Las empresas mineras pueden seguir realizando tareas de mantenimiento y seguridad
Durante el lunes, el sector estuvo realizando diferentes consultas para aclarar la confusión generada por la tardía publicación del Real Decreto, sobre la complejidad de interpretación de las actividades esenciales recogidas en el Anexo, combinada con la complejidad de las cadenas de valor necesarias para asegurar el funcionamiento eficiente de esos servicios esenciales. La conclusión final es que hay empresas mineras que pueden trabajar ya que suministran materias primas a los sectores considerados esenciales y se pueden seguir realizando las tareas de mantenimiento y seguridad minera. “El principal objetivo de nuestro sector es dar servicio a la sociedad, aportando las materias y servicios tan necesarios para su desarrollo. Lo primordial es velar por la seguridad y salud de todos nuestros trabajadores y colaboradores, y al mismo tiempo garantizar la supervivencia de las empresas, y servicios. Ante esta situación tan comprometida en la que se encuentra nuestra sociedad, queremos ponernos a disposición, como siempre, para aportar todo aquello que se requiera, teniendo en cuenta que nuestra actuación puede ser requerida para realizar reparaciones y actuaciones de emergencia, y para ello es necesario mantener de un modo latente la actividad”, asegura Custodio Monfort, presidente de la Asociación de Empresas de Áridos de la Comunitat Valenciana.
Hasta el martes, en el que la industria extractiva tuvo que parar, el 87% de empresas mineras de la Comunitat Valenciana continuaba trabajando con normalidad, según los datos de la Asociación de Empresas de Áridos de la Comunitat Valenciana (Arival). El 93% de las explotaciones en activo seguía produciendo, aunque el volumen de actividad se había visto reducido en un 33%, con respecto a las mismas fechas del pasado año. Además, el sector no ha recogido ningún caso de coronavirus entre los trabajadores. “Todas las empresas cumplimos con los protocolos establecidos para la seguridad en el trabajo y no tenemos afectado a ningún trabajador”, apunta Custodio Monfort.
Otra cuestión es la financiera. La situación económica es muy preocupante, no se pueden afrontar los gastos generales sin actividad, de modo que se precisan moratorias en los pagos, incluyendo la factura energética y Seguridad Social, así como un aplazamiento en las liquidaciones de IVA, e impuestos. “De lo contrario, a medida que se agoten los recursos financieros, que son muy pocos, las empresas entrarán en quiebra técnica, generándose un efecto dominó el los pagos con efectos generales”, apunta Monfort. El sector ya trabaja en la fase de apertura total y en ese nuevo escenario propone hacer test a todos los trabajadores antes de comenzar a trabajar y que se garantice el pago de los servicios prestados, haciendo cumplir la ley de morosidad.