La cadena de valor forestal-madera de Galicia rebate algunas de las afirmaciones realizadas por el Consello da Cultura Galega
La cadena de valor forestal-madera de Galicia, a raíz del informe ‘Impacto no patrimonio natural e cultural dos cultivos forestais con especies de crecemento rápido’, elaborado por el Consello da Cultura Galega, quiere recordar y compartir una serie de datos, recogidos por la Federación Empresarial de Aserradores y Rematantes de Maderas de Galicia (Fearmaga).
1. El informe no se basa en datos contrastados, sino en apreciaciones subjetivas. En ese sentido el Inventario Forestal Continuo, presentado recientemente por la Xunta de Galicia, demuestra que hay menos eucalipto del que se creía. Según los datos oficiales recogidos en este Inventario Forestal, la comunidad cuenta con 409.026 hectáreas de eucalipto, de los 1,4 millones de hectáreas de superficie arbolada total que tiene Galicia. Esta cifra indica que existe una contención en la superficie de eucalipto en comparación con algunas estimaciones anteriores a los datos del Inventario, que llegaban a sobreestimar una superficie de medio millón de hectáreas. A mayores, las frondosas ocupan 619.561 hectáreas y las coníferas 422.344 hectáreas (mayor superficie en ambos casos, por lo tanto).
2. Diferentes y rigurosos estudios, entre los que se encuentra el informe ‘El eucalipto en Galicia: aspectos ambientales y socioeconómicos relevantes’, indican que el eucalipto no repercute negativamente en la biodiversidad del monte.
3. La cadena de valor forestal-madera de Galicia defiende un monte diverso, con alternativas al eucalipto y otras especies de crecimiento rápido, con la finalidad de fomentar alternativas económicamente rentables para el propietario, dueño del 97% de la superficie forestal gallega. Solo así será posible paliar la situación de abandono que padece nuestro rural. Mientras no existan, es fundamental abogar por la sostenibilidad social, ambiental y económica del mismo que evite su abandono. Es necesario un bosque bien gestionado, no solo para propiciar ingresos para las comunidades rurales evitando este abandono, sino para prevenir los incendios y toda la degradación ambiental que suponen.