El coronavirus acelera el "Apocalipisi del retail" en Estados Unidos
La pandemia del COVID-19 ha contagiado directamente a las minoristas más débiles de Estados Unidos. Por un lado, establecimientos como Neiman Marcus, Jo-Ann Stores o J.Crew Group sufren el efecto de las interrupciones en sus cadenas de suministro en el país asiático. Por otro, a medida que el coronavirus continúa extendiéndose por todo el mundo, también a este lado del Atlántico, el efecto en el consumo y el tráfico acorrala aún más a un sector ya vapuleado durante los últimos años por una oleada de cierres y quiebras.
Según una encuesta realizada por la consultora Coresight Research, un 58% de los estadounidenses ha comenzado ya a evitar lugares públicos. Una dinámica que se extiende a la oleada de cancelaciones de conciertos, convenciones, competiciones deportivas y demás actividades. El efecto acumulativo de esta situación afectará duramente al comercio minorista.
Los analistas de Moody's ya han advertido que la pandemia perjudica materialmente la cadena de suministro global de prendas de vestir, "lo que podría perjudicar a las empresas que dependen más de China para el abastecimiento, ya sea directa o indirectamente".
Por ejemplo, Steve Madden señala que el 73% de sus productos provienen de China y que alrededor del 90% de sus fábricas allí habían regresado a sus operaciones normales a partir de la última semana de febrero. Pero antes de eso, las fábricas trabajaban solo al 30 35% de la capacidad normal, por lo que la compañía proyectó demoras en la producción de aproximadamente tres semanas.
American Eagle Outfitters obtiene el 20% de sus productos de China. "Estamos trabajando con nuestros socios y actualmente no anticipamos ninguna interrupción de la cadena de suministro a corto plazo", explicó su director financiero, Robert Madore, durante la presentación de sus resultados trimestrales.
Por su parte, Dollar Tree importa directamente hasta el 42% de su inventario de China. Hasta la semana pasada aseguraba que solo un pequeño porcentaje de las entregas de productos habían sido canceladas y los retrasos se limitaron a unas pocas semanas.
No obstante, el golpe también llegará de manos del consumidor patrio. Al comienzo de este año, ya proyectaba que las minoristas cerrarían más de 2.600 tiendas este año, tras los 9.000 establecimientos que mordieron el polvo el año pasado. Un récord de cierres.
Ahora, con la pandemia extendiéndose en EEUU, se espera que el número de cierres de tiendas este año podría ser incluso mayor que los registros anteriores, según las estimaciones de la empresa inmobiliaria Cushman & Wakefield. La empresa estima que hasta 12,000 grandes cadenas de tiendas podrían cerrar en 2020.
La cadena de tiendas deportivas, Modell's Sporting Goods, ya se declaró en quiebra el miércoles indicando que planea cerrar todas sus tiendas, una resultado que pone de manifiesto los desafíos que enfrentan los minoristas tradicionales, donde ahora debe incluirse el COVID-19. En los últimos meses, la minorista de lujo Barneys New York Inc.y los supermercados gourmet Fairway Market también se han cobijado bajo la Ley de Quiebras de EEUU.
En un sondeo realizado por la consultora Digital Commerce 360 entre más de 300 minoristas, el 47% señaló que espera "implicaciones negativas en los ingresos" por la pandemia mientras que el 9% consideró que dichas consecuencias serán especialmente negativas.
fuente: eleconomista.es