Y así nació Ingeopres…
Estimado lector:
Con el Nº 300 de Ingeopres que tienes en las manos, nuestra revista ha recorrido una larga etapa de más de 30 años tratando de ser una vía de divulgación orientada hacia la actualidad, metodologías y tecnologías en el campo de la Ingeniería y en el dominio de las Ciencias de la Tierra.
Por ello, me gustaría contarte cómo nació y se desarrolló nuestra apreciada revista: Durante una serie de años yo fui director de la revista Canteras y Explotaciones —dedicada principalmente a la minería y explotaciones de áridos—, y pude darme cuenta que los equipos y técnicas utilizados en estos sectores eran muy similares a los utilizados en otros campos como la ingeniería civil, la hidráulica o el medio ambiente; lógicamente con las salvedades propias de cada sector.
Con ello se nos abría un nuevo ámbito más amplio a cubrir por la revista. Por esta razón —junto a Carlos López Jimeno, catedrático de la E.T.S. de Minas de Madrid— iniciamos un nuevo proyecto con el nombre de Ingeopres, y cuyo primer número vio la luz en enero-febrero de 1992.
Tal como indicábamos en la editorial de ese número 1: “Nuestra revista intenta jugar un papel de trasmisión del conocimiento científico y tecnológico en cuatro áreas fundamentales: ingeniería civil e hidráulica, minería, geología y medio ambiente. Todas ellas estrechamente relacionadas y presentes en un gran número de proyectos que se llevan a cabo”.
Proyectos tan importantes como: los túneles de NAFA (Nuevos Accesos Ferroviarios para Andalucía); el túnel ferroviario del Guadarrama (27 km de longitud); la ampliación de la M-30 en Madrid (con más de 30 tuneladoras trabajando a la vez en este proyecto); u otros grandes proyectos llevados a cabo por constructoras o ingenierías españolas fuera de nuestro país, como: los túneles del Metro de Nueva York, la presa Site C en la Columbia Británica (Canadá), la red ferroviaria de alta velocidad de La Meca a Medina (Arabia Saudita), o grandes proyectos de infraestructuras en Sudamérica (Colombia, Perú, México….), han tenido cabida en nuestra revista; amén de otros proyectos de menor envergadura pero de gran importancia como obra civil o de desarrollo minero.
No sé si llegaremos al número 600 de Ingeopres, —yo ya no intervengo—, pero espero que los componentes de Interempresas Media, dirigidos en nuestro sector por un experto David Muñoz, puedan llegar todavía más lejos.
PD.: Desde aquí quisiera aprovechar para agradecer a los innumerables ingenieros, técnicos y especialistas que han colaborado con la revista y conmigo en estos últimos 30 años. No quiero dar nombres ya que, por un lado, la lista sería interminable y, por otro, porque no quiero dejar en el tintero a algunos de los que de forma desinteresada han colaborado en el engrandecimiento de nuestra querida revista técnica.
A todos vosotros mi mayor consideración y reconocimiento. Gracias.
