El metal apuesta por la flexibilidad laboral para garantizar el futuro de la producción industrial
21 de diciembre de 2011
El director general de Industria, Rafael Miró, el alcalde de Museros, José Mª Aznar, el presidente de Femeval, Vicente Lafuente, el secretario general de Femeval, Alejandro Soliveres, y el director de Aimme, Salvador Bresó, visitaron a mediados de diciembre la planta de Kamax en Museros para conocer los avances del acuerdo de flexibilidad que esta fábrica de tornillos para la automoción firmó con la plantilla a finales de 2010.
Este acuerdo, que ha evitado el traslado de la producción de esta planta a los otros centros del Grupo alemán ubicados en Europa, ha permitido incrementar las ventas de la compañía en un 25% en el último año, tras una inversión de más de tres millones de euros en la mejora de la capacitación del personal y en maquinaria. Asimismo, la plantilla ha aumentado este ejercicio en 20 personas, es decir un 10%, hasta alcanzar los 225 trabajadores.
La confianza depositada por el Grupo en la única planta que posee en España garantiza además un plan de inversiones adicional para 2011-2014 que asciende a 20 millones de euros. Las expectativas apuntan también a la adjudicación del proyecto para suministrar la tornillería a nivel mundial de un nuevo modelo de Honda a partir de 2013.
“Kamax es un patrón a seguir para que las empresas del metal se acerquen a un esquema moderno de organización del trabajo, más acorde con lo que hoy en día impera en la industria y demanda el mercado”, señaló el presidente de Femeval. En este sentido, ha incidido en la necesidad de implantar este tipo de sistemas, muy extendidos en la industria europea, que permiten aunar la capacitación técnica, formación y calidad del personal. Pero para ello, “hace falta un esfuerzo de diálogo, negociación y consenso entre trabajadores y empresas para avanzar juntos hacia mejoras en materia de competitividad, productividad y flexibilidad”.
El acuerdo alcanzado por Kamax consiste en una denominada ‘Cuenta de Horas’ individual para cada trabajador que permite, en tiempos de elevada carga de trabajo, habilitar turnos extras en fin de semana sin que el operario perciba horas extras, y estas horas se computan en su haber. Por su parte, en periodos de baja carga, los trabajadores pueden dejar de trabajar sin que su salario fijo se vea afectado. Estas cuentas individuales de horas pueden fluctuar entre un límite superior de 200 horas positivas, e inferior de 200 horas negativas. Los saldos, tanto positivos como negativos, pasan de un año a otro, a semejanza de una póliza de crédito, y solo se liquidan si se cancela el contrato laboral.
Recientemente el acuerdo de flexibilidad se ha complementado con otro sobre productividad que contempla el cálculo de un rendimiento colectivo mensual para los equipos de trabajo en Kamax. Este rendimiento se compara con el estándar base, y en base a la mejora obtenida el equipo percibe un incentivo.