La importancia del control de calidad en los motores eléctricos: optimiza su rendimiento con microscopía electrónica

Así, las principales empresas de todos los sectores llevan décadas invirtiendo en la actualización de sus equipos, siempre en búsqueda de una solución que les permita ser más rápidos, más eficientes y, en definitiva, más competitivos. Sin embargo, aunque lograr la mayor eficiencia en los procesos productivos sea una labor en la que rara vez se escatima en recursos, en muchas ocasiones se pone el foco en grandes acciones como el cambio y la sustitución de los equipos, mientras se descuidan algunos que pueden aportar una serie de beneficios muy similares. Estamos hablando de los controles de calidad.

Las paradas no programadas de la actividad son uno de los principales problemas de cualquier empresa, resultando sumamente costosas desde un punto de vista tanto económico como de tiempo. Y los motores eléctricos, por su elevada presencia y número y por su función, son a la vez uno de los puntos más susceptibles de sufrir averías y quizás el más crítico a la hora de realizar labores de reparación o sustitución.

Un motor eléctrico en mal estado, que ha sufrido un mantenimiento descuidado, puede experimentar una severa disminución en su rendimiento, lo que se traduce en una menor eficiencia energética y una pérdida de potencia. Como resultado, los procesos productivos pueden ser más lentos y menos eficientes, lo que afecta a la capacidad de producción y la competitividad de la empresa en el mercado.

En este aspecto, la acumulación de partículas no deseadas, como polvo, suciedad, grasa y otros contaminantes capaces de obstruir los componentes internos del motor es uno de los factores que más pueden dañar su rendimiento y estructura, provocando un aumento de la fricción que se traducirá a su vez en un mayor desgaste de las piezas móviles y en una reducción de su eficiencia y vida útil.

Además, la presencia de partículas en el motor puede generar un aumento en la temperatura de operación, lo que compromete la capacidad de disipación del calor y puede resultar en un sobrecalentamiento. Algo que no solo afecta a su eficiencia, sino que también puede provocar daños irreparables en los componentes internos y dar lugar a costosas reparaciones o incluso al reemplazo completo del motor.

Para prevenir estos problemas, llevar a cabo una limpieza técnica regular de los motores eléctricos es la mejor manera de asegurarse de que estos van a ser capaces de mantener su rendimiento óptimo durante el mayor tiempo posible.

Una limpieza adecuada ayuda a eliminar las partículas no deseadas y los contaminantes, lo que reduce la fricción y el desgaste de los componentes internos. Esto, a su vez, mejora la eficiencia del motor, reduce la temperatura de operación y minimiza los riesgos de averías y fallos inesperados.

Una acción preventiva ahorra costes de mantenimiento al evitar reparaciones frecuentes y la sustitución prematura de piezas, vicisitudes que aumentan los gastos operativos y pueden representar una carga financiera significativa para la empresa. Todo ello sin olvidarnos del apartado más importante: las paradas no programadas debido a fallos en los motores eléctricos que generan costos adicionales debido a la interrupción de la producción y los posibles retrasos en las entregas a los clientes.

En definitiva, la limpieza técnica de los motores eléctricos es uno de los procesos de mantenimiento preventivo con una mayor repercusión en el rendimiento y productividad de los equipos y en la cuenta de resultados de la empresa. Por lo que no solo se ha de realizar de manera regular, sino que también ha de ser lo más efectiva posible.

Para ello, es fundamental realizar un análisis previo en el que se identifiquen de manera clara todos los elementos no deseados y que pueden afectar al correcto funcionamiento de los motores eléctricos para que su eliminación sea total y se realice de manera eficaz.

Carl Zeiss, referente en soluciones de óptica y optoelectrónica, ofrece una amplia gama de productos y soluciones que facilitan una eficaz limpieza técnica de motores eléctricos gracias a su tecnología de microscopía electrónica de barrido.

Esta vanguardista tecnología permite una detección de impurezas y suciedades absoluta, incluidos los contaminantes microscópicos para su posterior eliminación, lo que resultará en una mayor eficiencia energética y una reducción de los costos de mantenimiento a largo plazo

En concreto, su tecnología One-Scan permite un aumento en la productividad del proceso de hasta el 50% al realizar el mismo en un sólo escaneo en lugar de en dos, como las soluciones tradicionales. Además, permite un análisis estándar más ágil, capaz de detectar las partículas metálicas, la clasificación de partículas de una manera mucho más rápida al combinar la microscopía electrónica y óptica en un flujo de trabajo fluido y, sobre todo, agiliza el proceso de toma de decisiones al analizar la composición química de las partículas conflictivas para identificar la causa primaria de la contaminación.

Por último, las soluciones de Zeiss para la limpieza técnica de motores eléctricos permiten una rauda elaboración de informes de limpieza que cumplan simultáneamente con todas las normas establecidas en la industria.