El palé de madera, un embalaje ecológico
13 de abril de 2012
Según datos elaborados por Fedemco (Federación Española del Envase de Madera), quien representa a una veintena de fabricantes y reparadores de palés, informa a partir de una encuesta a una muestra de más de 300 empresas envasadoras y distribuidoras, el mercado español, generó en 2010 más de 315 millones de movimientos de palés nuevos y usados. Del total de movimientos, el 49% corresponderían a palés de sistemas de alquiler, que disminuyen respecto al año 2009 (54%) y el 51% al resto (palés de un sólo uso, tipo europeo, etc.)
Entre los sectores económicos que más palés de todo tipo utilizan destacan el de ‘comercio al por mayor e intermediarios’ y ‘fabricación de otros productos minerales no metálicos’, que incluye la fabricación de productos cerámicos, cemento, yeso, cal, hormigón, vidrio, etc., mientras que el sector de la industria agroalimentaria continua siendo el que más palés de alquiler demanda.
Exceptuando el caso de los palés de alquiler, de los más de 161 millones de movimientos de otro tipo de palés, aproximadamente el 66% también son reutilizados, bien por el propio usuario (51%) o bien por un gestor recuperador (15%). Mientras que el 24% corresponden a nuevos y el 10% restante corresponden a importados, en operaciones comerciales con el extranjero.
En 2010, los recuperadores de palés reintrodujeron en el mercado, cerca de 25 millones de unidades. El 95% de esta recuperación la realizan fabricantes y gestores especializados en recuperación de palés, y el 5% restante otro tipo de gestores de residuos. Según los recuperadores, del total de los recuperados el 45% corresponden al tipo europeo, el 16%, originalmente, de un sólo uso y el 39% a otros tipos de palé.
Sus ventajas
La principal característica del palé de madera es su perfecta adaptación a la logística del envío. Se trata de un embalaje resistente (fabricado principalmente con madera de pino) válido para un gran rango de pesos soportados.
Existen modelos estandarizados para las operaciones rutinarias y modelos realizados a medida que se adaptan a las particularidades de cada envío. Pueden variar las dimensiones del palé (1.000 x 1.200, 800 x 1.200, 600 x 800, etc.), el número de tablas, su grosor, el número de entradas (2 ó 4) para facilitar la manipulación, etc.
El palé de madera es un embalaje ecológico, que ayuda al usuario a reducir su huella de carbono en su actividad habitual. La madera, que procede de bosques gestionados de manera sostenible, retiene el CO2 absorbido por el árbol durante su crecimiento. De acuerdo con los datos suministrados por FEFPEB (Federation Europeenne des Fabricants de Palettes et Emballages en Bois) en la web ‘Packaging from Nature’ un palé de madera tiene almacenados aproximadamente 27 kilos de carbono, convirtiendo a la madera en el único material ampliamente utilizado que tiene una huella de carbono negativa.
El proceso de fabricación es sencillo sin necesidad de grandes consumos de energía. Además están fabricados a partir de trozas pequeñas y otras partes del árbol que no se utilizan en otras industrias, formando parte de un sistema altamente eficiente en el que se utilizan todas las partes del árbol. Los palés de madera son re-utilizables, fácilmente reparables y una vez terminado su ciclo de vida se pueden reciclar mediante un procedimiento sencillo, no contaminante y económico, para la fabricación de tableros, briquetas, etc. permaneciendo el CO2 retenido en el nuevo producto.
Seguridad fitosanitaria
Los palés destinados al comercio extracomunitario deberán cumplir con la NIMF-15, normativa fitosanitaria de la FAO y estar identificados con las marcas especificadas en la norma.
La marca, sólo aplicable por un proveedor o un tercero autorizado, certifica que el material de embalaje de madera que la porta ha sido sometido a un tratamiento aprobado: tratamiento térmico (HT), o procesos equivalentes. El tratamiento térmico exige mantener una temperatura de 56°C durante 30 minutos en el centro de la madera tratada.