Feria de Zaragoza confirma su liderazgo en los sectores del vino y del aceite
19 de febrero de 2009
Unos 25.000 profesionales visitaron los cuatros salones dedicados al vino y al aceite en Feria de Zaragoza, en una edición que se presentaba difícil por la actual situación económica. Los certámenes cerraron sus puertas tras cuatro jornadas marcadas por la fusión entre la tradición y la innovación, y que destacaron por la incesante actividad expositiva y de contactos comerciales.
La amalgama de muestras internacionales que se dieron cita en Feria de Zaragoza fue el escaparate en que se exhibieron las últimas innovaciones en materia de maquinaria y tecnologías aplicadas a la industria del vino y el aceite, y a las bebidas en general.
En total, 55.000 metros cuadrados, distribuidos entre seis pabellones, albergaron a los 1.075 expositores procedentes de los cinco continentes. De éstos, 560 eran firmas españolas, mientras que 530 fueron representantes extranjeros. Tecnovid y Oleotec contaron concretamente con 19.000 metros cuadrados y 269 expositores: 170 nacionales y 99 internacionales.
Una de las novedades que gozó de gran popularidad y concurrencia dentro de la actividad programada para las cuatro jornadas fue la puesta en marcha del ‘Club del Enólogo’, donde los profesionales elaboradores de vino llevaron a cabo sus catas dirigidas al público menos experto, pero que mostró gran interés por conocer las cualidades y matices que presentan los caldos. Este espacio, en el cual se fusiona la actividad lúdica con la más profesional, se convirtió en uno de los grandes protagonistas de la cita ferial.
Debates intensos en las jornadas especializadas
Los retos de futuro para el vino y el aceite, los nuevos mercados emergentes para el sector vitivinícola y oleícola, así como el cambio climático o la interprofesional del aceite fueron algunos de los temas que más debate suscitaron en el marco de las ferias. Así, a lo largo de las jornadas, el Centro de Congresos fue escenario para la reflexión. Varios expertos debatieron acerca de la posición de los mercados tecnoalimentarios y las estrategias de comunicación y márketing.
En la jornada sobre vitivinicultura se habló del calentamiento global que puede afectar a la producción de vino en España y el nuevo escenario para adecuar la variedad de la uva a las características del terreno y la climatología. En la mesa sobre el reto de futuro, los expertos apuntaron que se trata de factores emergentes: las nuevas tendencias en la elaboración y en la crianza, así como la incorporación de las biotecnologías.
En la jornada técnica de oleicultura, la interprofesional marcó la agenda del día con un intenso debate en el que se analizó la norma que entró en vigor en noviembre de 2008 y que contará con un presupuesto de 7,5 millones de euros, que se destinará fundamentalmente a la promoción, pero también al fomento y desarrollo de la I+D+i y a la consecución de estudios de mercados.
En cuanto a las debilidades que debe afrontar el sector, los participantes apuntaron hacia la insuficiente cooperación inter e intrasectorial; la orientación al producto, pero no al mercado; la escasa profesionalización y los rasgos estructurales ya que el olivar está considerado como una fuente de renta complementaria. Por otro lado, entre los retos de futuro se enumeraron la necesidad de mejorar la calidad y la seguridad alimentaria, la gestión eficiente para ayudar a la productividad y buscar la sostenibilidad de las explotaciones, así como hacer un llamamiento para incorporar más capital humano con formación.
Finalmente, según explicaron, los países que marcan los tiempos en el mapa oleícola son los de la Unión Europea –encabezada por España-, Siria, Túnez y Turquía. Mientras, como países potenciales y de gran consumo destacan Australia, Brasil, Estados Unidos y Japón.
Misiones comerciales
También en el marco de los cuatro salones se celebraron las reconocidas ‘Misiones Comerciales’. Durante dos jornadas, los encuentros comerciales marcaron la agenda, en que participaron más de un centenar de delegaciones procedentes de Argelia, Líbano, Marruecos, Siria, Túnez y Turquía.
Ésta es una de las actividades ya tradicionales que se llevan a cabo en el marco de los certámenes y que consiste en la visita de importadores de maquinaria de viticultura y oleicultura. En esta ocasión, se optó por la selección de mercados específicos en los que centrar la producción española.