La industria extractiva de rocas y minerales industriales y la Junta de Andalucía analizan la compatibilidad de esta actividad con la biodiversidad de los espacios protegidos
La gestión correcta de los recursos geológicos permite compatibilizar las actividades extractivas de rocas y minerales industriales y la promoción de la biodiversidad, incluso en áreas protegidas. Ésta ha sido una de las principales conclusiones a las que han llegado los expertos nacionales e internacionales que se han dado cita en el Foro Internacional ‘La Industria Extractiva y La Red Natura 2000 en Andalucía – Una oportunidad para la biodiversidad’, celebrado en el Pabellón de Francia, El Cubo, en Sevilla, acto organizado por la Confederación Española de Industrias Extractivas de Rocas y Minerales Industriales – Cominroc, con la colaboración de la Junta de Andalucía.
La importancia de la cuestión abordada queda demostrada por la presencia de numerosos representantes de la Junta de Andalucía, encabezados por Pilar Navarro Rodríguez, secretaria general de Medio Ambiente y Cambio Climático, y por Francisco Javier Castro Baco, secretario general de Innovación, Industria y Energía, que estuvieron acompañados por Natalia González Hereza, directora general de Industria, Energía y Minas, Francisco Javier Madrid Rojo, director general de Gestión del Medio Natural y Espacios Protegidos, Fernando Martínez Vidal, director general de Prevención y Calidad Ambiental. Por parte de la industria extractiva intervinieron José Marín Núñez, presidente de Cominroc, César Luaces Frades, secretario general técnico de esa organización y director general de Anefa y la Federación de Áridos, Lourdes Díez Reyes, secretaria general de la Asociación Técnica y Empresarial del Yeso, Pedro Mora Peris, director industrial de Oficemen, y Christine Marlet, secretaria general de Eurogypsum y coordinadora de la Red Europea de Canteras y Minas Sostenibles.
Una oportunidad para la biodiversidad
En el ámbito de la biodiversidad, la rehabilitación de las explotaciones durante y al final del ciclo del proyecto es una de las vías utilizadas por la industria extractiva no energética para contribuir a su conservación. De hecho, en Andalucía, en España y en Europa existen numerosos casos de éxito de explotaciones que han sido rehabilitadas y se han convertido en áreas integradas dentro de la propia red Natura 2000, mejorando incluso la biodiversidad preexistente en la zona, especialmente en el caso de medios naturales empobrecidos, en los que los procesos de rehabilitación prestan una contribución positiva neta al proporcionar nuevos hábitats a las especies.
Con este tipo de iniciativas, la industria extractiva destina, además, una parte de sus recursos económicos a la conservación de la naturaleza, reduciendo la dotación de recursos públicos necesaria para tal fin. Estas actividades se realizan, no solo a través de la inversión en mejoras sobre el terreno, sino también mediante la financiación de proyectos concretos de asociaciones conservacionistas de ámbito local y nacional, lo que permite incrementar y mejorar las zonas de anidamiento de aves, la reforestación con especies autóctonas o la creación de ecosistemas idóneos para la pervivencia de especies locales amenazadas, entre otros.
“Hoy aquí se hablará de realizar proyectos mejores, de mejorar nuestras pautas de actuación como industria con el apoyo de expertos en biodiversidad, de aplicación de buenas prácticas, de sinergias, de compromiso, de aplicación homogénea, adecuada y objetiva de la normativa. En definitiva, de la compatibilidad de nuestra industria con los objetivos de protección y promoción de las especies prioritarias y de la oportunidad que supone poder implicar a un actor económico como es la industria extractiva en la mejora de la biodiversidad”, ha indicado el presidente de Cominroc, José Marín Núñez.
“Es fundamental que las Administraciones apoyen la inclusión de las actividades extractivas en los planes de gestión de la red Natura 2000, siempre y cuando el proyecto sea adecuado y cumpla con todos los requisitos marcados por la normativa ya que, a lo largo de décadas, este sector ha demostrado su alto grado de implicación y responsabilidad a la hora de gestionar y mejorar la riqueza de los ecosistemas en los que opera”, ha resaltado César Luaces Frades, secretario general técnico de Cominroc.
Desde la Junta de Andalucía, Pilar Navarro Rodríguez, secretaria general de Medio Ambiente y Cambio Climático ha lanzado el mensaje de que sí que es posible la compatibilidad entre la red Natura 2000 y las explotaciones de rocas y minerales industriales, siempre que se cumplan con las medidas correctoras de los potenciales impactos a las especies existentes y no se comprometa la integridad del espacio protegido. Por su parte, Francisco Javier Castro Baco, secretario general de Innovación, Industria y Energía, ha puesto el énfasis en la necesidad de agilizar los trámites administrativos, garantizando la protección de la naturaleza, tal y como se contempla en la Estrategia Minera de Andalucía 2020.
Las diferentes intervenciones de los otros representantes de la Junta de Andalucía abordaron la posición de la Administración en relación con esta cuestión. Francisco Javier Madrid Rojo, director general de Gestión del Medio Natural y Espacios Protegidos, ha descrito la red Natura 2000 en Andalucía y sus interacciones con las actividades económicas. La prevención ambiental en los espacios de la Red Natura 2000 en Andalucía ha sido el centro de la presentación de Fernando Martínez Vidal, director general de Prevención y Calidad Ambiental, que ha destacado que es posible y necesario compatibilizar la actividad del sector con la protección de los espacios protegidos y del medio ambiente en general. Especialmente en una industria que está sometida a autorización ambiental unificada. Ha señalado que, en cuanto a la evaluación ambiental, es necesario aunar esfuerzos y consensuar criterios comunes para la determinación de los efectos significativos y acumulativos de un plan o proyecto y que es necesario impulsar el establecimiento de medidas compensatorias en los casos necesarios. Iván Maldonado Vidal, jefe de servicio de Minas, ha presentado la red de regiones mineras de la OCDE y la Estrategia Minera de Andalucía y ha expuesto cómo se encaja ésta en el marco de la red Natura 2000.
Cominroc hace hincapié en el importante papel que juega la industria extractiva en el fomento del desarrollo social y económico de las regiones donde opera su sector.
Se presentaron las conclusiones del Foro Internacional ‘Contribución de la industria extractiva a la red Natura 2000 – Una oportunidad para la biodiversidad’ celebrado en 2017 en el MAPAMA, con la participación del director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja Crespo así como Nicola Notaro, jefe de Área de red Natura 2000, de la secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García Rodríguez y el director general de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, Javier Cachón de Mesa. “Para la Comisión Europea, la explotación de recursos naturales, como son las materias primas minerales, sí que es posible en las áreas de red Natura 2000, con un proceso de evaluación adecuada. Consideramos que la industria extractiva, correctamente gestionada, lejos de ser una amenaza, es una oportunidad para la biodiversidad. De hecho, la Comisión Europea cuenta con una Guía sobre Industria extractiva no energética y red Natura 2000 donde se detalla el procedimiento aplicable para la autorización de nuevas explotaciones mineras en dichas áreas. La Comisión Europea está trabajando en la mejora en la aplicación de las Directivas ya que es imprescindible tanto para seguir avanzando en materia de biodiversidad, como para asegurar que las actividades económicas se sigan desarrollando en las áreas de red Natura 2000”.
En ese sentido, la representante de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Noelia Vallejo Pedregal, expuso cómo el nuevo Plan de Acción en pro de la naturaleza, las personas y la economía puede y debe ser una oportunidad para mejorar la aplicación de la normativa de la red Natura 2000 y ayudar a la compatibilización con las diferentes actividades económicas, como la industria extractiva.
Otras intervenciones, como la de Miguel Villalobos Megía, han puesto de manifiesto el conflicto desde el punto de vista de la planificación del territorio entre la red Natura 2000 y la industria extractiva, proponiendo algunos mecanismos para su solución. Desde la industria, se ha expuesto la relevante contribución de la industria extractiva a la gestión de espacios protegidos, a través de una nueva intervención de César Luaces Frades y de otra de Jesús Fernández Martín. Para ello, se requiere seguir progresando en la mejora continua de todo el sector, a través de mejores proyectos que integren la biodiversidad, planes de gestión, diálogo, colaboración de expertos, formación y comunicación. Mediante la mejora del conocimiento del entorno y con un importante soporte científico y técnico, la industria ha desarrollado herramientas y técnicas operativas y de restauración ecológica de espacios naturales pioneras y con excelentes resultados, reconocidos por la comunidad científica.
Una industria extractiva sostenible que crea riqueza para todos los ciudadanos
Durante el encuentro se ha hecho hincapié también en el importante papel que juega la industria extractiva en el fomento del desarrollo social y económico de las regiones donde opera. Un valor que permanece, en su mayor parte, en el entorno local donde se ubican las explotaciones y que la convierte, por tanto, en un sector empresarial fundamental a la hora de crear y mantener el empleo en las zonas rurales y de proporcionar las materias primas imprescindibles para el bienestar de todos los ciudadanos. La mayor parte de todo lo que nos rodea en el día a día, procede de las minas y canteras.
La importancia de esta industria se refuerza por ser proveedora de materias primas de numerosos sectores empresariales básicos para la economía, como el cemento, cales, cerámica, hormigón, mortero, ladrillos, vidrio, construcción, siderurgia, industria química generación de energía, alimentación, medio ambiente, etc. De hecho, según la Comisión Europea “el 70% de la industria europea depende de la extracción de recursos naturales para generar crecimiento y empleo”.
En el contexto español, este sector es además básico a la hora de paliar el déficit de la balanza de pagos, ya que el 20% de las rocas y minerales extraídos anualmente en nuestro país se destinan a la exportación, lo que supone la entrada de 1.500 millones de euros a la balanza comercial española.