los distintos sectores de la actividad extractiva. César Luaces, director general de Anefa, manifestó durante la celebración de la Asamblea la intención por parte de la Asociación de mejorar en sus labores de comunicación y que esta sea llevada a cabo por profesionales de la misma. No solo hay que tener intención de comunicar: también hay que saber hacerlo, tener la capacidad de lanzar los mensajes adecuados a cada tipo de receptor y estar preparado para afrontar la crisis de reputación que, en un sector como este, están a la orden del día.
Sin los áridos, el progreso humano sería imposible; todo se genera a partir de las materias primas. Y es responsabilidad de todos ser consecuentes con esta importancia. Desde la sociedad, ser conscientes de que nuestro actual modo de vida depende de ellas. Por parte de las Administraciones Públicas, proteger y fomentar su desarrollo. Y desde el sector, incidir en las buenas prácticas y dejar en fuera de juego a quienes estén al margen de ellas.