El reto del cambio climático
El cambio climático es una cuestión que afecta a todo el planeta, pero sus efectos no se distribuyen por igual, ni siquiera dentro de un mismo país. Por ello, a medida que el mundo experimenta los crecientes efectos relacionados con el cambio climático, como es el aumento en las precipitaciones, el aumento de las temperaturas y o la subida del nivel del mar, todos los sectores industriales tratan de actualizar sus objetivos a medio/largo plazo para evitar males mayores. Desde distintos ámbitos, los actores cada vez son más preguntados por aspectos relativos al clima a la hora de llevar a cabo sus actuaciones. Muestra de ello, por ejemplo, es el creciente auge de interés que ha suscitado la última cumbre COP26 celebrada en Glasgow, donde se reunieron las partes para acelerar la acción hacia los objetivos del Acuerdo de París y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Si nos centramos en la minería, esto se acentúa más si cabe todavía. Así lo muestra el reciente informe Framework Responsable Mining Index (RMI), elaborado por la Responsable Mining Foundation (RMF). El documento proporciona un exhaustivo estudio sobre los principales aspectos de la minería hecha de manera responsable, partiendo de las expectativas que tiene la sociedad a las empresas mineras a gran escala.
En numerosas ocasiones se ha hablado de la transparencia de las empresas y de la necesidad de contar a la sociedad la labor que desarrolla el sector minero. Poco a poco se ha ido trabajando para lograr llegar a obtener esa denominada “licencia social para operar” que tanto cuesta conseguir en este sector. Muy ligada a esa dificultad para obtener la “licencia social” se encuentran los principales argumentos que tienen que ver con el cambio climático y el medioambiente.
Como destaca el informe del RMI para 2022, desde distintos ámbitos se espera que las empresas mineras identifiquen sus riesgos e impactos relacionados con el clima. En particular, se espera que las empresas trabajen para reducir sus propios impactos del cambio climático y contribuyan a la acción climática reutilizando, reduciendo y reciclando los bienes utilizados en sus operaciones. Otro aspecto al que hace referencia el informe es a la famosa responsabilidad social corporativa: “Las empresas pueden demostrar acción responsable identificando y mitigando el riesgo de impactos mineros exacerbados por el clima en las comunidades locales, los trabajadores y el medio ambiente”.
Según el informe, “son muchas las voces del sector de la minería que reconocen los retos mundiales relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio climático, y cada vez hay más empresas que atienden y publican su uso de la energía y sus emisiones de gases de efecto invernadero, incorporando energías renovables y tecnologías con bajas emisiones y mejorando la eficiencia energética”. Si nos centramos en España, algunas empresas centran parte de su estrategia en trabajar con las comunidades y los trabajadores para evaluar conjuntamente los riesgos y diseñar estrategias para planificar y mitigar el cambio climático para adaptarse a él.
Asimismo, el informe del RMI muestra la existencia de distintos beneficios para las empresas que reducen el consumo de energía, las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia de los combustibles fósiles de manera proactiva. “Las empresas que invierten de manera temprana en medidas de eficiencia energética podrán tener una ventaja competitiva respecto a aquellas que van a la zaga, puesto que una mayor eficiencia puede contribuir a proteger a las empresas ante el aumento de los precios del combustible, mitigar el efecto de las regulaciones que pueden limitar o poner un precio a las emisiones de carbono, y redundar en un mejor desempeño comercial”, menciona en sus páginas dicho informe.
Otro aspecto a destacar es el posicionamiento de los inversores. Según el informe, suele ser bastante común que éstos muestren “un escepticismo cada vez mayor” ante proyectos en regiones donde el cambio climático ha incidido con mayor énfasis.
Como conclusión en materia de cambio climático y el medioambiente, en el estudio se afirma que “aquellas empresas que sean transparentes en lo que respecta a sus emisiones de gases de efecto invernadero, sus metas de reducción y sus estrategias de adaptación al clima, y que puedan demostrar una trayectoria positiva en cuanto a la reducción de emisiones y la mejora de la eficiencia energética, tienen más posibilidades de recibir el favor de los inversores y de las comunidades donde tengan previsto realizar sus operaciones”.
Aunque todavía quede por hacer para llegar a conseguir esa licencia social, España cuenta con casos de éxito en la rehabilitación y restauración de zonas mineras. Muchos de esos ejemplos de éxito (a los que hemos dado voz desde Canteras y Explotaciones) son de empresas que trabajan proactivamente sus estrategias de adaptación al cambio climático conjuntamente con los gobiernos locales y con la comunidad local.
El Framework del RMI establece el contenido básico del Responsible Mining Index (RMI). Como extracto de la Metodología del RMI, el marco incluye información sobre un conjunto de 44 temas, con breves descripciones de cada uno de ellos así como indicadores y variables utilizados en la evaluación del RMI para medir las políticas y prácticas de las empresas mineras en relación con estos temas.
El informe bienal RMI Report, elaborado por la Responsible Mining Foundation, es una evaluación basada en políticas y prácticas comprobadas de las empresas mineras a gran escala, tanto en el ámbito corporativo como a nivel de explotación, con respecto a una serie de temas económicos, medioambientales, sociales y de gobernanza (EESG).