La subcontratación española al detalle
Para el 76,2 por ciento de las empresas la subcontratación industrial es su única modalidad de producción. Curiosamente, el 71,6 por ciento de las empresas actúa, a su vez, como contratista.
Finalmente, en la subcontratación industrial como en otras actividades empresariales, se confirma que el tamaño es un factor diferencial. La exclusividad, la implicación técnica, la capacidad de actuar como contratista es claramente creciente con el tamaño de la empresa.
Relación con los sectores de la actividad industrial
Los sectores principalmente nombrados como destino de la producción subcontratada son los siguientes: metalurgia y fabricación de artículo metálicos (24,3 por ciento), automóvil (21,5 por ciento) y maquinaria y equipo mecánico (15,5 por ciento).
La concentración sectorial es un aspecto destacable ya que el 41,6 por ciento de las empresas mencionan sólo un sector. Entre los señalados el automóvil se caracteriza porque sus subcontratistas reciben en mayor proporción la definición técnica del contratista y cuentan con contrato de exclusividad.
En otros materiales de transporte prima el diseño compartido. Y en electricidad y electrónica, destacan la propuestas técnica del subcontratista.
El 53,7 por ciento de las empresas subcontratistas tienen una clara presencia exterior y de hecho, el 17,1 por ciento de las empresas exporta más del 16 por ciento de su facturación. La UE es el principal destino de la exportación (84,6 por ciento), con Francia y Alemania como sus principales mercados. De los resultados obtenidos también se concluye que el porcentaje de la facturación exportado es creciente con el tamaño de la empresa y con la implicación técnica.
Para desarrollar la actividad exterior, el 81,8 por ciento de las empresas acuden al departamento comercial general como principal canal de comercialización, el 26,1 por ciento cuenta con un agente comercial en destino y el 18,2 por ciento con un departamento de comercio internacional.
En cuanto a las habilidades requeridas para la gestión de comercio exterior hay que destacar los siguientes resultados: el 52,2 por ciento de las empresas dispone de personal que habla inglés, el 44,1 por ciento dispone de persona con otros idiomas. Por otra parte, el 80 por ciento cuenta con correo electrónico y el 38,9 por ciento dispone de página web propia.
Una de cada tres empresas (35,6 por ciento) realizan actividad de I+D, porcentaje que supera a la media de la actividad industrial española. Además para el 74,8 por ciento de las empresas esta actividad responde a su propia estrategia empresarial. La participación en la definición técnica es importante ya que cuento mayor sea ésta en mayor proporción se realiza la actividad de I+D. Se obtiene similar conclusión con respecto al tamaño de la empresa.
La calidad, la rapidez / tiempo de respuesta, servicio posventa y relación calidad-precio, son los factores de competitividad de estas empresas. Además, el 58,2 por ciento cuenta con certificación de calidad.
Las empresas subcontratistas españolas son “maduras”, dos de cada tres empresas tienen más de 15 años de antigüedad y son más antiguas y de mayor tamaño cuando se encargan en su totalidad del diseño de la producción subcontratada.
Cuentan con un empleo estable y de claridad. El empleo a tiempo parcial es residual, ya que el 89,9 por ciento de las empresas tiene al 100 por ciento de su plantilla a jornada completa se detecta que cuanto más pequeña es la empresa es menor el porcentaje de empleo temporal. O lo que es lo mismo, a medida que crece el tamaño de la empresa crece la participación de plantilla en régimen de temporalidad.
Construyendo una plantilla tipo, la formación del personal de las empresas subcontratistas se caracteriza por el peso de los estudios profesionales y universitarios. A medida que crece la implicación técnica, aumenta el porcentaje de plantilla con estudios universitarios y ocurre lo mismo con el aumento de tamaño empresarial. Y se confirma que las empresas que realizan I+D (35,5 por ciento) cuentan con mayor cuota de plantilla con estudios universitarios.
Como conclusión general cabe destacar la importancia económica de la subcontratación industrial en la economía de un país y en este caso, de España.
La madurez de su trayectoria refleja un tejido industrial solvente, estable, dinámico y con potencialidad de desarrollo de futuro. Es, además, una subcontratación de claridad, basada en capacidad tecnológica e I+D y en la estabilidad y calidad del empleo generado, lo que motiva y promueve un importante dinamismo en su gestión y presencia exterior y la creciente participación en el diseño de al producción subcontratada.
Son prácticamente 20.000 empresas que involucran a más de 250.000 personas que presentan el 10,6 por ciento de la producción industrial española. Es una medida de la subcontratación industrial en sentido estricto y basada en que la empresa se reconoce como subcontratista, lo que supone que su importancia puede ser superior.
Sin embargo, queda mucho trabajo por realizar. En España se debe reconocer la importancia que tiene esta actividad y la labor que desempeñan las empresas españolas subcontratistas en el desarrollo económico y empresarial. Asimismo, debemos de ser capaces de adaptar nuestras estadísticas, para incluir en ella esta actividad, tal como se hace en los países de nuestro entorno, en los que, gracias en buena parte a ellas, se conoce perfectamente este importante tejido empresarial de futuro y se determinan sus políticas de apoyo.