La empresa, ubicada en Santa Ana, California, confía en las máquinas Haas para obtener el máximo rendimiento
Weistec Engineering satisface el apetito por la velocidad de los dueños de automóviles Mercedes-AMG
Los automóviles Mercedes-AMG destacan por su estilo deportivo y lujoso, y, sobre todo, por su potencia impresionante. Aun así, algunos propietarios de vehículos AMG, si bien están satisfechos con el lujo y el estilo de los coches, quieren más potencia... mucha más. Son cada vez más este tipo de conductores los que acuden a Weistec Engineering para conseguir que sus coches alcancen nuevas cotas de rendimiento.
Michael Weiss y Steve Atneyel fundaron Weistec Engineering en Santa Ana, California, para satisfacer tanto su propio apetito por la velocidad como el de otros dueños de automóviles Mercedes-AMG. “Yo vengo del mundo de la ingeniería mecánica”, dice Weiss, director técnico de la empresa. “En el pasado, Steve y yo trabajamos juntos en el sector de los componentes de gama alta para el automóvil, y nos gusta mucho lo que hacemos. Aunque trabajábamos con coches norteamericanos, sobre todo Mustangs, ambos conducíamos Mercedes. Entonces vimos un nicho de mercado: ofrecer productos de gama alta para estos vehículos. Nos pusimos manos a la obra, diseñamos un plan de negocio y nació Weistec”.
“Fabricamos e instalamos componentes que mejoran el rendimiento de automóviles Mercedes-AMG”, continúa. “Sobrealimentadores, turbocompresores, tubos de escape, transmisiones, sistemas de puesta a punto de la unidad de control del motor, conjuntos de embrague y caja de cambios; todo lo que haga que el vehículo tenga más potencia y se conduzca mejor. Más potencia significa que los motores alcancen de 500 a 1.000 CV largos, según la plataforma, la preferencia del cliente y si el vehículo es para carreras o debe cumplir la norma CARB (California Air Resources Board)”. Excepto los productos de carreras, los componentes de Weistec cumplen con las normativas de emisiones de cincuenta estados del país.
Los ingenieros de Weistec diseñan productos especialmente para el modelo E55 AMG con motor M113K, el modelo SLS AMG con motor M159 y los modelos 63 —como el CL63 AMG y el E63 AMG— con motores M156 y M157. Todos los componentes se diseñan siguiendo la línea de los productos Mercedes-AMG, de modo que tengan el mismo aspecto y los mismos materiales que las piezas originales.
Por ejemplo, los sobrealimentadores Weistec usan bases de fundición de calidad superior que se asemejan mucho al estilo de Mercedes. Giran a hasta 18.000 rpm y producen más de 10 psi de presión.
Los sobrealimentadores de los motores de carreras producen más de 30 psi de presión a más de 30.000 rpm. Están diseñados para aumentar el rendimiento y la fiabilidad, con componentes mecanizados con precisión y conforme a unas tolerancias exactas en la moldeadora CNC Haas VM-3 y el centro de torneado Haas ST-30 de Weistec. Los sobrealimentadores encajan de manera precisa en los motores y funcionan perfectamente con otros componentes de Weistec para transmitir la potencia a las ruedas de un modo eficaz. Además, los sistemas de puesta a punto de la unidad de control del motor de Weistec sacan el máximo partido del sobrealimentador.
“Una de las cosas que nos diferencian de la competencia”, señala Steve Atneyel, director de operaciones, “es que sabemos combinar muy bien el hardware y el software para que todo funcione a la perfección. Así es como conseguimos que nuestros productos tengan la homologación CARB. Tenemos que lograr una muy buena integración con los componentes originales, así que todo debe estar muy bien pensado. Algunos fabricantes solo hacen hardware y otros, sólo software. Nosotros hacemos las dos cosas, y sabemos cómo unirlas”.
“Durante diez años, trabajé como calibrador de ordenadores para coches Ford, Chrysler y otros modelos norteamericanos”, añade Atneyel, “pero luego hacía cosas con los Mercedes como afición. Lo hacíamos como extra o en el tiempo libre. Siempre me he encargado de las calibraciones, pero también tengo la carrera de administración de empresas”.
“Así que, en la empresa, Mike es el diseñador y yo, el calibrador. Nuestras dos habilidades se combinan muy bien. Es una sinergia perfecta que nos ayuda a que todo funcione bien”.
No hay duda de que el negocio va viento en popa en Weistec. En solo cuatro años, se ha labrado una reputación de empresa que ofrece productos y servicios que mejoran el rendimiento sin sacrificar la fiabilidad. “Tenemos varios récords mundiales con Mercedes, pero lo que los clientes quieren saber es en cuánto tiempo el coche recorre un cuarto de milla o qué aceleración tiene de 0 a 100 km/h”, dice Weiss. “Hemos batido nuestro propio récord dos veces en el cuarto de milla, y ahora mismo el récord mundial de Mercedes está en 9,60 segundos y más de 246 km/h. Lo conseguimos con un motor M156 de 6,2 litros sobrealimentado en un CLK63 AMG. (Aunque la versión del AMG tiene un motor V8 de 6,2 l, Mercedes busca mantener sus raíces y usar la denominación “6.3 V8” y el número de modelo “63” en referencia al famoso motor Mercedes 300SEL de 6,3 l que se utilizó en el primer clase S.). Es un motor atmosférico de fábrica al que añadimos nuestro sobrealimentador y todas las piezas complementarias para manejar el aumento de potencia: la electrónica, los radiadores, la transmisión, los radiadores de aceite, etc.”.
“Mejoramos el rendimiento sin renunciar a nada”, recalca Atneyel. “No sacrificamos la conducción, el aspecto, la calidad ni el lujo del coche cuando instalamos nuestros productos. Sentimos pasión por lo que hacemos, y el coche final tiene la misma calidad que el AMG Mercedes que salió de la fábrica. Eso no abunda en la industria hoy en día. Algunas empresas sacrifican una cosa u otra en las piezas que venden, de ahí que nuestros clientes confíen en nosotros. No renunciamos a nada”.
Weistec depende de sus máquinas CNC Haas para fabricar los productos de precisión sin sacrificar nada y cumplir su compromiso con los clientes.
“Nuestra experiencia con Haas ha sido muy buena desde el principio, ya desde el trato con los comerciales”, afirma Weiss. “Saben de lo que hablan y son agradables y amables. Nos pidieron ver las piezas que producíamos para entender lo que hacemos y se centraron en lo que necesitábamos y en la mejor manera de proporcionárnoslo”.
“Pasamos una semana o más analizando qué máquinas nos irían mejor”, recuerda Weiss. “Hablamos de las dimensiones de la mesa, la velocidad del husillo, cada detalle; nos ayudaron mucho. Al final optamos por la moldeadora VM-3 y el ST-30 para el torneado. La VM-3 venía de serie con la mayoría de opciones que queríamos, por lo que costaba mucho menos que añadir las funciones que necesitábamos a otro modelo que estábamos considerando. Son las primeras máquinas CNC que tenemos y estamos muy contentos tanto con los equipos como con el servicio”.
“Nos encanta el recogedor de piezas de la ST-30, que saca las piezas por la puerta y las coloca en una bandeja sin tener que apagar la máquina”, agrega. “Eso ahorra mucho tiempo. La VM-3 tiene sistema de palpado, boquilla de refrigerante programable, iluminación adicional y muchas más funciones. Las máquinas son perfectas para nuestros requisitos. Las exprimimos al máximo, pero son muy fiables. No solo tienen que mecanizar aluminio el día entero; también trabajamos mucho con acero inoxidable, acero y algo de Inconel™, y de manera intensiva. Muchas veces, llevamos las herramientas al límite”.
“La mayoría de las piezas las producimos en el ST-30 porque hacemos muchas poleas y componentes redondos”, apunta Atneyel. “Pero muchas las acabamos en la VM-3, así que usamos varios utillajes en la fresadora. Nuestro maquinista jefe es una persona que piensa de forma creativa y siempre encuentra una manera de usar un mismo utillaje para varias piezas similares”.
“Normalmente, tenemos la mesa con pocos utillajes montados”, añade Weiss. “Somos un fabricante centrado en la calidad, así que a veces necesitamos treinta unidades mecanizadas, anodizadas y acabadas rápidamente”.
Weistec se sirve de las tecnologías más novedosas siempre que puede. A menudo crean prototipos rápidos con una impresora 3D antes de producir la pieza de prueba en el centro de mecanizado. Los modelos 3D más complicados o de mayor tamaño los subcontratan. El uso de prototipos 3D para comprobar la colocación y el diseño reduce costes. Permite fabricar y probar un modelo barato —con la flexibilidad que conlleva poder realizar cambios de manera rápida— y no gastar tanto tiempo de mecanizado ni materiales más caros.
Aparte de los instrumentos de medición habituales, el departamento de control de calidad de Weistec cuenta con un brazo medidor portátil 3D Faro equipado con escáner óptico por láser y palpadores por contacto. Con un escaneo generado por ordenador, se obtienen mediciones con una precisión de 0,0127 mm. Las imágenes escaneadas pueden girarse y manipularse en la pantalla del ordenador para comprobar cómo se verá un determinado componente una vez instalado en el vehículo.
Weistec también escanea el compartimento del motor sin que este esté instalado y usa las imágenes para comprobar la interferencia. Las imágenes escaneadas del motor con los nuevos componentes instalados se ajustan a la imagen escaneada del compartimiento para detectar si hace falta adaptar el diseño. Este proceso de “ingeniería invertida” es necesario, ya que Mercedes no pone a disposición de terceros información sobre los modelos o el diseño. Con la ayuda de esta tecnología, las mediciones son más rápidas y empresas como Weistec se aseguran de que las piezas encajen unas con otras sin interferencias.
Weistec Engineering es conocida en todo el mundo por la calidad que ofrece. La mayoría de modificaciones de vehículos y ventas de piezas son para clientes extranjeros, que suelen ser personas jóvenes, triunfadores a los que les apasiona la perfección, el estilo y la potencia. No obstante, también hay otro tipo de clientes que demandan los servicios de Weistec.
“La gente se da cuenta de la calidad de nuestros productos y nos pide que diseñemos o fabriquemos piezas para ellos, así que ahora también hacemos mucho trabajo para otras marcas”, dice Atneyel. “Es nuestra calidad, nuestra manera de adaptar el producto al vehículo original y buena parte de nuestro diseño, pero con otro logo. Vamos a expandirnos en esa dirección. Tenemos el compromiso de conseguir productos perfectos y creemos que muchos clientes lo valorarán”.
“Por supuesto, hablamos mucho del futuro de la empresa”, agrega Atneyel. “Sentimos pasión por lo que hacemos. Algunos de los productos que diseñamos, y en los que pensamos constantemente, pueden diferenciar a la empresa y llevarnos en una dirección nueva. Nos permitirán desmarcarnos de la competencia y tener aún más éxito. También queremos abarcar más plataformas. Tenemos una competencia que lleva veinte años en el mercado, nosotros solo cuatro. Pero hemos cubierto todas las plataformas que tienen, pero en mucha más profundidad, así que estamos listos para expandirnos”.
“No nos basta con tener un buen producto”, insiste Weiss. “Tiene que ser perfecto. Vendemos en todo el mundo. Por ejemplo, en Oriente Medio, los productos tienen que soportar más de 50 ˚C, y en Rusia, -5 ˚C. Los materiales, los revestimientos, las correas y hasta las calibraciones informáticas–todo– tiene que funcionar a la perfección. Hay que diseñarlos y fabricarlos de manera que resistan condiciones extremas, y eso conlleva mucho tiempo, esfuerzo y energía”.
“Así que la calidad es extremadamente importante”, concluye Weiss. “El mundo ha cambiado. Ahora, las comunidades de internet son piezas importantes del rompecabezas: si una persona tiene una buena experiencia con un producto, lo comenta en la red y comparte fotos, quizás algún vídeo. Eso es muy importante desde el punto de vista del marketing. La voz se corre rápidamente si tienes un buen producto, pero aún más rápido si tienes un mal producto. Para nosotros, no puede haber ni un solo cliente insatisfecho”.