La ebanistería Koch fabrica las históricas ventanas del edificio Römer de Frankfurt
La carpintería de Koch Schreinerei, en Otzberg (Alemania), ha producido 60 ventanas de arco que posteriormente fueron montadas en el ala norte del edificio del ayuntamiento Römer, en la famosa Paulsplatz de Frankfurt.
“Respetamos la tradición, con una actitud receptiva a las nuevas ideas y con visión de futuro”, afirman Herbert y Jan Koch, directores de la empresa germana. Modernización y cambio fueron los pilares estratégicos fundamentales propuestos por el fundador Georg Koch, allá en 1959, y han sido adoptados con el mismo entusiasmo por su hijo y su nieto.
Un salto adelante en eficiencia
El último episodio en la vocación continua de la compañía hacia la modernización fue invertir en julio de 2011 en un BOF 211, un centro de mecanizado de Homag. La nueva máquina no sólo dio lugar a cambios en el proceso de producción, sino que también contribuyó a poner al día obras de gran escala. “Nuestros plazos de entrega y puesta en marcha se han reducido, y sólo necesitamos un operario para estar a cargo de la máquina. Para nosotros, las obras de gran volumen se han convertido en viables”, explica Herbert Koch. “Lo que más nos impresionó fue la enorme flexibilidad de la máquina. Ahora estamos en condiciones de hacer frente a proyectos que nunca antes habríamos sido capaces de asumir”.
60 ventanas diferentes
Junto a los pedidos individuales de los clientes particulares, la empresa Koch también participa en todo tipo de licitaciones. Recientemente cerró un contrato para trabajar en el edificio del Ayuntamiento Römer, en Frankfurt. El ala norte de este edificio histórico, construido en 1908 en estilo neo barroco, se encuentra en las inmediaciones de la Iglesia de San Pablo. Todas las ventanas de la planta baja —60 en total y rematadas en arco— tenían que ser renovadas.
La producción del nuevo centro de mecanizado de Homah comenzó en diciembre, y el montaje de las ventanas se inició en enero. Todas las ventanas tenían dimensiones diferentes; no hay dos ventanas iguales. El equipo de Koch fabricó cuatro ventanas completas cada día, lo que comprende alrededor de 150 componentes individuales. La coordinación de la máquina con el software específico de Klaes resultó particularmente ventajosa para este tipo de aplicación. Koch también se benefició del fácil manejo y la peculiar tecnología de sujeción de la máquina. Dependiendo de su tamaño, varias piezas se pueden colocar al unísono para ser procesadas simultáneamente, ahorrando tiempo y dinero. Los perfiles de acristalamiento de la ventana, incluyendo el corte a inglete, son procesados durante la primera pasada. El operario puede activar o prescindir de determinados pasos intermedios, alcanzando siempre un grado perfecto de calidad y acabado de la superficie.
Lo estándar es vulgar
“Sin el nuevo centro de mecanizado de Homag nunca habría considerado la posibilidad de reemplazar las ventanas en el edificio Römer. Usando nuestro parque de máquinas anterior, habría sido poco realista intentarlo siquiera. Y lo que es más: estamos impresionados por la calidad del acabado. Los resultados son sorprendentes”, afirma Herbert Koch. Hoy el objetivo de Koch se centra en diseños no estándar y especiales. Esto es, de saborear el desafío de las órdenes inusuales, lo que en Alemania llaman 'la recolección de las cerezas en la tarta de la carpintería'. “La máquina tiene la capacidad de lograr aún más, sólo estamos comenzando a explorar sus posibilidades”, dice Jan Koch.
