Una nueva etapa en Aminer
El sector minero vive un buen momento. Acompañado por el precio de los metales y tras años muy duros, especialmente en nuestro país, con numerosas explotaciones activas, especialmente en la Faja Pirítica.
Coincidiendo con este momento, la Asociación de Empresas Investigadoras, Extractoras, Tansformadoras Minero-Metalúrgicas, Auxiliares y de Servicios (Aminer) ha iniciado una nueva etapa tras la presidencia de Francisco Moreno, al frente de la asociación desde sus inicios en 2010.
Tras la renuncia voluntaria de Moreno, esta nueva etapa para Aminer es reflejo de la situación minera de la región. Cada dos años, la presidencia se alternará entre las cuatro empresas mineras con proyectos activos en la Comunidad Autónoma de Andalucía: Cobre Las Cruces, Matsa, Atalaya Mining y Minera Los Frailes.
En este número de la revista Canteras y Explotaciones se incluye una entrevista con Luis Vega, director Facultativo de Cobre las Cruces y nuevo presidente de Aminer. En ella, analiza un sector con un futuro prometedor a corto y medio plazo, especialmente en la Faja Pirítica, pero que aún se enfrenta a varios retos y que tiene un largo trecho en cuanto a aceptación social por recorrer.
Siguen siendo frecuentes noticias de rechazo a nuevos proyectos extractivos, sean del tipo que sean. Desde el sector se lamenta, y con razón, ese movimiento casi simultáneo contrario a la apertura de cualquier nuevo yacimiento en cuanto este se pone encima de la mesa. Sin atender a más razones que el “no” por el no, este movimiento tiene además un fuerte impacto mediático que acaba llegando a la sociedad.
Andalucía es un buen ejemplo de que, bien desarrollada, la minería es una gran fuente de riqueza para todos. La Junta, consciente de ello, sabe que es un sector que debe apoyar ya que aporta materias primas, imprescindibles para cualquier tipo de industria, y genera una actividad y una economía local beneficiosa para todos. Como recuerda Luis Vega en la entrevista mencionada, actualmente las compañías mineras trabajan sobre la base de la transparencia y con el cumplimiento de normativas europeas, nacionales y locales muy exigentes que obligan a cumplir con elevados niveles tecnológicos y medioambientales.
Estamos ante una línea a seguir. El sector debe seguir apostando por la tecnología, la innovación, la seguridad laboral y la el respeto medioambiental. A cambio, las autoridades deben favorecer aún más el papel dinamizador de esta actividad, facilitar la actividad de las empresas y garantizar su seguridad jurídica.