Los recortes colocan a la minería al borde de la "muerte súbita"
Redacción Ingeopres29/05/2012
La minería del carbón se juega el ser o no ser. El Ministerio de Industria ha reducido este año un 63 por ciento las ayudas que recibe este estor para sobrevivir, lo que amenaza con precipitar el cierre de las explotaciones no viables, fijado por la Unión Europea para el año 2018. En las cuencas mineras se vive durante estos días una movilización general para salvar el sector. Paros, manifestaciones y encierros en la mina se multiplican desde la pasada semana para "convencer" al Gobierno de que dé marcha atrás. De lo contrario, la mayoría de las minas tendrán que cerrar y se dejará a muchas zonas de España que viven de la extracción de este mineral sin alternativa económica con la que sobrevivir.
Carbunión, la patronal del sector, asegura que de mantenerse el recorte, las consecuencias económicas y sociales para las comarcas mineras serán irreparables. No sólo para ellas, sino también para la economía del país. En total, cuantifican que el empleo en peligro por un cierre sectorial afectaría a 13.400 personas (3.963 de plantilla propia, 1.920 de las subcontratas, 4.800 de empresas auxiliares y otros 2.750 de posibles afectados de empresas suministradores).
Según las empresas mineras, el cierre de las minas de carbón tendría un coste de 6.200 millones de euros los próximos dos años. De ellos, 312 serían por el pago de prejubilaciones, bajas incentivadas y el pago del subsidio de desempleo; 1.039 corresponderían a los costes de la clausura y las inversiones en amortizar (465), que reclamarían al Estado, y finalmente cuantifican en 4.500 millones el gasto para adaptar las centrales a la quema de carbón importado. El Plan del Carbón fijaba para este año ayudas de 301 millones de euros, aunque finalmente los presupuestos recogen una partida de 186 millones. De esta cifra, sin embargo, hay que minorar 75 millones, cantidad que correspondía al ejercicio pasado pero que el Ministerio descuenta al haberla abonado este ejercicio. Desde Carbunión se reconoce que el sector está dispuesto a aceptar recortes, pero no a asumir una disminución que es el doble del que tiene que sufrirá el Ministerio, de un 34 por ciento.
La última sombra que se cierne sobre el sector ha provocado una inusitada unidad entre empresas del sector, sindicatos, partidos políticos y gobiernos de las comunidades afectadas. Con ellas tendrá que litigar el Ministerio de Industria en la reunión que mantendrá la Mesa del Carbón este martes. El departamento que dirige José Manuel Soria ha cedido finalmente a las presiones de gobiernos autonómicos y a las movilizaciones sindicales y sociales para volver a convocar la Mesa del Carbón, aunque el ministro de Industria ha sido claro al afirmar que "las partidas que hay son las que están en los presupuestos".
Más información en www.carbunion.com
Carbunión, la patronal del sector, asegura que de mantenerse el recorte, las consecuencias económicas y sociales para las comarcas mineras serán irreparables. No sólo para ellas, sino también para la economía del país. En total, cuantifican que el empleo en peligro por un cierre sectorial afectaría a 13.400 personas (3.963 de plantilla propia, 1.920 de las subcontratas, 4.800 de empresas auxiliares y otros 2.750 de posibles afectados de empresas suministradores).
Según las empresas mineras, el cierre de las minas de carbón tendría un coste de 6.200 millones de euros los próximos dos años. De ellos, 312 serían por el pago de prejubilaciones, bajas incentivadas y el pago del subsidio de desempleo; 1.039 corresponderían a los costes de la clausura y las inversiones en amortizar (465), que reclamarían al Estado, y finalmente cuantifican en 4.500 millones el gasto para adaptar las centrales a la quema de carbón importado. El Plan del Carbón fijaba para este año ayudas de 301 millones de euros, aunque finalmente los presupuestos recogen una partida de 186 millones. De esta cifra, sin embargo, hay que minorar 75 millones, cantidad que correspondía al ejercicio pasado pero que el Ministerio descuenta al haberla abonado este ejercicio. Desde Carbunión se reconoce que el sector está dispuesto a aceptar recortes, pero no a asumir una disminución que es el doble del que tiene que sufrirá el Ministerio, de un 34 por ciento.
La última sombra que se cierne sobre el sector ha provocado una inusitada unidad entre empresas del sector, sindicatos, partidos políticos y gobiernos de las comunidades afectadas. Con ellas tendrá que litigar el Ministerio de Industria en la reunión que mantendrá la Mesa del Carbón este martes. El departamento que dirige José Manuel Soria ha cedido finalmente a las presiones de gobiernos autonómicos y a las movilizaciones sindicales y sociales para volver a convocar la Mesa del Carbón, aunque el ministro de Industria ha sido claro al afirmar que "las partidas que hay son las que están en los presupuestos".
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