La Certificación Forestal PEFC, un paso más para el sector vitivinícola en el compromiso con la sostenibilidad
Es un producto natural, renovable, reciclable, reutilizable y respetuoso con el medio ambiente, debido a su baja huella de carbono, que tiene el potencial de diferenciarse en el mercado por sus valores ambientales frente a otros materiales. Es necesario que la sociedad valore ese plus de calidad ambiental y que las certificaciones como PEFC contribuyan a dar garantía a los consumidores sobre ese valor.
La Certificación Forestal, estrategia de futuro del sector
- Sostenibilidad: Es una herramienta que contribuye a la incorporación de criterios de sostenibilidad en la planificación actual y gestión del alcornocal. El uso de tapón de corcho certificado promueve los importantes valores ambientales del ecosistema del que procede (riqueza paisajística, mantenimiento de la biodiversidad, fijación de carbono, prevención de los incendios forestales, fijación de suelo, recarga de acuíferos…). Así, la certificación forestal favorece la gestión activa del alcornocal, que a su vez producirá corcho de calidad. El sector del vino, productores y consumidores de vino, puede tomar medidas para contribuir en la conservación de los alcornocales.
- Ecoinnovación: Es un valor añadido que aporta distinción al tapón de corcho, favoreciendo así la competitividad del producto desde el compromiso con la sostenibilidad. Esto ayudará a la promoción del tapón de corcho como único sistema de cierre que proporciona un plus de calidad ambiental frente a otros tapamientos como el plástico o aluminio.
Sólo el sector corchero catalán concentra el 75% de las empresas españolas y fabrica 2.700 millones de tapones, de los que 15 millones son de corcho certificado PEFC. Es necesario, un mayor esfuerzo para impulsar este producto sostenible, único de las regiones mediterráneas, desde la voluntad de internacionalización de las empresas corcheras de nuestro país.
- Desarrollo: Impulsa el desarrollo de las áreas rurales donde se localiza la materia prima y la industria de la cadena productiva del corcho (constituida principalmente por los propietarios del monte alcornocal, los preparadores de planchas y los fabricante de productos finales), con la creación de empleo (directo e indirecto) y de un tejido empresarial estable en el marco de la sostenibilidad, que genera una importante actividad económica en la zona.
Además, el legado cultural y patrimonial de la actividad corchera, con más de 200 años de historia, junto con la singularidad de los paisajes alcornocales gestionados de manera sostenible, hacen que sea un excelente recurso para generar nuevas oportunidades en estos territorios, vinculadas al desarrollo de nuevos modelos de turismo sostenible.
Para mejorar la competitividad del tapón de corcho certificado es necesario promover la comunicación de toda la cadena corchera con su principal cliente, que es la industria vitivinícola.
El tapón de corcho PEFC es ya un compromiso con la sostenibilidad forestal de bodegas como: Solà Classic, Tomàs Cusiné, Can Majoral, Celler Escoda Sanahuja, Can Feliu, Celler Son Puig, Cavas Bolet.
Al destapar una botella de vino tapado con corcho certificado, contribuimos a la preservación del medio ambiente y a la conservación y viabilidad de los alcornocales. Apuesta por el corcho certificado.