Entrevista a Josep González, presidente de Pimec
17 de febrero de 2011
Uno de los principales problemas con los que han topado las pymes ha sido la falta de financiación. ¿Cómo está en estos momentos la liquidez en este tipo de empresas?
Las pymes continúan teniendo falta de liquidez, debido fundamentalmente a la restricción del crédito por parte de las entidades financieras, a la que se suma los largos plazo de cobro de nuestro país y la morosidad. No podemos olvidar que los plazos medios de cobro se sitúan en España en el doble de la media comunitaria, unos 100 días para el sector privado y 140 para los que dependen de clientes públicos, según un reciente estudio de Pimec.
Además, la crisis ha provocado la debilidad de la demanda, que ha quedado reflejada en la disminución de la cartera de pedidos.
Muy a pesar del FROB y las fusiones de cajas, el crédito de las entidades financieras a las pymes sigue sin fluir en las condiciones que debería para ‘engrasar’ adecuadamente nuestra economía. A ello se suma el hecho de que las normativas financieras derivadas de Basilea III no hacen presagiar que el crédito fluirá a corto plazo.
Desde Pimec intentamos apoyar a las pymes a solucionar los problemas de liquidez: ayudándolas a buscar crédito, asesorándolas en cómo pedir financiación, elaborando planes de viabilidad, acompañándolas en los procesos de negociación de productos financieros, buscando subvenciones tanto a nivel público como privados y aconsejándoles herramientas de financiación alternativa para proyectos de expansión. En este sentido, una de los objetivos que más preocupa a Pimec es transmitir a las pequeñas y medianas empresas que frente a los problemas de financiación que pueden ser duraderos y que, por tanto, hay que tomar medidas para reforzar su capacidad operativa, aumentando el capital via aportaciones de los socios o capitalizando beneficios, vía el capital riesgo, joint ventures... Este cambio de mentalidad de las empresas debe ir acompañado de políticas económicas y fiscales del Gobierno que lo favorezcan, como por ejemplo estimulando fiscalmente la reinversión de beneficios. Pimec lleva proponiendo cambios substanciales en el impuesto de sociedades para lograr este objetivo.
¿Y si hablamos especialmente del sector del metal?
El sector del metal no es ajeno a todo lo relatado. Como ustedes conocen, el sector del metal se divide en industria, comercio y servicios y aunque los tres sectores están sufriendo la situación descrita, es la industria y el comercio del metal las que lo están pasando peor, sobre todo la industria, que en general es intensiva en inversión, tanto en activos fijos como en circulante. En este sentido, confiamos que la aplicación estricta de la nueva Ley contra la Morosidad, en cuya reforma Pimec ha jugado un papel destacado, contribuya a mejorar este aspecto.
En concreto, en estos momentos el sector del metal está demandando que:
- Se potencien las líneas del ICO y la financiación que otorga el ICF, así como los recursos de entidades como Enisa o Avalis, buenos sustitutos de la falta de crédito de las entidades financieras.
- Soporte en sus procesos de exportación. Desde Pimec ayudamos a las empresas en el acceso a nuevos mercados, en el diseño de una estrategia de internacionalización, en la cooperación empresarial a través de alianzas estratégicas para la internacionalización y en la información y asesoramiento sobre ayudas disponibles.
El sector del metal, y el del mecanizado en particular —con toda la industria auxiliar que conlleva— han sido y pueden ser un motor importante para la reactivación. ¿Cuál es la situación de este tipo de empresas?
Las industrias del metal están sufriendo la crisis y con especial crudeza las pymes relacionadas directa o indirectamente con la construcción (hay sectores que han sufrido una desaparición masiva de pymes como el de reciclaje del metal o la estructura metálica) y también las de componentes de automoción.
En estos últimos tres años se han registrado las peores estadísticas de toda la serie histórica; según la EPA, el sector del metal empleaba en España en el tercer trimestre de 2010 a 974.500 personas, un 2,4% menos que el tercer trimestre de 2009 y un 5,9% menos en media anual, lo que indica que el deterioro ha continuado. En 2010, no obstante, la caída se ha frenando en determinados segmentos, y se han producido aumentos de la actividad respecto a 2009 en metalurgia, fabricación de vehículos, fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos, pero descensos en el resto de ramas.
Sectores como el dental o el aeronáutico se postularon hace meses como una alternativa a los sectores tradicionales. ¿Tienen datos sobre qué porcentaje de empresas en Cataluña se dedica a estos segmentos?
Es cierto que hay algunos ejemplos como la empresa Vilardell Purtí que se ha pasado del decoletaje al dental, y con una fuerte innovación en este campo. En aeronáutica hay varias empresas como Gutmar o Relats, pero son muy minoritarias. En porcentaje, no constituyen todavía una alternativa consistente a sectores maduros como la automoción. Desde Pimec estamos lanzando una iniciativa de exportación de servicios y productos aeronáuticos a África, precisamente para promover una mayor actividad de estas empresas en Cataluña.
¿Y la automoción? ¿Existen nuevos proyectos de fabricación en Cataluña que potencien este trabajo?
El sector de componentes de automoción representa el 10% del PIB catalán y el 6% del español. Cataluña concentra cerca del 38% de la cifra de negocio de las empresas fabricantes y el 40% del negocio de la industria de componentes. Es importante tener en cuenta que el 70% del tejido del sector está constituido por pymes.
En cuanto al sector del automóvil, se han producido aproximadamente unos 950.000 vehículos en el 2010, frente a los 800.000 del año anterior, pero debemos recordar que se llegó a una cifra histórico de 3.000.000 unidades.
Así que creo que la automoción, si conseguimos ser un poco más competitivos, aún puede ser un sector que nos ayude a salir de la crisis. En Cataluña este año se inician dos nuevos modelos, el Q3 en SEAT y el conocido como M 11 en Nissan. Además, la Generalitat de Catalunya ha aprobado la estrategia de impulso del vehículo eléctrico en Catalunya, que pretende fomentar la electrificación del sector automovilístico en los próximos cinco años, cuyo objetivo es que en 2015 haya 76.000 vehículos en circulación y 91.200 puntos de carga eléctrica, de los cuales 83.600 serán privados y 7.600 de acceso público. También está apostando por el coche eléctrico y se han llegado a acuerdos de producción con FORD, pero el grueso de la producción no llegará hasta 2013.
Para finalizar, ¿podría comentarnos hasta qué punto las ayudas y la exportación han supuesto un balón de oxígeno para las pequeñas empresas ante el cierre de financiación bancaria?
Las exportaciones son una de las principales palancas de que disponen las pymes para salir de la crisis o para recuperar niveles de facturación. En este sentido, los datos correspondientes al año 2010 ya marcan de forma clara un cambio de esta tendencia. Según el ICEX, en los once primeros meses del año las exportaciones crecieron un 17,5%. Por lo tanto, confirmamos que es una de las opciones estratégicas más adecuadas en el entorno actual.
En cuanto a las ayudas, las seguimos considerando imprescindibles para acompañar a las empresas en las circunstancias actuales, que vienen marcadas por la necesidades de impulsar nuevos proyectos, como es el caso de la internacionalización.
Señalar también que la mayor parte de estas ayudas tienen como destinatarias las grandes empresas y que muchas veces no se tienen en cuenta las necesidades de las pequeñas y medianas empresas, las más castigadas por la crisis.
A estas alturas la mayoría de las empresas tienen claro que hay que mejorar en competitividad para, valga la redundancia, competir en un mercado global y globalizado. Pero aunque la teoría la saben (casi) todos, ponerlo en práctica no siempre se antoja sencillo. Menos cuando estamos hablando de pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas de origen familiar y que durante largo tiempo habían basado su éxito en el trabajo bien hecho. Pero está claro que ahora ésto no basta y que hay que conocer más a fondo el mercado y buscar las herramientas que ayuden a mejorar su competencia en el sector en el que se mueven.
Para ellas, Pimec organiza en su sede jornadas como la del 24 de febrero, sobre ‘Mejoras de la competitividad mediante la reducción de los costes de los procesos productivos’. A fin de poner sobre la mesa la situación actual de cada empresa, desde el departamento de Consultoría Estratégica y Financiación de la patronal ponen al alcance de las pymes una serie de instrumentos para mejorar el modelo de gestión, orientándolas mediante la reflexión, la definición y la implantación de mejoras operativas, con el objetivo de ayudarlas a aumentar su competitividad.
El objeto de estas acciones es dotar a las pequeñas y medianas empresas de instrumentos eficaces que les permitan llevar a cabo actuaciones concretas de mejora de su posición competitiva a corto plazo, mediante planes de acción para potenciar la competitividad empresarial, previa diagnosis de la situación actual y la evaluación del potencial de mejora en este ámbito. Con sesiones individuales y personalizadas para cada empresa asistente, Pimec pone así su grano de arena para dar respuesta y ofrecer nuevas acciones a las necesidades de los empresarios.