Entrevista a Francisco Moreno, presidente de Aminer y comisario de MMH
Con un gran éxito de participación, el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla (Fibes) ha acogido del 17 al 19 de octubre la segunda edición del MMH, el Salón Internacional de la Minería Metálica, un certamen en cuyo origen y crecimiento ha sido clave la figura de Francisco Moreno, comisario de la feria y presidente de la Asociación de Empresas Investigadoras, Extractoras, Transformadoras Minero-Metalúrgicas, Auxiliares y de Servicios, Aminer. Por ello, no es de extrañar que, en el último día del certamen, Francisco Moreno recibiera el Premio MMH honorífico por su continuo esfuerzo para posicionar el sector de la minería metálica como una actividad estratégica de referencia para la economía andaluza y española. En Sevilla tuvimos el enorme placer de entrevistarle para conocer su visión de cómo se encuentra el sector y sobre las futuras vías de crecimiento que se le abren a esta importante industria.
A nivel general, ¿cómo describiría la situación que atraviesa el sector de la minería metálica?
En el ámbito nacional, y más en concreto la minería metálica andaluza, se encuentra en un punto francamente bueno. Los precios, sin ser los que había hace dos años, son lo suficientemente altos como para que las compañías trabajen de forma holgada. A ello se suman las fuertes inversiones que están realizando nuestras empresas para hacer una minería cada vez más sostenible, a la vez que aumentan los recursos y la calidad de los minerales.
Y hay otro factor que cobra cada vez más importancia: el tratamiento de los materiales, como demuestra, por ejemplo, Cobre Las Cruces, donde se están logrando ya unos índices de recuperación muy altos.
El objetivo final de todas estas actuaciones es que las fluctuaciones de los precios de los metales afecten cada vez menos a las empresas y que la actividad del sector sea mucho más estable.
Por los datos que se han dado en esta segunda edición del MMH (1.200 millones de euros de facturación, 15 millones de toneladas de mineral tratado, 200 millones de euros de inversión…), es evidente que la minería metálica es un agente dinamizador de la economía andaluza…
Efectivamente. Entre otras cosas, hemos logrado que en Andalucía, la exportación de metales supere a la que realiza otro sector importante para la región como es el agroalimentario (según señalaba la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en la inauguración del MMH, Andalucía representa hoy el 19,7% de las exportaciones mineras de España). Las inversiones que se han realizado en el sector minero están cerca de los 2.000 millones de euros y solo el pasado año, en materia medioambiental, se invirtieron los 200 millones de euros que me señalaba en la pregunta.
Encabezamos la minería del siglo XXI en cuanto a sostenibilidad, responsabilidad social y técnicas empleadas, y de ahí la importancia que está adquiriendo el MMH.
¿Considera que se puede aumentar notablemente esos 1.200 millones de euros de facturación durante los próximos años?
Por supuesto. Pero en primer lugar déjeme aclarar que en esos 1.200 millones de euros también estamos incluyendo la actividad que realizan las compañías auxiliares que forman parte de la mineria metálica.
Contestando más en concreto a su pregunta, es evidente que aumentará esa cifra, debido sobre todo a la apertura de nuevas explotaciones. Entre ellas, Aznalcóllar (Minera Los Frailes), que empezará a producir seguramente en el año 2020, pero que irá realizando importantes inversiones en los dos próximos años.
Y también Alquife, que entrará en funcionamiento antes incluso de ese año 2020. Sumando la producción de estas dos nuevas minas al previsible crecimiento que se producirá en las cinco que ya están operativas (Magdalena, Aguas Teñidas, Riotinto, Sotiel y Las Cruces) es evidente que el sector se verá claramente potenciado. Pero es que además es muy posible que se incorpore alguna más, sobre todo teniendo en cuenta que disfrutamos en la actualidad de registros nunca vistos hasta ahora en materia de sondeos.
Por los datos que han dado en el Salón, es evidente además que este sector es una importante fuente de empleo para Andalucía…
Actualmente, estaremos en unos 5.000 empleos directos, 2.000 subcontratados y 20.000 empleos indirectos, números ya superiores a los de hace dos años. Si lo hacemos bien, en poco tiempo la minería metálica puede suponer entre el 4 y 5% del PIB andaluz.
Manteniéndose abiertos los mismos cinco yacimientos que hace dos años se ha aumentando notablemente la producción de minerales metálicos. ¿A qué se debe?
Riotinto, por ejemplo, comenzó con 3 millones de toneladas/año, buscando su punto más alto en los 9,5 millones de toneladas/año. Pues bien, no solo ha alcanzado estos 9,5 millones sino que ya están buscando los 15 millones. Han conseguido tener una planta para tratar de forma óptima esos 15 millones y además han aumentado los recursos de voladura y transporte.
Otro caso lo encontramos en Matsa, que estaba produciendo 2,2 millones de toneladas/año y que ahora está en 4,3, un nivel extraordinario si tenemos en cuenta que se trata de una mina de interior.
Entre los ejes centrales de este MMH se encuentra la Economía Circular. ¿Qué puede apotar la minería metálica en este aspecto?
Las mayores aportaciones vendrán del lado del tratamiento de los minerales. Hasta hace poco las plantas han tenido una capacidad de recuperación limitada. De hecho, hasta no hace mucho, hablar de un 60% ya era recuperar, pero eso quería decir que un 40% acababa en las escombreras. Este 40% hay que analizarlo bien y explotarlo.
¿Y existe la tecnología necesaria para recuperar ya ese 100%? ¿No encarecería este procedimiento el precio del mineral?
No, todo lo contrario. Tenga en cuenta que el material que acaba en una escombrera está complertamente machacado, ha pasado por trituración, por tratamiento, por todo. Lo único que necesita es pasar un nuevo tratamiento que facilite una mayor recuperación. Teniendo en cuenta que algunas de estas escombreras tienen cerca de 40 años, se haría un gran favor al medio ambiente eliminándolas.
También se ha incidido mucho en este MMH en la colaboración público-privada. Un factor cada vez más importante, ¿verdad?
En este aspecto le digo lo mismo que le comenté personalmente a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Desde Aminer agradecemos a la Junta el apoyo que está dando al sector porque yo personalmente, en los años que llevo en la minería metálica, no había visto hasta ahora ninguna Administración con el mismo nivel de entrega que la actual. Tenemos unas relaciones especiales, atienden con normalidad los problemas que nos surgen en el día a día y además están sacando ayudas económicas a la inversión.
Quizás en ello tenga que ver que la Administración se haya quitado esas ataduras, esos miedos medioambientales, creados por accidentes como el de Aznalcóllar, ¿no?
Sí, pero para lograrlo hay que hacer como la mujer del César, además de serlo hay que parecerlo. Y nosotros es lo primero que hemos hecho. Recuerdo que en el primer proyecto que se puso en funcionamiento, que fue el de Matsa, lo primero que me pidió la secretaria general Isabel De Haro para conceder los permisos, fue convertir los residuos en pasta. De forma inmediata fui a Cardiff (Gales), donde tenía su sede la consultora minera SRK, para elaborar el proyecto lo antes posible en base a lo que nos pedían y a los 15 días ya teníamos el permiso de explotación. Matsa es hoy un ejemplo en la gestión de sus residuos. Un 40% los bombea al interior para meterlos en las cámaras, y el resto los convierte en pasta, que no corre como el agua, por lo que difícilmente puede darse un accidente.
La zona expositiva del MMH es una clara muestra de la fuerte apuesta que está haciendo el sector por la I+D+i, con grandes innovaciones como los equipos operados de forma autónoma. ¿Cómo será la Mina del siglo XXI?
Desde que yo empecé en el sector hasta hoy la evolución ha sido enorme, así que me voy a centrar en lo vivido en los últimos años. Ya hay en España equipos que se operan de forma remota desde salas que están ubicadas fuera de la mina. Esta es una innovación importante respecto a la época en la que yo estaba al frente de Insersa, en la que el operario manejaba las máquinas sin tener que estar montado en ellas pero siempre a pocos metros de los equipos. Ahora lo asombroso no es que el operador pueda manejar la máquina desde fuera de la mina, sino que además lo pueda hacer a miles de kilómetros de distancia.
Hablando más en concreto de esta segunda edición del MMH. ¿Qué balance hace de estos dos años de organización?
Desde Fibes y Aminer nos propusimos poner más recursos propios para prescindir de medios externos y con ello hacer una feria más a nuestra manera. Ahora no dependemos de nadie, solo de gente que está en la organización. Le hemos puesto al MMH un sello mucho más minero y creo que eso ha sido muy positivo.
Además, le hemos dado un mayor carácter internacional, aunque somos conscientes que aún hay mucho por hacer en este sentido. El objetivo para próximas ediciones es alcanzar un mayor grado de internacionalización y que asistan también representantes de otras grandes compañías, como Codelco.
Y otra aspiración personal es lograr que haya un mayor protagonismo en la minería metálica andaluza de empresas ‘junior’, que son las que ponen en valor muchos yacimientos. Las empresas ‘senior’ no vienen habitualmente a investigar y a invertir en I+D, como no sea que previamente tengan algo que sea llamativo: alguna intersección, algún yacimiento… Entran a tiro hecho.
En cuanto a Aminer, ¿cómo ve la evolución de la asociación?
Ha crecido, lo que ocurre es que no han aparecido más compañías de explotación. Si por mi fuera, le daría un carácter más nacional (Aminer pertenece a Confedem).
De cara al futuro, ¿cómo va a evolucionar la minería metálica?
Va a ir en relación muy directa con lo que pase en el mundo. Cuando China crecía con dos dígitos se vendía todo y a un precio alto. Ya no hay dos dígitos en China pero sí que hay un crecimiento generalizado del mundo. Por tanto, mientras se mantenga este crecimiento mundial, los precios de los minerales seguirán estables. Si no pasa nada extraño, nos esperan años de bonanza. Habrá minerales que seguirán una mejor evolución que otros, como el wolfranio, que ya está subiendo, o el zinc, que también está subiendo. Y el cobre se mantendrá en precios similares a los actuales.
Lo que parece evidente es que los metales seguirán siendo necesarios en nuestro día a día, como recordaba la presidenta de la Junta de Andalucía en la inauguración.
Hace poco tenía que hacer una ponencia en una facultad y le decía a los alumnos que no es el reloj, la lavadora o el ordenador, que se sabe que son de metal, es por ejemplo la propia ropa, que está hecha con agujas que son de metal. Si se pone uno a mirar a su alrededor, no hay nada en lo que no haya participado la minería.