La eficiencia energética en los sistemas de aire comprimido
En la mayoría de los casos, la electricidad que utiliza el compresor no tiene una correspondencia eficiente con el número de metros cúbicos que llegan al punto de uso, es decir, que mucho aire comprimido generado a un alto coste, se desperdicia, provocando pérdidas económicas. Por ello es importante analizar los diversos factores que pueden optimizar una instalación de aire comprimido y contribuir a la eficiencia energética.
Las fugas
Las fugas son el primer problema al que se enfrentan tanto los ingenieros como los técnicos de mantenimiento de una instalación de aire comprimido. Es muy frecuente que un sistema de aire comprimido pierda hasta un 10% de aire en fugas, esto representa un gasto extra que el producto final debe asumir, aumentando los costes de producción. No hay duda: para que el sistema de aire comprimido sea rentable hay que reducir las fugas al máximo.
En primer lugar es necesario conocer la cantidad de aire desperdiciado, lo cual es un reflejo del estado en el que se encuentra la instalación. Para ello se debe comprobar la cantidad de aire que proporciona un compresor cuando la fábrica está parada. Para realizar estas comprobaciones de forma exacta Beko cuenta con la gama Metpoint FLM que registra con precisión el flujo volumétrico, la velocidad del caudal y el consumo total de aire comprimido. Sin embargo no siempre es posible detener la producción para realizar estas mediciones, pues se producirían más perdidas económicas que las generadas por las propias fugas de aire comprimido. Una vez determinado cuánto se desperdicia, y se realiza la consecuente valoración económica, hay que detectar dónde se desperdicia para poder revertir la situación.
Programar las detecciones
Hay puntos específicos de la instalación más sensibles a las fugas, como por ejemplo los codos de las tuberías, las conexiones a los filtros, a los secadores, a los depósitos, o cualquier otro sistema que trate la calidad del aire y, sobre todo, las propias máquinas que funcionan con el aire comprimido. Todos estos puntos débiles deben tenerse en cuenta a la hora de realizar un diagnóstico de fugas eficaz.
La mejor opción es programar detecciones de fugas por ultrasonidos de forma periódica, de manera que se pueda determinar con cuanta rapidez reaparecen las fugas.
Si después de tres meses de comprobaciones periódicas hay pocos cambios, entonces pueden realizarse comprobaciones más espaciadas. Para lograr que la eficiencia energética sea constante, no hay que olvidar que las detecciones deben realizarse durante toda la vida útil de la instalación, como una etapa más de su mantenimiento.
Un sistema fiable de detección de fugas
El detector de fugas Metpoint LKD se vale de una característica física: cuando el aire comprimido se escapa, las moléculas del gas provocan una fricción contra las paredes de las tuberías, originando un ultrasonido de alta frecuencia inaudible.
Metpoint LKD registra este ultrasonido, lo hace audible y lo visualiza. Como sólo se registran las frecuencias que puedan corresponder a una fuga, su localización no supone ningún problema ya que, independientemente del ruido generado por trabajos cercanos, Metpoint LKD funciona con un altísimo grado de fiabilidad.
Ventajas de Metpoint LKD
- Manipulación y manejo sencillos.
- Al ser un receptor externo es más fácil localizar las fugas, incluso en puntos de difícil acceso.
- Regulación separada para sensibilidad y volumen.
- Pantalla OLED bien iluminada y de fácil lectura.
- Auriculares con cascos para amortiguar los ruidos circundantes (aprox. 20 dB).