La resistencia al agua y la naturalidad marcan la tendencia en los suelos laminados
Imitan con sumo detalle —y con ayuda de los últimos avances tecnológicos— a los suelos de madera naturales y cuentan con propiedades que los hacen resistentes, duraderos y fáciles de colocar. Todo ello, unido a prestaciones mejoradas que les confieren resistencia al agua —su tradicional punto débil1, está haciendo que los suelos laminados se empleen tanto en el ámbito doméstico como en el comercial y los espacios públicos. Si bien el aumento de los costes de producción en Europa y los efectos negativos de la inflación no constituyen la situación más favorable para el mercado, no es menos cierto que los laminados siguen siendo un producto líder por lo que se refiere a precio final para el consumidor.
Laminado LL250 Roble castillo oscuro 6842, de Meister.
“Los suelos laminados están de nuevo en un auge por la mejora de las prestaciones —sobre todo, por lo que se refiere a la resistencia al agua—, el diseño y la autenticidad de las texturas”. Así de tajantes responden desde Kaindl a la pregunta sobre la situación actual de este mercado de los pavimentos ligeros del que apuntan que, “probablemente, este producto tenga, en este sentido, la mejor relación calidad-precio-rendimiento, sin olvidar que, además ayuda a conservar el medio ambiente, al venir de materia prima sostenible y ser reciclable”.
Una situación compleja
Sea como sea, la industria de los suelos en general y, por lo tanto, la de suelos laminados, no es ajena a la compleja situación económica mundial actual y “siente el impacto negativo generado en el bolsillo del consumidor por la inflación de precios, la subida de los tipos de interés, etc.”, en palabras de Pergo, firma desde la que también apuntan que “además, venimos de disfrutar de un año récord de ventas en 2021, por lo que muchos consumidores concentraron sus reformas en ese año y ahora no necesitan volver a cambiar su suelo”.
No se pueden mostrar más de acuerdo desde Faus: “la situación actual del mercado de pavimentos laminados, ya cerrado el 2022, presenta varias incógnitas e incertidumbre. Venimos de un ejercicio 2021 que se comportó muy favorablemente, pero, en la segunda mitad del pasado año, ya se vivieron situaciones muy tensas originadas por los continuos incrementos en las materias primas, en cuyo comportamiento no se vislumbra, en estos momentos, ninguna modificación; también el covid, a medida que ha ido remitiendo, ha provocado una inclinación superior al ocio en detrimento de las reformas particulares; asimismo el primer trimestre del 2022 se vio muy afectado por la problemática de la logística, tanto interna como externa”.
Más calidad y prestaciones
Cuestionados sobre qué segmento de producto se perfila como el más dinámico hoy día, la respuesta de Pergo es clara: “de acuerdo con nuestra experiencia, el segmento de producto que mejor se está comportando en estos momentos es el de calidad ‘premium’, enfocado a aquellos consumidores con mayor capacidad económica y que sienten menos el mencionado impacto económico”.
Coinciden desde Faus, aunque con matizaciones: “los suelos de calidad ‘premium’, con las mejoras técnicas que se están incorporando en este tipo de suelos laminados, así como los diferentes materiales que se reproducen —maderas nobles, marqueterías, parquets, pizarras y mármoles—, encajan perfectamente con los proyectos para espacios contract, así como en las reformas de viviendas, comercios, etc. que buscan algo diferente a los diseños tradicionales. No obstante, la actual situación podría suponer algún cambio en las decisiones de compra de los clientes finales, ya que el impacto que está teniendo la inflación puede llevarlos a buscar pavimentos más básicos para las necesidades en las reformas, aunque cierto es también que los incrementos en los precios afectan a todos los pavimentos”. Y finalizan indicando que “esta cuestión del precio siempre ha existido, aunque el cliente final que quiere tener una atención personalizada y una garantía del pavimento que adquiere para su uso diario busca una calidad media o ‘premium’”.
“La resistencia al agua recientemente incorporada, sin duda, ayuda a cubrir los puntos que les faltaban a los suelos laminados, que ya se pueden definir como todoterreno. No hay que olvidar que estos productos ya tienen 30 años de historia y, por eso, no se han desarrollado solo en los aspectos que faltaban para el rendimiento en todos los ambientes, sino que, además, se tiene ya la experiencia de vida en el mercado, frente a otros suelos, con menos historia, que aún no han gozado de la suficiente trayectoria todavía”, es la reflexión que hacen desde Kaindl al respecto.
“Los suelos laminados se presentan como una alternativa a los suelos de madera, más económica y que proporciona el plus de la impermeabilidad. Se trata de productos mucho más resistentes al deterioro que las tarimas tradicionales y mucho más sencillos de instalar”, concluyen desde Gabarró, desde donde perfilan como posible obstáculo para el desarrollo de esta categoría de producto “la coexistencia en el mercado del suelo vinílico de interior, con un comportamiento y unas prestaciones muy similares.