Cesefor apuesta por la formación en la industrialización en madera

Cesefor apuesta por la formación en la construcción en madera, como estrategia de transformación de un sector que necesita aportar un nuevo valor en términos de sostenibilidad, eficiencia y, muy especialmente, en ser una profesión atractiva para jóvenes, que confían en especializarse en sectores donde se apuesta por la tecnología. Para ello, el patronato, junto con Maderaula, formalizó una de sus sesiones teórico-prácticas en la Universidad Politécnica de Catalunya, donde se aportaron casos de éxito y se montó ‘in situ’ un prototipo en entramado ligero de madera.

La doble jornada de Maderaula en la UPC se completó con el montaje, paso a paso, de un prototipo en madera. Foto: Joan-Lluís Zamora.

Los días 13 y 14 de febrero, se celebró por primera vez en Cataluña, una doble jornada teórico-práctica para presentar oficialmente Cesefor y su estrategia formativa, como respuesta a la transformación que debe realizar el sector de la construcción, para alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la UE. “La realidad tecnológica permite enfocar la construcción con alternativas, para conseguir la descarbonización del sector, que es el responsable del 40-50% del CO2 en Europa, sin contar con el uso y abuso de la energía en los edificios”, analizó Edgar Lafuente, jefe del Área de Industria y Construcción con madera de Cesefor.

En este escenario, la valorización de los artesanos, en especial en el campo de la madera, los vuelve a situar en el eje constructivo, junto con sistemas de digitalización que agilizan los procesos de construcción y, a su vez, reducen los residuos en obra. “Durante los últimos años, el impulso que ha cogido la madera como elemento constructivo ha permitido que recupere el lugar que se merece en todos los niveles. Pero existe la necesidad imprescindible para que avancemos juntos en la preparación de especialistas en el tratamiento de madera y su uso en la construcción”, reconoció Alfons Solé, presidente del Gremi Moble i Fusta y que procede de una importante saga familiar vinculada a la madera en Fusteria Ebanisteria Solé.

En este sentido, Cesefor, desde su plataforma Maderaula, pretende dar respuesta a las necesidades actuales, en término de formación y especialización. Consciente de la importancia que la madera está tendiendo en la actualidad en la construcción y su mayor desarrollo en los próximos años, disponer de profesionales cualificados será una realidad en poco tiempo. Una de las principales causas que está provocando esta revolución tecnológica en el campo de la construcción es la falta de relevo generacional. Poner al alcance de los profesionales las herramientas necesarias para el desarrollo de su actividad y, como consecuencia, la mejora de la empleabilidad en el sector, es una de las máximas de la fundación.

Además, se da la circunstancia que en España, la reserva forestal y la madera de proximidad son de gran calidad constructiva. Sin embargo, desde Cesefor y, concretamente, desde su plataforma Maderaula, que nació hace un par de años y que ya ha realizado cursos presenciales y online, pretende cubrir referentes en la industrialización como es el entramado ligero de madera y la madera contralaminada.

Como expuso Edgar Lafuente durante su intervención, Maderaula se sustenta en 4 pilares:

• Reflejar un sector tecnológico e innovador.
• Una formación orientada a generar especialistas en sistemas constructivos.
• Formar en diferentes perfiles de la construcción.
• Formación eminentemente práctica focalizada al mercado laboral.

Desde su creación, más de 300 alumnos de toda España han participado en este programa formativo, con una tasa de éxito y satisfacción por parte de los participantes, pero también por las grandes oportunidades de entrada en el mercado laboral.

Durante la sesión, también se expusieron casos de éxito de empresas colaboradoras con la fundación. Julio López, arquitecto de Arquima puso en valor la actuación realizada en el Edificio Magalhaes en el barrio del Poble Sec de Barcelona. Una construcción plurifamiliar que ha recibido el certificado Verde GBCe, pese a que el proyecto ha rehabilitado una finca preexistiente, que se ha ampliado en altura en madera.

“El cliente quería una promoción con mucha rentabilidad. Para ello, cuenta con viviendas 40 m² y 65 m². A nivel estructural, se ha mantenido el edificio original en la planta baja, que data de finales del siglo XIX. La propuesta es una remonta, con un elemento más resistente de cara a la agresión externa y, en cierta manera, contrapusimos la edificación del siglo XIX con una del siglo XX, siendo el primer edificio con entramado de madera de España en 2015”, explicó Julio López, quien también expuso la necesidad, durante el proyecto, de disponer de artesanos y productos de proximidad, para cumplir con los preceptos de eficiencia y sostenibilidad.

Lluís Corbella, arquitecto de COMA Arquitectura, mostró durante la jornada la ‘arquitectura de guerra’, ejemplificada con el búnker construído en el Colegio Liceo Francés de Barcelona. Una construcción más amable, gracias al uso de la madera.

Un proyecto surgido en 2018, en el contexto de los ataques terroristas sufridos en Francia, que obligó a los centros galos de la ciudad a disponer de estos edificios, en caso que fuera necesario. En este caso, el búnker se combina con el espacio verde del equipamiento escolar, empleando el entramado ligero y con los todos los estandartes Passivhaus. Una envolvente que COMA Arquitectura también ha replicado en el edificio CMCiB de Can Ruti o el Campus de la UPC Diagonal.

Por su parte, Kim Arcas de GBCe puso especial énfasis en la urgente necesidad de avanzar en la hoja de ruta de la descarbonización, ya que, de seguir en la misma línea de actuación, se prevé que en 2050 haya más de 3,8 millones de viviendas nuevas. No obstante, según se concluye del Acuerdo de París, España sólo podría edificar 10.000 viviendas al año, de acuerdo con la cantidad de carbono que se permitiría construir. Una disyuntiva que invita tanto al sector privado como al público a alinearse con las políticas gubernamentales en materia de sostenibilidad y eficiencia energética, buscando, a su vez, una mayor implicación y coordinación “de todas las agendas del sector, apostando por un mayor aprovechamiento de la rehabilitación y racionalización hacia una nueva construcción”, comentó al respecto.

Una de estas herramientas en el camino de la digitalización es el software BIM de Cadwork. Xurxo Ojea expuso las ventajas en el uso de este sistema, para “automatismos para los entramados, ya que se incluyen láminas, tirafondos… parámetros de configuración, también para el CNC... pero también uniones, herrajes, tirafondos. En definitiva, ofrece toda la información indispensable para la construcción mediante un diseño completo, con el objetivo de prefabricar e industrializar”.

De hecho, la plataforma de Cadwork es capaz de evaluar costes, cómo reducir residuos en obra e incluso resolver dudas logísticas sobre el transporte de materiales. Una herramienta colaborativa que también permite la trazabilidad del producto.

Finalmente, Manuel García Barbero, Wood Industry & Construction en Cesefor, fue el encargado de cerrar la primera jornada de Maderaula exponiendo que “la experiencia en madera en nuestro país y el desarrollo de productos tecnológicos, permitirá desarrollar más rápidamente la industria de la madera. También en rehabilitación con elementos en fachadas industrializadas, puede contribuir a transformar y modificar el entorno urbano y al propio sector de la construcción”.

Al día siguiente, la zona de aparcamiento del centro universitario sirvió de escenario, para mostrar a los asistentes cómo montar un prototipo de construcción en madera. Para ello, Cesefor dispuso de las herramientas y los materiales para la demostración de cómo se monta, paso a paso, una casa prefabricada en madera de una sola habitación en tan solo unas horas.

Una sesión que no solo contó con la asistencia de público prescriptor y estudiantes universitarios de arquitectura, sino que estuvo abierta a otras formaciones, como algunos alumnos de FP, ya que en este tipo de construcciones la especialización, como por ejemplo la carpintería, tiene un gran peso en el sector de la industrialización.